"Vivimos un momento histórico", afirmó Le Pen durante el congreso del partido celebrado en Lille en el que pretende renovar al Frente Nacional.
"Este nombre, Frente Nacional, lleva una historia épica y gloriosa", apuntó, pero representa "un lastre psicológico" para muchos franceses. El nuevo nombre debe ser una "llamada para unirse", dijo la líder ultraderechista, que recientemente había señalado que la palabra "frente" le parecía demasiado militar.
Los miembros del FN tendrán que votar por correo si apoyan el nombre propuesto por su líder, que cuenta con que habrá resultados como pronto en unas seis semanas. Según encuestas previas entre los afiliados, una ajustada mayoría apoya un cambio de nombre.
Durante el congreso del partido se aprobó hoy también la eliminación del cargo de presidente honorífico que ocupaba Jean-Marie Le Pen, de 89 años. El 80 por ciento de los asistentes refrendaron un cambio de los estatutos y la desaparición del puesto, según informó el FN en Twitter.
Con esta decisión, el fundador del FN queda totalmente desvinculado del mismo, después de que en 2015 fuese expulsado de la formación por afirmar reiteradamente que las cámaras de gas nazis habían sido "un detalle de la historia" de la Segunda Guerra Mundial. Tras aquella expulsión, la Justicia determinó que, según los estatutos vigentes hasta hoy, podía seguir siendo presidente honorario vitalicio del partido.
La salida definitiva de Jean-Marine Le Pen del FN es la culminación de la campaña iniciada hace años por su hija para intentar moderar la imagen del partido, que es crítica con la Unión Europea y que mantiene posiciones muy restrictivas respecto a la inmigración.
Esa estrategia le ayudó a conseguir un resultado sin precedentes en las elecciones presidenciales, en las que logró un 34 por ciento en la segunda vuelta frente al liberal Emmanuel Macron. Pero a pesar de llegar a la segunda ronda, su derrota frente a Macron la dejó en una posición débil, a lo que se suman los decepcionantes resultados del partido en las posteriores elecciones parlamentarias, en las que sólo lograron ocho escaños.
Por eso el congreso de este fin de semana se presentaba como una oportunidad para revitalizar el partido y el liderazgo de Le Pen, quien hoy fue reelegida como presidenta de la formación con el cien por cien de los votos, según medios galos. La política de 49 años era la única candidata a liderar la formación euroescéptica y antiinmigración, que encabeza desde 2011.
El sábado, primer día del congreso, habló ante los participantes Stephen Bannon, ex estratega jefe del presidente estadounidense, Donald Trump.
"La historia está de nuestro lado", afirmó Bannon, para quien el populismo está en auge en todo el mundo, teniendo en cuenta los resultados de las recientes elecciones italianas, la presidencia de Trump o los Gobiernos ultraconservadores de Hungría y Polonia.
En otro gesto simbólico, Marine Le Pen fue presentada con un video de Matteo Salvini, el líder del partido ultraderechista italiano Liga, que consiguió buenos resultados en las elecciones de hace una semana. Según Salvini, sus partidos serán "el grano de arena que vuele la maquinaria infernal diseñada en Bruselas, Berlín y Estrasburgo".
Algunos de los asistentes al congreso se mostraron divididos sobre el cambio de nombre. "El Frente Nacional es una marca fuerte", dijo a dpa Valerie Eschenmann, de 28 años, que se unió al partido en 2011.
Otros sin embargo, son más receptivos, como Arnaud Dournel, militante desde hace 40 años. "Lo esencial persistirá. El nombre no marcará una diferencia", aseguró el sábado al llegar al congreso.
Para Dorian Munoz, uno de los representantes del partido en el sur del país, el cambio representa "el futuro". "El Frente Nacional es nuestra base. Ahora debemos ir más allá, buscar nuevos votantes", señaló.
