El autor de "El arte de la fuga", ganador del Premio Cervantes en 2005, sufría afasia progresiva, una enfermedad neurológica degenerativa que se le diagnosticó en 2009 y que lo fue dejando sin habla y sin movilidad.
Murió la mañana del jueves en su casa de Xalapa, unos 300 kilómetros al este de Ciudad de México, donde vivía lejos de toda actividad pública bajo el cuidado de su sobrina Laura Demeneghi.
"Lamentamos la partida de Sergio Pitol. Celebramos su vida y su legado literario, en el cual aportó a las letras universales una obra narrativa original, traducciones y ensayos que perdurarán a través de los años", expresó la ministra de Cultura de México, María Cristina García Cepeda.
Demeneghi dijo a medios locales que Pitol, que había cumplido 85 años hace menos de un mes, pasó una noche difícil y murió por la mañana. Los servicios funerarios se harán hoy en Xalapa.
El escritor, nacido en Puebla el 18 de marzo de 1933, manejaba siete idiomas y tradujo a autores como Anton Chéjov, Joseph Conrad, Witold Gombrowicz y Henry James.
Tuvo una infancia difícil. Siendo niño quedó huérfano y perdió a una hermana. "Fui desde los cinco años un lector de tiempo completo y eso creo que me salvó la vida", afirmaba.
Criado por su abuela, se entregó a la lectura de autores como Julio Verne y Charles Dickens, sobre todo después de que se vio obligado a dejar la escuela y recluirse en casa al contraer malaria.
Pitol, ganador del Premio Herralde de Novela en 1984 y el Juan Rulfo en 1999, estudió derecho en la Universidad Nacional Autónoma de México y fue un gran trotamundos.
Estudió y vivió en Europa por casi tres décadas, trabajó en Pekín como traductor y se desempeñó como agregado cultural y consejero de las embajadas mexicanas en Yugoslavia, Polonia, Francia, Hungría y la Unión Soviética.
Se inició en la escritura a los 24 años con el relato "Victorio Ferri cuenta un cuento".
Su obra ha sido traducida a numerosos idiomas, entre ellos al francés, alemán, italiano, polaco, húngaro, holandés, ruso, portugués y chino, y él mismo tradujo al español más de 40 libros de otros autores.
Autoridades y escritores lamentaron su fallecimiento. "Su humor, su lucidez y su serena rebeldía nos harán falta", escribió en Twitter el escritor Jorge Volpi, autor de "Una novela criminal" y "En busca de Klingsor".
Pitol, afirmó Volpi, fue "uno de los mayores escritores de nuestra lengua, maestro generoso, traductor impecable, autor de al menos dos obras perfectas: 'El desfile del amor' y 'El arte de la fuga".
"Con su desaparición se pierde uno de los grandes escritores que han contribuido a enriquecer el legado literario en español", expresó en tanto el ministro de Cultura de España, Íñigo Méndez de Vigo.
"Cuando apenas faltan unos días para la entrega del Premio Cervantes al nicaragüense Sergio Ramírez, es muy triste recibir la noticia de la muerte de Sergio Pitol", añadió en un comunicado.
El escritor no tenía familiares directos y vivía bajo la tutela del sistema de protección a la familia DIF de Veracruz, al cuidado de un primo y una sobrina.
Su tutela estuvo los últimos años rodeada de controversias. Su sobrina denunció, después de asumir su cuidado, que de la casa de Pitol desaparecieron objetos importantes como la medalla del Premio Cervantes cuando estuvo bajo cuidado de otras personas.
Murió la mañana del jueves en su casa de Xalapa, unos 300 kilómetros al este de Ciudad de México, donde vivía lejos de toda actividad pública bajo el cuidado de su sobrina Laura Demeneghi.
"Lamentamos la partida de Sergio Pitol. Celebramos su vida y su legado literario, en el cual aportó a las letras universales una obra narrativa original, traducciones y ensayos que perdurarán a través de los años", expresó la ministra de Cultura de México, María Cristina García Cepeda.
Demeneghi dijo a medios locales que Pitol, que había cumplido 85 años hace menos de un mes, pasó una noche difícil y murió por la mañana. Los servicios funerarios se harán hoy en Xalapa.
El escritor, nacido en Puebla el 18 de marzo de 1933, manejaba siete idiomas y tradujo a autores como Anton Chéjov, Joseph Conrad, Witold Gombrowicz y Henry James.
Tuvo una infancia difícil. Siendo niño quedó huérfano y perdió a una hermana. "Fui desde los cinco años un lector de tiempo completo y eso creo que me salvó la vida", afirmaba.
Criado por su abuela, se entregó a la lectura de autores como Julio Verne y Charles Dickens, sobre todo después de que se vio obligado a dejar la escuela y recluirse en casa al contraer malaria.
Pitol, ganador del Premio Herralde de Novela en 1984 y el Juan Rulfo en 1999, estudió derecho en la Universidad Nacional Autónoma de México y fue un gran trotamundos.
Estudió y vivió en Europa por casi tres décadas, trabajó en Pekín como traductor y se desempeñó como agregado cultural y consejero de las embajadas mexicanas en Yugoslavia, Polonia, Francia, Hungría y la Unión Soviética.
Se inició en la escritura a los 24 años con el relato "Victorio Ferri cuenta un cuento".
Su obra ha sido traducida a numerosos idiomas, entre ellos al francés, alemán, italiano, polaco, húngaro, holandés, ruso, portugués y chino, y él mismo tradujo al español más de 40 libros de otros autores.
Autoridades y escritores lamentaron su fallecimiento. "Su humor, su lucidez y su serena rebeldía nos harán falta", escribió en Twitter el escritor Jorge Volpi, autor de "Una novela criminal" y "En busca de Klingsor".
Pitol, afirmó Volpi, fue "uno de los mayores escritores de nuestra lengua, maestro generoso, traductor impecable, autor de al menos dos obras perfectas: 'El desfile del amor' y 'El arte de la fuga".
"Con su desaparición se pierde uno de los grandes escritores que han contribuido a enriquecer el legado literario en español", expresó en tanto el ministro de Cultura de España, Íñigo Méndez de Vigo.
"Cuando apenas faltan unos días para la entrega del Premio Cervantes al nicaragüense Sergio Ramírez, es muy triste recibir la noticia de la muerte de Sergio Pitol", añadió en un comunicado.
El escritor no tenía familiares directos y vivía bajo la tutela del sistema de protección a la familia DIF de Veracruz, al cuidado de un primo y una sobrina.
Su tutela estuvo los últimos años rodeada de controversias. Su sobrina denunció, después de asumir su cuidado, que de la casa de Pitol desaparecieron objetos importantes como la medalla del Premio Cervantes cuando estuvo bajo cuidado de otras personas.