De acuerdo con esa encuesta, el 86,3% de los italianos aprueba también una simplificación de las leyes para obtener el divorcio, contra el 82,2% de los entrevistados el año anterior.
El sondeo, realizado entre el 21 de diciembre y el 4 de enero, se basa en entrevistas con 1.500 personas representativas de la sociedad italiana.
El 77,2% se pronunció a favor de una legislación que reglamente la unión de las parejas de hecho, existente en la mayoría de los países de Europa, y aprueba leyes para la unión homosexual.
La reproducción asistida, prohibida tajantemente por la Iglesia católica, es aceptada por el 79,4%, sostiene la entidad, uno de los institutos de sondeos más prestigiosos del país.
En un año, las personas que aprobaban algunas formas de eutanasia para casos extremos pasaron de 50,1% a 64,6%.
El suicidio asistido, contemplado en la legislación de muchos países como delito (consistente en asistir a una persona que desea terminar con su vida aunque no esté enferma), obtuvo una alta aprobación: 63,8%, si bien el número de los que se oponían a ese tipo de auxilio en el 2011 era mayor, 71,6%.
La clase política está muy dividida frente a tales cuestiones de la sociedad moderna y suele evitar enfrentarse a la Iglesia católica, cuya influencia en la península es enorme.
El cardenal Angelo Bagnasco, presidente de la conferencia episcopal, recordó recientemente que la Iglesia católica considera que algunos valores "no son negociables" e instó a los políticos católicos a no votar leyes que no respeten la vida desde su concepción hasta su fin natural.
Aun si tales temas no han entrado en la campaña de las elecciones del 24 y 25 de febrero, dominada más por la crisis económica y social, los candidatos de la mayoría de los partidos, tanto de derecha como de izquierda, rehuyen abordarlos por el temor de perder votos.