En tanto, unos 500 manifestantes protestaron en el centro de la ciudad contra el FN, según las autoridades locales, aunque no se reportaron incidentes.
"Este nombre, Frente Nacional, lleva una historia épica y gloriosa", apuntó, pero representa "un lastre psicológico" para muchos franceses. El nuevo nombre debe ser una "llamada para unirse", dijo la líder ultraderechista, que recientemente había señalado que la palabra "frente" le parecía demasiado militar.
Los miembros del FN tendrán que votar por correo si apoyan el nombre propuesto por su líder, que cuenta con que habrá resultados como pronto en unas seis semanas. Según encuestas previas entre los afiliados, una ajustada mayoría apoya un cambio de nombre.
Durante el congreso del partido se aprobó hoy también la eliminación del cargo de presidente honorífico que ocupaba Jean-Marie Le Pen, de 89 años. El 80 por ciento de los asistentes refrendaron un cambio de los estatutos y la desaparición del puesto, según informó el FN en Twitter.
Con esta decisión, el fundador del FN queda totalmente desvinculado del mismo, después de que en 2015 fuese expulsado de la formación por afirmar reiteradamente que las cámaras de gas nazis habían sido "un detalle de la historia" de la Segunda Guerra Mundial. Tras aquella expulsión, la Justicia determinó que, según los estatutos vigentes hasta hoy, podía seguir siendo presidente honorario vitalicio del partido.
La salida definitiva de Jean-Marine Le Pen del FN es la culminación de la campaña iniciada hace años por su hija para intentar moderar la imagen del partido, que es crítica con la Unión Europea y que mantiene posiciones muy restrictivas respecto a la inmigración.
Esa estrategia le ayudó a conseguir un resultado sin precedentes en las elecciones presidenciales, en las que logró un 34 por ciento en la segunda vuelta frente al liberal Emmanuel Macron. Pero a pesar de llegar a la segunda ronda, su derrota frente a Macron la dejó en una posición débil, a lo que se suman los decepcionantes resultados del partido en las posteriores elecciones parlamentarias, en las que sólo lograron ocho escaños.
Por eso el congreso de este fin de semana se presentaba como una oportunidad para revitalizar el partido y el liderazgo de Le Pen, quien hoy fue reelegida como presidenta de la formación con el cien por cien de los votos, según medios galos. La política de 49 años era la única candidata a liderar la formación euroescéptica y antiinmigración, que encabeza desde 2011.
El sábado, primer día del congreso, habló ante los participantes Stephen Bannon, ex estratega jefe del presidente estadounidense, Donald Trump.
"La historia está de nuestro lado", afirmó Bannon, para quien el populismo está en auge en todo el mundo, teniendo en cuenta los resultados de las recientes elecciones italianas, la presidencia de Trump o los Gobiernos ultraconservadores de Hungría y Polonia.
En otro gesto simbólico, Marine Le Pen fue presentada con un video de Matteo Salvini, el líder del partido ultraderechista italiano Liga, que consiguió buenos resultados en las elecciones de hace una semana. Según Salvini, sus partidos serán "el grano de arena que vuele la maquinaria infernal diseñada en Bruselas, Berlín y Estrasburgo".
Algunos de los asistentes al congreso se mostraron divididos sobre el cambio de nombre. "El Frente Nacional es una marca fuerte", dijo a dpa Valerie Eschenmann, de 28 años, que se unió al partido en 2011.
Otros sin embargo, son más receptivos, como Arnaud Dournel, militante desde hace 40 años. "Lo esencial persistirá. El nombre no marcará una diferencia", aseguró el sábado al llegar al congreso.
Para Dorian Munoz, uno de los representantes del partido en el sur del país, el cambio representa "el futuro". "El Frente Nacional es nuestra base. Ahora debemos ir más allá, buscar nuevos votantes", señaló.
En tanto, unos 500 manifestantes protestaron en el centro de la ciudad contra el FN, según las autoridades locales, aunque no se reportaron incidentes.