Inicio
Política
El abogado Jeffrey Lichtman
Un juicio nulo podría quizá ser la única opción con la que Joaquín "El Chapo" Guzmán, el nuevo cliente de Lichtman, pudiera evitar pasar el resto de su vida en una prisión estadounidense.
Contra el presunto ex jefe del cártel de Sinaloa hay 17 cargos en la Corte Federal del Distrito Este de Nueva York. Ninguno es un delito de sangre, pero en el juicio que arrancará el 5 de noviembre sería suficiente con que el jurado declare culpable al narco mexicano en solo uno de ellos para que sea sentenciado a cadena perpetua.
Lichtman se incorporó oficialmente el lunes al equipo de defensa de "El Chapo", a falta de poco más de dos meses y medio para que arranque uno de los juicios por narcotráfico más mediáticos de las últimas décadas en Estados Unidos. Guzmán, que escapó dos veces de prisión en México, llegó a ser considerado el narcotraficante más poderoso del mundo. Chicago lo declaró enemigo público número 1 como a Al Capone.
Eduardo Balarezo ha sido hasta ahora su abogado principal. Lleva trabajando en el caso un año. En septiembre pasado relevó a los dos abogados de oficio que tuvo el narco los primeros ocho meses tras su extradición, en enero de 2017.
Lichtman tendría que haber entrado también entonces. Pero la negativa de la fiscalía a garantizar que no buscaría incautar los honorarios si sospechaba que procedían del narcotráfico lo mantuvo al margen hasta el momento. Ahora asegura que el problema financiero "se ha resuelto". Estados Unidos y México estiman en 14.000 millones de dólares el dinero amasado por "El Chapo" con sus negocios ilícitos, pero no han logrado encontrar hasta ahora un solo centavo.
El cobro de los honorarios no ha sido fácil para Balarezo. El régimen de aislamiento en el que está "El Chapo", que en su prisión de máxima seguridad de Manhattan solo puede recibir la visita de sus dos hijas pequeñas, ha dificultado el cobro al letrado. Balarezo publicó en febrero una carta de Guzmán en la que pedía a su familia pagar al abogado. Este dijo entonces que solo le había llegado un pago e incompleto de los tres acordados para antes del juicio.
La entrada de Lichtman en el caso no parece haber caído bien a Balarezo, que lleva además un año privado de sueño y de tiempo compartido con la familia ante la montaña de documentación a la que ha tenido que enfrentarse junto a su colega William B. Purpura.
"Nuestro pequeño equipo ha venido trabajando duro por muchos meses para organizar literalmente montañas de proposiciones de pruebas (de la fiscalía) en preparación del juicio y para asegurar que los derechos del señor Guzmán están protegidos", dijo Balarezo a dpa. "Esperamos que el señor Lichtman esté preparado para arremangarse y ponerse a trabajar a falta de poco más de dos meses del juicio".
Nada más asumir el caso, la fiscalía entregó a Balarezo más de 320.000 folios y miles de audios. El pasado julio lanzó sobre él más de 82 gigabytes de datos con aproximadamente 117.000 archivos de sonido y 1.125 páginas de documentos, entre otros datos. El juez le concedió entonces un aplazamiento de dos meses del inicio del juicio, el segundo que ha logrado.
Y ahora, Lichtman se pone al frente de la defensa junto a él. Los dos abogados, ideológicamente en las antípodas, tendrán que trabajar juntos en los dos meses y medio que quedan para el inicio del proceso y durante los casi cuatro que está previsto que dure.
Balarezo, nacido en la ciudad ecuatoriana de Guayaquil hace 51 años, llegó a Estados Unidos de niño. Tiene su despacho en Washington DC. Gran aficionado al fútbol europeo, es seguidor del Barça y de Leo Messi. Como liberal demócrata -que en Estados Unidos es sinónimo de progresista-, no le gusta Donald Trump, al que atiza desde Twitter. Lo ha llamado "corrupto" y "traidor", entre otras cosas.
Lichtman nació en una familia judía de Newark, Nueva Jersey, hace 53 años. Estudió Derecho en la escuela de leyes de la Duke University y tiene su bufete en Nueva York. Gran aficionado al béisbol, es de derechas y un simpatizante de Trump. Desde su cuenta de Twitter, cuyos tuits ha protegido recientemente, critica al ex presidente Barack Obama, a los demócratas y a todo al que considera antijudío.
En lo que coinciden ambos es en la dificultad de la defensa de "El Chapo". Balarezo asegura que la fiscalía, a la que ha acusado de ocultarle información y de dificultarle el trabajo, ha hecho del caso "un símbolo emblemático" y busca una condena a toda costa.
"Creo que será muy difícil para el señor Guzmán encontrar a 12 jurados que puedan sacar de sus mentes todo lo que han visto y oído sobre él durante años, mucho de ello inexacto", manifesto hoy por su parte Lichtman a dpa, que dijo no obstante confiar en la Justicia. Sobre la posibilidad de un juicio nulo como en el caso de Gotti evitó pronunciarse.
