Lula Da Silva, Ahmadi Nijad y Erdogan
"Fue una victoria de la diplomacia", dijo Lula este lunes sobre el acuerdo alcanzado en Teherán. "Fue una respuesta de que es posible, con diálogo, construir la paz y el desarrollo", añadió.
El presidente brasileño hizo estas declaraciones desde la base aérea de Teherán, para su programa de radio de los lunes con la radio estatal, antes de viajar a Madrid, donde participará de la VI cumbre eurolatinoamericana.
El canciller brasileño Celso Amorim consideró por su parte que el acuerdo "debe ser suficiente" para evitar las sanciones a Irán que están siendo consideradas en el Consejo de Seguridad de la ONU por el programa nuclear iraní. "No vemos ninguna razón para que continúe ese movimiento en favor de las sanciones", expresó.
"La declaración entre Turquía, Brasil e Irán contiene todos los elementos necesarios para que haya un acuerdo de intercambio de uranio por elementos combustibles", garantizó el ministro Amorim en la misma entrevista radial.
Amorim admitió que el acuerdo "no resolverá todas las cuestiones que existen, pero es un pasaporte para que pueda haber discusiones más amplias que creen la confianza en la comunidad internacional y, al mismo tiempo, permita a Irán ejercer el derecho legítimo a la energía nuclear para fines pacíficos".
Irán, Turquía y Brasil firmaron este lunes un acuerdo para el canje de uranio iraní por combustible nuclear enriquecido a 20% en territorio turco, basado en una propuesta original de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA). El acuerdo pretende superar la crisis generada por la política de enriquecimiento de uranio de Teherán.
El acuerdo no obstante, fue recibido con reservas por la comunidad internacional.
Un portavoz de la jefa de la diplomacia de la Unión Europea, Catherine Ashton, dijo que este "no responde a todas las inquietudes" de la comunidad internacional.
El ministerio francés de Relaciones Exteriores consideró que no soluciona el problema de fondo del programa nuclear iraní y que Teherán siga enriqueciendo uranio.
La comunidad internacional teme que Irán, a pesar de sus desmentidos, intente dotarse del arma nuclear y amenazó a la República Islámica de nuevas sanciones si proseguía su política de enriquecimiento, la que se aceleró durante los últimos meses.
El acuerdo fue firmado por los ministros de Relaciones Exteriores de los tres países en presencia de los presidentes iraní, Mahmud Ahmadinejad, y brasileño y del primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, reunidos para una cumbre en Teherán.
Brasil y Turquía ocupan un puesto no permanente por dos años en el Consejo de Seguridad de la ONU. Ambos han defendido un acuerdo diplomático con Irán que evite nuevas sanciones contra Teherán.
El presidente brasileño hizo estas declaraciones desde la base aérea de Teherán, para su programa de radio de los lunes con la radio estatal, antes de viajar a Madrid, donde participará de la VI cumbre eurolatinoamericana.
El canciller brasileño Celso Amorim consideró por su parte que el acuerdo "debe ser suficiente" para evitar las sanciones a Irán que están siendo consideradas en el Consejo de Seguridad de la ONU por el programa nuclear iraní. "No vemos ninguna razón para que continúe ese movimiento en favor de las sanciones", expresó.
"La declaración entre Turquía, Brasil e Irán contiene todos los elementos necesarios para que haya un acuerdo de intercambio de uranio por elementos combustibles", garantizó el ministro Amorim en la misma entrevista radial.
Amorim admitió que el acuerdo "no resolverá todas las cuestiones que existen, pero es un pasaporte para que pueda haber discusiones más amplias que creen la confianza en la comunidad internacional y, al mismo tiempo, permita a Irán ejercer el derecho legítimo a la energía nuclear para fines pacíficos".
Irán, Turquía y Brasil firmaron este lunes un acuerdo para el canje de uranio iraní por combustible nuclear enriquecido a 20% en territorio turco, basado en una propuesta original de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA). El acuerdo pretende superar la crisis generada por la política de enriquecimiento de uranio de Teherán.
El acuerdo no obstante, fue recibido con reservas por la comunidad internacional.
Un portavoz de la jefa de la diplomacia de la Unión Europea, Catherine Ashton, dijo que este "no responde a todas las inquietudes" de la comunidad internacional.
El ministerio francés de Relaciones Exteriores consideró que no soluciona el problema de fondo del programa nuclear iraní y que Teherán siga enriqueciendo uranio.
La comunidad internacional teme que Irán, a pesar de sus desmentidos, intente dotarse del arma nuclear y amenazó a la República Islámica de nuevas sanciones si proseguía su política de enriquecimiento, la que se aceleró durante los últimos meses.
El acuerdo fue firmado por los ministros de Relaciones Exteriores de los tres países en presencia de los presidentes iraní, Mahmud Ahmadinejad, y brasileño y del primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, reunidos para una cumbre en Teherán.
Brasil y Turquía ocupan un puesto no permanente por dos años en el Consejo de Seguridad de la ONU. Ambos han defendido un acuerdo diplomático con Irán que evite nuevas sanciones contra Teherán.