Con una exposición, que lleva el título "Hecho en Roma", abierta al público este sábado en los imponentes Mercados de Trajano, en el corazón de Roma, se narra gracias a certificados, marcas, sellos y placas, el nacimiento de ese concepto, clave en la era de la globalización.
Más de 150 objetos, entre ellos ánforas, tejidos, vasos, platos, sellos, así como firmas, entre ellas Praxíteles, provenientes de museos romanos e internacionales, narran el "complejo sistema de identificación y reproducción" de objetos simbólicos para el Imperio romano, sobre todo bajo el largo gobierno de Augusto, el primer emperador.
"Queremos enseñar la historia a través de las pequeñas cosas", reconoció el superintendente para los Bienes Culturales de Roma, Claudio Parisi Presicce.
Una sección ha sido dedicada a 50 tiendas que ofrecen una valiosa información sobre el trabajo de las mujeres durante la antigüedad.
"El protagonista de la exposición es la marca y no sólo la marca de los objetos, también la marca del hombre sobre el hombre", explicó el comisario de la muestra, Simone Pastor.
En la antigüedad, no había una ley de derechos de autor, aunque los productos podían ser "reconocidos" por la marca que llevaban, explicó el experto.
Se trata pues de marcas, sellos y firmas que certificaban el nivel de perfección, su calidad, como puede ocurrir hoy en día con el "Made in Italy", sostiene Parisi Presicce.
Sorprende la marca que llevaban los esclavos, los cuales eran vendidos en subasta pública o, a veces en las tiendas, o por venta privada. Junto a cada esclavo iba colgado para la venta un tipo de placa que describía su origen, la salud, carácter, inteligencia, educación, toda la información pertinente para los compradores.
A lo largo del recorrido se aprecia el nacimiento de una especie de empresa "pre-industrial", en el que, gracias a la "Pax Romana" de Augusto, se desarrolla un sistema productivo y comercial de gran escala, con tiendas, empresas, corporaciones, artesanos, un transporte complejo y códigos de identificación comunes en todo el Mediterráneo.
"'Made in Roma' significaba para pueblos que no se conocían entre ellos que formaban parte de una tradición común", explicó Pastor.
Empezaba a nacer una "sociedad mestiza", comentó.
Además de objetos de la vida diaria, como las ánforas para contener aceite, vino, pescado macerado, que se vendían en todo el imperio, se marcaban objetos particulares.
Entre ellos los proyectiles de plomo o de terracota, utilizados por los dueños de jabalinas sobre los cuales los arqueólogos encontraron insultos o improperios dirigidos por un ejército a otro.
"¡Que te caiga encima, Antonio!", se podía leer en uno de ellos, usado durante la Guerra Civil (32-30 AC) entre las flotas de Octavio y de Marco Antonio y su aliada Cleopatra, batalla que saldó la victoria de Octavio.
Una marca que no pasa desapercibida es la de los condenados por "infamia" ni el collar con una placa en la que se lee "tenemene fucia et revo cameadomnum et viventium in aracallisti", traducido como "detenganme si escapo y devuelvanme a mi dueño".
Más de 150 objetos, entre ellos ánforas, tejidos, vasos, platos, sellos, así como firmas, entre ellas Praxíteles, provenientes de museos romanos e internacionales, narran el "complejo sistema de identificación y reproducción" de objetos simbólicos para el Imperio romano, sobre todo bajo el largo gobierno de Augusto, el primer emperador.
"Queremos enseñar la historia a través de las pequeñas cosas", reconoció el superintendente para los Bienes Culturales de Roma, Claudio Parisi Presicce.
Una sección ha sido dedicada a 50 tiendas que ofrecen una valiosa información sobre el trabajo de las mujeres durante la antigüedad.
"El protagonista de la exposición es la marca y no sólo la marca de los objetos, también la marca del hombre sobre el hombre", explicó el comisario de la muestra, Simone Pastor.
En la antigüedad, no había una ley de derechos de autor, aunque los productos podían ser "reconocidos" por la marca que llevaban, explicó el experto.
Se trata pues de marcas, sellos y firmas que certificaban el nivel de perfección, su calidad, como puede ocurrir hoy en día con el "Made in Italy", sostiene Parisi Presicce.
Sorprende la marca que llevaban los esclavos, los cuales eran vendidos en subasta pública o, a veces en las tiendas, o por venta privada. Junto a cada esclavo iba colgado para la venta un tipo de placa que describía su origen, la salud, carácter, inteligencia, educación, toda la información pertinente para los compradores.
- Hacia una 'sociedad mestiza' -
A lo largo del recorrido se aprecia el nacimiento de una especie de empresa "pre-industrial", en el que, gracias a la "Pax Romana" de Augusto, se desarrolla un sistema productivo y comercial de gran escala, con tiendas, empresas, corporaciones, artesanos, un transporte complejo y códigos de identificación comunes en todo el Mediterráneo.
"'Made in Roma' significaba para pueblos que no se conocían entre ellos que formaban parte de una tradición común", explicó Pastor.
Empezaba a nacer una "sociedad mestiza", comentó.
Además de objetos de la vida diaria, como las ánforas para contener aceite, vino, pescado macerado, que se vendían en todo el imperio, se marcaban objetos particulares.
Entre ellos los proyectiles de plomo o de terracota, utilizados por los dueños de jabalinas sobre los cuales los arqueólogos encontraron insultos o improperios dirigidos por un ejército a otro.
"¡Que te caiga encima, Antonio!", se podía leer en uno de ellos, usado durante la Guerra Civil (32-30 AC) entre las flotas de Octavio y de Marco Antonio y su aliada Cleopatra, batalla que saldó la victoria de Octavio.
Una marca que no pasa desapercibida es la de los condenados por "infamia" ni el collar con una placa en la que se lee "tenemene fucia et revo cameadomnum et viventium in aracallisti", traducido como "detenganme si escapo y devuelvanme a mi dueño".