Luiz Inacio Lula da Silva
Pronunciando un encendido discurso durante la apertura del Foro de Sao Paulo, que él creó en 1990 cuando aún faltaba más de una década para su llegada al poder, Lula insistió en que los partidos de izquierda no pueden "seguir funcionando en forma tradicional", poniendo como ejemplo que las recientes protestas callejeras en Brasil tomaron a todo el mundo "por sorpresa".
"No podemos seguir funcionando en la forma tradicional que tenemos para funcionar. Estos movimientos que ocurrieron en Brasil tomaron por sorpresa a todos los partidos, a la izquierda, al movimiento sindical y social", declaró el popular exmandatario, en el evento en Sao Paulo.
"Nos tomaron por sorpresa, porque nosotros aún actuamos de una manera antigua para hacer política", reconoció.
Lula, presidente en dos períodos (2003-10), insistió: "estoy convencido de que podemos tener un nuevo modelo de izquierda".
"Creo que tenemos condiciones de presentar cosas nuevas que necesitan ser presentadas en el mundo. Muchos se molestaron cuando dije que 'gracias a Dios cayó el Muro de Berlín', pero así podíamos pensar de nuevo", comentó Lula.
"El manual debe ser escrito cada día, porque el pueblo evoluciona cada día", insistió el exmandatario, que tuvo en este discurso su primera aparición pública desde el estallido de las masivas movilizaciones que sacudieron Brasil en junio.
Para Lula, lo que ocurrió en las calles "fue extraordinario".
"Comenzamos a ver que el pueblo que consiguió ir a la universidad en nuestro gobierno, ahora quiere otro paradigma. El que quería tener carro, ahora se enoja porque no consigue circular porque hay muchos carros. El que no tiene carro, se enoja porque el transporte público no es bueno", comentó.
"Comienzan a exigir más servicios públicos, más calidad. Esa es la lógica de lo que está ocurriendo en el país y es bueno que así sea", planteó el expresidente, que celebra haber sacado de la pobreza a millones de personas durante sus mandatos.
Pero más de un millón de brasileños reclamaron hace poco más y mejores servicios públicos, a la vez que cargaron contra la corrupción, los partidos políticos de todo espectro y los gastos del Estado en la Copa del Mundo-2014.
La presidenta Dilma Rousseff, sucesora de Lula cuya popularidad se derrumbó tras las protestas, también se refirió a las movilizaciones en un mensaje enviado para la apertura del Foro.
"Estamos conscientes de que las manifestaciones son parte indisociable de nuestro proceso de avance social", comentó.
Durante las protestas los manifestantes, en su gran mayoría jóvenes, se declaraban apartidarios. En una de las varias jornadas en Sao Paulo, una bandera del Partido de los Trabajadores, de Rousseff y Lula, fue quemada por quienes que gritaban "¡sin partido, sin partido!"
Enfrentando el malestar
El Foro de Sao Paulo, que reúne a partidos de izquierda de América Latina y el Caribe, debatirá hasta el domingo cómo acelerar la integración y enfrentar nuevas demandas sociales y políticas nacidas en la región.
"El encuentro tiene dos objetivos principales: discutir formas de acelerar el proceso de integración regional y caminos para profundizar el proceso de mudanzas políticas, sociales y económicas en curso en nuestros países", señaló a la AFP Walter Pomar, secretario general del Foro.
El Foro también rendirá homenaje al expresidente venezolano Hugo Chávez, que murió en marzo pasado a causa de un cáncer, con un debate sobre el legado que ha dejado a la izquierda en la región.
"Es muy triste que Chávez no esté acá. Durante mucho tiempo vamos a sentir su falta. No es que haya personas insustituibles, pero él era una figura diferente", enfatizó Lula en medio de fuertes aplausos.
El anterior encuentro del Foro fue en Caracas en julio de 2012. La cita en Sao Paulo terminará el domingo con la participación del presidente de Bolivia, Evo Morales, según los organizadores.
"No podemos seguir funcionando en la forma tradicional que tenemos para funcionar. Estos movimientos que ocurrieron en Brasil tomaron por sorpresa a todos los partidos, a la izquierda, al movimiento sindical y social", declaró el popular exmandatario, en el evento en Sao Paulo.
"Nos tomaron por sorpresa, porque nosotros aún actuamos de una manera antigua para hacer política", reconoció.
Lula, presidente en dos períodos (2003-10), insistió: "estoy convencido de que podemos tener un nuevo modelo de izquierda".
"Creo que tenemos condiciones de presentar cosas nuevas que necesitan ser presentadas en el mundo. Muchos se molestaron cuando dije que 'gracias a Dios cayó el Muro de Berlín', pero así podíamos pensar de nuevo", comentó Lula.
"El manual debe ser escrito cada día, porque el pueblo evoluciona cada día", insistió el exmandatario, que tuvo en este discurso su primera aparición pública desde el estallido de las masivas movilizaciones que sacudieron Brasil en junio.
Para Lula, lo que ocurrió en las calles "fue extraordinario".
"Comenzamos a ver que el pueblo que consiguió ir a la universidad en nuestro gobierno, ahora quiere otro paradigma. El que quería tener carro, ahora se enoja porque no consigue circular porque hay muchos carros. El que no tiene carro, se enoja porque el transporte público no es bueno", comentó.
"Comienzan a exigir más servicios públicos, más calidad. Esa es la lógica de lo que está ocurriendo en el país y es bueno que así sea", planteó el expresidente, que celebra haber sacado de la pobreza a millones de personas durante sus mandatos.
Pero más de un millón de brasileños reclamaron hace poco más y mejores servicios públicos, a la vez que cargaron contra la corrupción, los partidos políticos de todo espectro y los gastos del Estado en la Copa del Mundo-2014.
La presidenta Dilma Rousseff, sucesora de Lula cuya popularidad se derrumbó tras las protestas, también se refirió a las movilizaciones en un mensaje enviado para la apertura del Foro.
"Estamos conscientes de que las manifestaciones son parte indisociable de nuestro proceso de avance social", comentó.
Durante las protestas los manifestantes, en su gran mayoría jóvenes, se declaraban apartidarios. En una de las varias jornadas en Sao Paulo, una bandera del Partido de los Trabajadores, de Rousseff y Lula, fue quemada por quienes que gritaban "¡sin partido, sin partido!"
Enfrentando el malestar
El Foro de Sao Paulo, que reúne a partidos de izquierda de América Latina y el Caribe, debatirá hasta el domingo cómo acelerar la integración y enfrentar nuevas demandas sociales y políticas nacidas en la región.
"El encuentro tiene dos objetivos principales: discutir formas de acelerar el proceso de integración regional y caminos para profundizar el proceso de mudanzas políticas, sociales y económicas en curso en nuestros países", señaló a la AFP Walter Pomar, secretario general del Foro.
El Foro también rendirá homenaje al expresidente venezolano Hugo Chávez, que murió en marzo pasado a causa de un cáncer, con un debate sobre el legado que ha dejado a la izquierda en la región.
"Es muy triste que Chávez no esté acá. Durante mucho tiempo vamos a sentir su falta. No es que haya personas insustituibles, pero él era una figura diferente", enfatizó Lula en medio de fuertes aplausos.
El anterior encuentro del Foro fue en Caracas en julio de 2012. La cita en Sao Paulo terminará el domingo con la participación del presidente de Bolivia, Evo Morales, según los organizadores.