La lengua aymara o aimara, utilizada por los pueblos indígenas ancestrales, se habla en diferentes variantes en todos esos países, excepto México.
El congreso, efectuado durante tres días en La Paz, abordó cinco ejes temáticos, entre estos la semiología, las políticas lingüísticas, la cosmovisión y los saberes y conocimientos.
Una conclusión inicial es la de elaborar un diccionario único de aymara "donde el concepto de las palabras también esté desarrollado en el mismo idioma", según Wálter Gutiérrez, jefe de la unidad de políticas interculturales del Ministerio de Educación de Bolivia.
La meta es también fortalecer el idioma más aún luego que la Universidad Pública de El Alto (Upea) alertó en julio que cada año un 2% de la población de Bolivia, Perú, Chile y Argentina deja de hablar esa lengua.
Según la investigación académica, "los padres ya no lo enseñan a sus hijos, lo que provoca su extinción y eso nos preocupa".
"La desaparición del aymara en Argentina es inminente", vaticinó en tanto Gutiérrez.
A pesar de esas perspectivas, el aymara "a partir de este gobierno ha tenido un énfasis", sostiene Martha González, coordinadora del Instituto de Cultura y Lengua Aymara (ILCA) de Bolivia.
Desde la asunción en 2006 de Evo Morales, primer presidente indígena boliviano -nacido en una población aymara de los Andes-, "actualmente se está recuperando la identidad" y "nuestros mismos hijos están empezando (a expresarse) con el aymara nuevamente", atajó González.
Su gobierno impulsó en 2009 la aprobación de una nueva Constitución que reconoce, además del castellano, 36 "idiomas de las naciones y pueblos indígenas originarios campesinos".
Unos 3 millones de personas hablan aymara en Perú, Chile, Argentina y Bolivia, donde se encuentran más de la mitad y también hay una gran población de quechua parlantes.