"La defensa cuenta", afirmaron los jefes de Estado y de gobierno luego de dos horas de discusiones en Bruselas. "La Unión Europea debe asumir responsabilidades más importantes" ante los desafíos de seguridad que enfrentan los 28 países.
Esta es la primera vez en cinco años que los mandatarios del bloque europeo tratan temas de defensa en una cumbre.
Pero dejando de lado estas declaraciones, la reunión puso a la luz que las divergencias persisten sobre un tema sensible que atañe a la soberanía de los Estados.
El primer ministro británico, David Cameron, marcó el límite al llegar al encuentro, afirmando que no aceptaría la creación de una fuerza militar europea.
"Es sensato para las naciones cooperar en el sector de la defensa para garantizar nuestra seguridad. (...) Pero no es correcto para la UE que tenga capacidades comunes, ejércitos y fuerzas aéreas", notó.
El primer ministro belga, Elio Di Rupo, resumió el estado general defendiendo la política de los "pequeños pasos", incluso aunque "estemos lejos de una defensa integrada".
Una fuente europea fue más tajante. Europa "avanza a paso de hormiga", señaló.
La voluntad de avanzar quedó plasmada en el documento parcial de conclusiones. Los líderes concordaron en la importancia de invertir en cuatro sectores en los que las falencias de Europa son patentes: los drones, el suministro en vuelo, los satélites de comunicación y la ciberdefensa.
La ambición es desarrollar, al menos con siete países, un aparato europeo no tripulado de media altitud y largo alcance que pueda ser utilizado con fines militares así como civiles.
Los mandatarios celebraron, según las conclusiones, la intención de la Comisión Europea de evaluar la utilización de fondos del programa Horizonte 2020 para el desarrollo de proyectos tecnológicos mixtos (civiles y militares).
Dotado con 70.000 millones de euros, ese programa hasta ahora sólo permitía financiar proyectos civiles.
Asimismo figura en el texto de conclusiones un apoyo fiscal a la industria de la defensa "que no distorsione los mercados" del sector, y se adecúe por lo tanto a las reglas de competencia dentro de la Unión Europea.
Europa "no tiene capacidad en un mundo cuyo peso (geopolítico) va cambiando, tenemos que unirnos", indicó esta fuente que se mostró satisfecha por los avances logrados.
Fondo para operaciones militares
Al llegar a Bruselas el presidente francés, François Hollande, pidió a la UE que apoye financieramente las operaciones militares francesas en Africa y abogó por la creación de un fondo especial para financiar operaciones de emergencia.
Francia recibió el apoyo "de casi todos" los gobiernos europeos para las operaciones militares en Malí o en República Centroafricana, dijo el mandatario francés agregando que "el financiamiento debe seguir a este apoyo político".
A principios de diciembre Francia lanzó una nueva operación militar en Africa, luego de la de Malí en enero, esta vez las tropas galas ingresaron a la República Centroafricana, y en un contexto de rigor fiscal y desaceleración económica las arcas públicas francesas resienten cada vez más estas decisiones.
Unión bancaria
Esta noche, durante la cena, los mandatarios debían tratar el tema de la unión bancaria, luego del acuerdo sobre uno de sus pilares alcanzado la víspera por sus ministros de Economía.
El expediente de la unión bancaria estuvo en negociación durante meses, pero ante la inminencia de las elecciones alemanas y luego la formación del gobierno de Angela Merkel, recién se halló un acuerdo el miércoles por la noche.
El acuerdo apunta a que los contribuyentes dejen de pagar de sus bolsillos cualquier crisis bancaria como la que desde 2008 tumbó a las economías occidentales y dejó a millones de personas sin empleo.
Pero la crisis de confianza creada entre los ciudadanos debería tardar en resolverse.
El acuerdo alcanzado el miércoles por la noche fue sobre uno de los pilares de la unión bancaria, el denominado Mecanismo Único de Resolución (MUR), un sistema que permitirá cerrar o rescatar una entidad de la zona euro en dificultad sin castigar al conjunto de los ciudadanos.
En noviembre la UE ratificó la creación del otro pilar de la unión bancaria, un mecanismo destinado a supervisar a los bancos de la zona euro y cuyo objetivo es prevenir eventuales dificultades. Esta supervisión la llevará a cabo el Banco Central Europeo (BCE).
El Parlamento Europeo debe ahora ratificar el pacto, pero ya fluyen las críticas sobre un sistema considerado como muy complejo.
"El mecanismo de resolución único no debe ser un mecanismo de resolución múltiple", advirtió este jueves el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, que vaticinó "muy largas negociaciones" sobre este texto.