“Mala racha” en relaciones gobierno-iglesia

En 2008 la jerarquía católica guardó distancia


La entrega de propiedades a la comunidad evangélica, exoneraciones de impuestos a diferentes congregaciones religiosas y exageración en sus demostraciones católicas, ubicando en las rotondas y bulevares de la capital imágenes de la Virgen María, son intenciones del gobierno del presidente Daniel Ortega reducidas a simples estrategias políticas, pues fueron actos realizados en período preelectoral y acompañados del candidato a alcalde de Managua del oficialista Frente Sandinista de Liberación Nacional



“Mala racha” en relaciones gobierno-iglesia
Leonor Álvarez

END - 07:15 - 23/12/2008


Los cuestionamientos de la jerarquía eclesial a los actos gubernamentales fueron una constante en el año 2008; tres cartas pastorales y diferentes comunicados y pronunciamientos de la Conferencia Episcopal lo demuestran. El último exhorto oficial del episcopado giró en torno a la necesidad del recuento de votos, como resultado de las elecciones municipales del pasado nueve de noviembre, un proceso por demás controvertido.

En una actitud de confrontación y en un intento por acallar las críticas de la jerarquía católica, el Poder Ejecutivo -–sin autorización alguna de la comuna capitalina ni de la Iglesia-- ordenó la colocación de imágenes de la Virgen María por toda la capital, mismas que fueron objeto del escarnio por quienes adversan esa religión. Las solicitudes episcopales de retirar los iconos de la vía pública fueron desoídas por el gobierno.

Los hechos están registrados. Un mes antes de los comicios municipales, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega Saavedra, inauguró la Plaza de la Biblia en compañía del entonces candidato a alcalde de Managua por el FSLN, Alexis Argüello, hoy electo en el cargo.

En el mismo evento, realizado el 29 de septiembre, Ortega exoneró de multas a todas las Organizaciones No Gubernamentales de carácter evangélico, porque “a Dios no se le puede multar”. Ortega se comprometió, además, a cumplir con la entrega de las escrituras de los lotes para levantar más templos cristianos.

Sólo días antes de las elecciones amanecieron en las rotondas y principales avenidas de la capital estatuas de la Inmaculada Concepción de María, símbolo de la Iglesia Católica de Nicaragua.

Irrespeto y manipulación
Para un presidente que se declaraba ateo en los años revolucionarios de los 80, sus manifestaciones religiosas y su amistad con el cardenal Miguel Obando sólo pueden ser interpretadas como una manipulación por la teóloga y poetisa nicaragüense Michelle Najlis.

Para Najlis, la relación del gobierno con la religión en general ha sido de irrespeto y manipulación de sus respectivos símbolos, al igual que lo han dicho los mismos representantes de la Iglesia Católica.

El vocero de la Curia Arzobispal, Rolando Álvarez, advirtió que la instalación de las efigies de la Virgen María podría ser un indicativo de una “ideologización de los símbolos católicos, es decir, que algún partido político puede estar usando los símbolos para sus fines políticos, y si es así, exigimos el cese a esa manipulación y que se retire las vírgenes”.

Las imágenes de la Virgen María fueron colocadas en los primeros días de noviembre sin la autorización de la Curia Arzobispal. Lo único que se conoció es que eran parte de una jornada de paz y reconciliación promovida por los Consejos del Poder Ciudadano, CPC.

Estado laico
“Es una bofetada a las conquistas históricas de este país, entre ellas el Estado laico”, dice Najlis. La teóloga explica que el Estado laico implica una relación de respeto mutuo entre las religiones y el gobierno, y que esto no quiere decir que sea antirreligioso, sino que es el único que puede garantizar la libertad de religión.

En el caso de la Plaza de la Biblia, Najlis lo interpreta como una manipulación más de los símbolos religiosos, al igual que las estatuas de la virgen. “Las buenas intenciones de entregar propiedades a los evangélicos quedan opacadas porque se evidencia que son actos oportunistas”, señala.

“La entrega de casas a los pastores es bueno, como también es bueno que le den casas a cualquier ciudadano de este país, pero desgraciadamente esa entrega de casas es un acto oportunista en un período preelectoral”, manifiesta Najlis.

Orteguistas contra todos
El proceso electoral de los comicios municipales y posteriormente los resultados definitivos provocaron una crisis social y política; además de la preocupación de diferentes sectores de la población y organizaciones civiles e institucionales, entre ellos la Conferencia Episcopal.

El 18 de noviembre, una marcha encabezada por el padre Modesto López, de El Crucero, fue frustrada por las amenazas de simpatizantes orteguistas armados con machetes, palos y piedras, que se apostaron en los principales puntos de la capital.

Debido a los ataques de los simpatizantes del gobierno de Ortega, la Conferencia Episcopal publicó un comunicado titulado: “La primera que quiere la paz es la Iglesia Católica”. En la nota de prensa los obispos hicieron un llamado condenando el uso de símbolos católicos en los eventos políticos, lamentaron la violencia política y pidieron transparencia a las autoridades electorales.

“Obispos aliados de Montealegre”
A finales de noviembre, los funcionarios del gobierno casi en coro calificaron a los obispos de opositores y aliados del candidato a alcalde de la Alianza Partido Liberal Constitucionalista, PLC, Eduardo Montealegre, y amenazaron con impedir sus procesiones católicas.

El Comandante Cero, Edén Pastora, ahora delegado de la Presidencia en Río San Juan, dijo en relación a la marcha católica que él no iría a fortalecer a los obispos a esa procesión. “Iría a fortalecer mi fe cristiana, a pedirle a Dios en esa manifestación que los sandinistas queremos la paz (...): ¡Señor, ilumina a tus obispos! Que no tomen partido y que todos gritemos queremos la paz...”, dijo Pastora.

Monseñor Abelardo Mata, de la Diócesis de Estelí, reaccionó al mensaje de Edén Pastora expresando que la Iglesia “condena la manipulación política y la profanación de sus eventos”.

“La Iglesia Católica convoca a todos los nicaragüenses, sin distingos de colores políticos, a orar por la paz, pero no nos gustaría que los políticos mancharan la fe católica con sus manoseos, así que nosotros reiteramos a la feligresía a comulgar con nuestro Señor Jesucristo y a los fanáticos del odio nosotros les decimos: ‘No profanen a la Iglesia’”, advirtió Mata.

Por su parte, el presidente ejecutivo del Fondo de Inversión Social de Emergencia, FISE, Nelson Artola, acusó a la cúpula católica de ser parte de un plan de desestabilización orquestado por Estados Unidos y la oposición local, para derrocar al gobierno de Ortega.
Jueves, 25 de Diciembre 2008
El Nuevo Diario, Nicaragua
           


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