Contra el presunto ex jefe del cártel de Sinaloa hay 17 cargos en la Corte Federal del Distrito Este de Nueva York. Ninguno es un delito de sangre, pero en el juicio que arrancará el 5 de noviembre sería suficiente con que el jurado declare culpable al narco mexicano en solo uno de ellos para que sea sentenciado a cadena perpetua.
Lichtman se incorporó oficialmente el lunes al equipo de defensa de "El Chapo", a falta de poco más de dos meses y medio para que arranque uno de los juicios por narcotráfico más mediáticos de las últimas décadas en Estados Unidos. Guzmán, que escapó dos veces de prisión en México, llegó a ser considerado el narcotraficante más poderoso del mundo. Chicago lo declaró enemigo público número 1 como a Al Capone.
Eduardo Balarezo ha sido hasta ahora su abogado principal. Lleva trabajando en el caso un año. En septiembre pasado relevó a los dos abogados de oficio que tuvo el narco los primeros ocho meses tras su extradición, en enero de 2017.
Lichtman tendría que haber entrado también entonces. Pero la negativa de la fiscalía a garantizar que no buscaría incautar los honorarios si sospechaba que procedían del narcotráfico lo mantuvo al margen hasta el momento. Ahora asegura que el problema financiero "se ha resuelto". Estados Unidos y México estiman en 14.000 millones de dólares el dinero amasado por "El Chapo" con sus negocios ilícitos, pero no han logrado encontrar hasta ahora un solo centavo.
El cobro de los honorarios no ha sido fácil para Balarezo. El régimen de aislamiento en el que está "El Chapo", que en su prisión de máxima seguridad de Manhattan solo puede recibir la visita de sus dos hijas pequeñas, ha dificultado el cobro al letrado. Balarezo publicó en febrero una carta de Guzmán en la que pedía a su familia pagar al abogado. Este dijo entonces que solo le había llegado un pago e incompleto de los tres acordados para antes del juicio.
La entrada de Lichtman en el caso no parece haber caído bien a Balarezo, que lleva además un año privado de sueño y de tiempo compartido con la familia ante la montaña de documentación a la que ha tenido que enfrentarse junto a su colega William B. Purpura.
"Nuestro pequeño equipo ha venido trabajando duro por muchos meses para organizar literalmente montañas de proposiciones de pruebas (de la fiscalía) en preparación del juicio y para asegurar que los derechos del señor Guzmán están protegidos", dijo Balarezo a dpa. "Esperamos que el señor Lichtman esté preparado para arremangarse y ponerse a trabajar a falta de poco más de dos meses del juicio".
Nada más asumir el caso, la fiscalía entregó a Balarezo más de 320.000 folios y miles de audios. El pasado julio lanzó sobre él más de 82 gigabytes de datos con aproximadamente 117.000 archivos de sonido y 1.125 páginas de documentos, entre otros datos. El juez le concedió entonces un aplazamiento de dos meses del inicio del juicio, el segundo que ha logrado.
Y ahora, Lichtman se pone al frente de la defensa junto a él. Los dos abogados, ideológicamente en las antípodas, tendrán que trabajar juntos en los dos meses y medio que quedan para el inicio del proceso y durante los casi cuatro que está previsto que dure.
Balarezo, nacido en la ciudad ecuatoriana de Guayaquil hace 51 años, llegó a Estados Unidos de niño. Tiene su despacho en Washington DC. Gran aficionado al fútbol europeo, es seguidor del Barça y de Leo Messi. Como liberal demócrata -que en Estados Unidos es sinónimo de progresista-, no le gusta Donald Trump, al que atiza desde Twitter. Lo ha llamado "corrupto" y "traidor", entre otras cosas.
Lichtman nació en una familia judía de Newark, Nueva Jersey, hace 53 años. Estudió Derecho en la escuela de leyes de la Duke University y tiene su bufete en Nueva York. Gran aficionado al béisbol, es de derechas y un simpatizante de Trump. Desde su cuenta de Twitter, cuyos tuits ha protegido recientemente, critica al ex presidente Barack Obama, a los demócratas y a todo al que considera antijudío.
En lo que coinciden ambos es en la dificultad de la defensa de "El Chapo". Balarezo asegura que la fiscalía, a la que ha acusado de ocultarle información y de dificultarle el trabajo, ha hecho del caso "un símbolo emblemático" y busca una condena a toda costa.
"Creo que será muy difícil para el señor Guzmán encontrar a 12 jurados que puedan sacar de sus mentes todo lo que han visto y oído sobre él durante años, mucho de ello inexacto", manifesto hoy por su parte Lichtman a dpa, que dijo no obstante confiar en la Justicia. Sobre la posibilidad de un juicio nulo como en el caso de Gotti evitó pronunciarse.
