Al mismo tiempo, miles de partidarios de grupos separatistas se congregaban este martes para reclamar la secesión del sur de Yemen, que era un Estado independiente hasta 1990.
Milicianos armados chiitas, llamados huthis, se apoderaron el lunes por la noche de importantes sectores de Hodeida, a 230 km al oeste de Saná, prácticamente sin resistencia por parte de las fuerzas gubernamentales, ha informado este martes una fuente de seguridad.
Antes de tomar el control del puerto y del aeropuerto, "se desplegaron masivamente en la ciudad, patrullando las principales arterias", declaró.
Los insurgentes han establecido controles paralelos a los de las fuerzas gubernamentales.
Según un responsable de la administración local, un guardia ha muerto el martes cuando los rebeldes se han apoderado de la sede del tribunal comercial.
El puerto de Hodeida, con más de dos millones de habitantes, es el segundo más importante de Yemen, después del de Adén (sur).
La ciudad era blanco de los rebeldes chiitas que pedían desde hace años una apertura al mar Rojo para los territorios que controlan en la provincia de Saada (norte), fronteriza con Arabia Saudita.
Según varias fuentes los huthis se han apoderado de un depósito de armas del ejército a la entrada de la ciudad y después avanzaron hacia el centro.
El anuncio de la toma de Hodeida se produce al día siguiente de que los rebeldes dieran el visto bueno al nombramiento de un nuevo primer ministro, Jaled Bahah, que deberá resolver la crisis política en la que está inmerso el país desde hace meses.
Además incumple el acuerdo de paz firmado el 21 de septiembre que prevé la retirada de los huthis armados de Saná y la reanudación del proceso de reconciliación nacional para salvar la transición política entablado tras la caída en 2012 del expresidente Ali Abdala Saleh.