Cerca de nueve personas fueron detenidas, según indicaron los manifestantes que acusaron a la policía de impedir con la fuerza toda protesta pacífica desde que se inauguró el año santo en la capital, administrada por un prefecto desde que el alcalde renunciara al cargo en noviembre.
"Roma ha sido militarizada con un prefecto de alcalde y se aprovechan del Jubileo para reprimir porque temen que le dañemos la fiesta", se quejó el peruano Luis Torres, de 25 años, quien desde hace 14 años vive en Italia.
Unas cien personas, entre ellos grupos de peruanos, ecuatorianos y de varios países de Africa, se congregaron en la céntrica plaza de los Santos Apóstoles para pedir que se detengan los desalojos y se acelere el proceso de asignación de las viviendas populares.
"No al Jubileo del miedo", rezaba una enorme pancarta colgada en la fachada de la sede del Museo de Cera, conocido palacio histórico del centro, que está cubierto por andamios debido a obras de renovación.
"No somos terroristas, somos gente precaria, que pide una casa", rezaba otra pancarta. "Roma está llena de apartamentos vacíos, siguen construyendo y la gente no tiene un techo para dormir", comentó por su parte Bubba, un senegalés de unos 60 años, acompañado por otros cinco africanos, quienes duermen por los alrededores de la estación central de trenes Termini.
"Con el Jubileo la situación se ha agravado", comentó la dominicana Maria.
Según datos de la alcaldía de Roma que se refieren a inicios del 2014, alrededor de 90 propiedades están actualmente ocupadas por precarios y desempleados, mientras la política de desalojos sigue en vigor pese a que muchos son expulsados por morosidad debido a la crisis económica y el desempleo.
Para la italiana Omero Lauri, portavoz del movimiento Resistencia Habitación en la Metropoli (RAM), la situación en Roma es "alucinante" y calcula que 30 a 50 familias son desalojadas a diario. "Inició el año del Jubileo, el año de los pobres, y lo que vemos es una guerra contra los pobres desde las instituciones, contra las personas que ocupan edificios abandonados con tal de tener un techo. Familias enteras, con niños y ancianos, son desalojadas", lamentó.
La crisis económica que azota Italia desde hace varios años ha afectado a capas frágiles de la sociedad, además de los inmigrantes, provocando una emergencia que tiene repercusiones en el sector de la vivienda.
"Si nos desalojan, ¿a dónde vamos? El año del jubileo debe ser de paz, que se suspendan las expulsiones", clamó el ecuatoriano Alejandro Moncada, de 35 años, trabajador en el sector de la limpieza.