Para la organización de defensa de los Derechos Humanos, Human Rights Watch (HRW), que cita testimonios de personal médico y de testigos, al menos 84 personas murieron en Libia desde el principio de las manifestaciones, el pasado martes 15 de febrero.
"Las autoridades libias deben parar inmediatamente los ataques contra los manifestantes pacíficos y protegerlos de los grupos armados progubernamentales", afirmó en un comunicado HRW, con sede en Nueva York.
Un recuento realizado por la AFP a partir de diferentes fuentes locales el viernes por la tarde totalizaba 41 muertos, en momentos en que testigos y medios de comunicación indicaban que varios edificios públicos y vehículos se habían incendiado en varias ciudades.
El fiscal general de Libia, Abdelrahman Al Abar, ordenó una investigación sobre la violencia ejercida en ocasión de las manifestaciones contra el régimen, indicó el sábado una fuente fidedigna.
"El fiscal ordenó la apertura de una investigación sobre las razones y el balance de los acontecimientos en algunas ciudades, e instó a acelerar los procedimientos para juzgar a todas las personas culpables de muertes o saqueos", agregó sin brindar más detalles dicha fuente, que pidió el anonimato.
Mientras tanto, una fuente allegada al poder indicó que las fuerzas de seguridad "recibieron la orden de salir del centro de la ciudad de Al Baida (a 1.200 km al este de Trípoli) para evitar enfrentamientos con los manifestantes".
En cambio, la situación en Trípoli seguía estando más tranquila el sábado, al igual que los días anteriores, durante los cuales partidarios del régimen se manifestaron con fotos de Kadhafi.
Según la empresa con sede en Estados Unidos Arbor Networks, el servicio de Internet fue cortado el viernes en Libia, donde el gobierno querría quitar a los manifestantes opositores formas de organización y comunicación.
Kadhafi no ha realizado declaraciones públicas desde el inicio de la movilización, pero los comités revolucionarios, columna vertebral de su régimen, amenazaron el viernes, en la página web de su periódico Azahf Al Ajdar (La Marcha Verde), con una respuesta "violenta y fulminante" a los manifestantes.
"El poder del pueblo, la Jamahiriya (poder de las masas), la revolución y el líder (Kadhafi) constituyen líneas rojas. El que intente sobrepasarlas o acercarse a ellas se arriesga al suicidio y juega con fuego", advirtieron.
Desde el martes se están llevando a cabo manifestaciones sin precedentes contra el régimen, similares a las organizadas en otros países musulmanes, como las revueltas que llevaron a la caída a los presidentes de dos países vecinos de Libia, Túnez y Egipto.
"Las autoridades libias deben parar inmediatamente los ataques contra los manifestantes pacíficos y protegerlos de los grupos armados progubernamentales", afirmó en un comunicado HRW, con sede en Nueva York.
Un recuento realizado por la AFP a partir de diferentes fuentes locales el viernes por la tarde totalizaba 41 muertos, en momentos en que testigos y medios de comunicación indicaban que varios edificios públicos y vehículos se habían incendiado en varias ciudades.
El fiscal general de Libia, Abdelrahman Al Abar, ordenó una investigación sobre la violencia ejercida en ocasión de las manifestaciones contra el régimen, indicó el sábado una fuente fidedigna.
"El fiscal ordenó la apertura de una investigación sobre las razones y el balance de los acontecimientos en algunas ciudades, e instó a acelerar los procedimientos para juzgar a todas las personas culpables de muertes o saqueos", agregó sin brindar más detalles dicha fuente, que pidió el anonimato.
Mientras tanto, una fuente allegada al poder indicó que las fuerzas de seguridad "recibieron la orden de salir del centro de la ciudad de Al Baida (a 1.200 km al este de Trípoli) para evitar enfrentamientos con los manifestantes".
En cambio, la situación en Trípoli seguía estando más tranquila el sábado, al igual que los días anteriores, durante los cuales partidarios del régimen se manifestaron con fotos de Kadhafi.
Según la empresa con sede en Estados Unidos Arbor Networks, el servicio de Internet fue cortado el viernes en Libia, donde el gobierno querría quitar a los manifestantes opositores formas de organización y comunicación.
Kadhafi no ha realizado declaraciones públicas desde el inicio de la movilización, pero los comités revolucionarios, columna vertebral de su régimen, amenazaron el viernes, en la página web de su periódico Azahf Al Ajdar (La Marcha Verde), con una respuesta "violenta y fulminante" a los manifestantes.
"El poder del pueblo, la Jamahiriya (poder de las masas), la revolución y el líder (Kadhafi) constituyen líneas rojas. El que intente sobrepasarlas o acercarse a ellas se arriesga al suicidio y juega con fuego", advirtieron.
Desde el martes se están llevando a cabo manifestaciones sin precedentes contra el régimen, similares a las organizadas en otros países musulmanes, como las revueltas que llevaron a la caída a los presidentes de dos países vecinos de Libia, Túnez y Egipto.