Propaganda contra el divorcio, en Malta, que dice: Cristo si, divorcio no.
Los electores de Malta, pequeña isla mediterránea de 408.000 habitantes donde el 95% se declara católico, deben decir si aprueban la posibilidad de divorciarse después de cuatro años de separación.
El referendo sólo tiene un valor consultivo, ya que la adopción de una ley que autorice el divorcio debe pasar por un debate y una votación en el Parlamento.
Según los sondeos más recientes, los simpatizantes del Sí y del No, apoyado por la Iglesia Católica y el partido nacionalista al poder, están prácticamente igualados. No obstante, un 40% de los electores está indeciso.
Malta es, junto con Filipinas y el Vaticano, uno de los poquísimos Estados del mundo en los que está prohibido el divorcio. Chile, otro de los últimos en autorizarlo, lo legalizó en 2004, bajo fuerte presión de la opinión pública.
El referendo sólo tiene un valor consultivo, ya que la adopción de una ley que autorice el divorcio debe pasar por un debate y una votación en el Parlamento.
Según los sondeos más recientes, los simpatizantes del Sí y del No, apoyado por la Iglesia Católica y el partido nacionalista al poder, están prácticamente igualados. No obstante, un 40% de los electores está indeciso.
Malta es, junto con Filipinas y el Vaticano, uno de los poquísimos Estados del mundo en los que está prohibido el divorcio. Chile, otro de los últimos en autorizarlo, lo legalizó en 2004, bajo fuerte presión de la opinión pública.