Nacido en A Coruña en 1957, el autor de El lápiz del carpintero o Los libros arden mal, califica la poesía de "célula madre" de todo lo que escribe. "Reconozco", señala Rivas, "que me siento un poco contrabandista con los géneros literarios. En realidad me gusta mucho ese mestizaje de géneros, esa biodiversidad que está tan latente en la atmósfera cultural de nuestros días". La utilización de un género u otro le surge de modo espontáneo. El escritor se sirve de los círculos concéntricos para definir esa mezcla. "La poesía se hallaría en el núcleo central", comenta Rivas, "los cuentos en el círculo siguiente y después ya vendrían el teatro, la novela y las leyendas".
Sin duda alguna, hay mucho de la infancia de este coruñés irónico y melancólico en La desaparición de la nieve y él afirma rotundo que "se escribe con las manos llenas de memoria". Esa actitud explica que el poemario sea también un homenaje a seres queridos que han fallecido, como una hermana o unos amigos del escritor. "El título del libro", aclara Rivas, "significa un grito ecológico en contra de la destrucción del planeta, pero quiere reflejar, por otro lado, que debajo de la nieve desaparece la frontera entre los vivos y los muertos".
En un gesto muy infrecuente, Manuel Rivas ha publicado su libro en los cuatro idiomas que se hablan en España. Escrito originalmente en gallego, el propio autor ha traducido los poemas al castellano, mientras Biel Mesquida se ha encargado de verterlos al catalán y Jon Kortazar, al euskera. "El poemario pretende ser un arca de Noé" -manifiesta Rivas con convicción- "y por ello creo que hemos de alegrarnos de la riqueza de idiomas y no asociar las lenguas a una fuente de conflictos".
Escritor intimista y comprometido a un tiempo, Manuel Rivas presenta hoy su libro en Madrid, un 14 de abril, aniversario de la proclamación de la Segunda República en 1931. "Es una bonita fecha", apostilla un escritor que combina así lo privado y lo público, lo erótico y lo político en un poema como Cántiga de amor: "Se moverán los cuerpos / como maquis / por los límites de la noche. Entrarán nadando el uno en el otro, / Ma Senhor / como entraba el hambre en Galicia".
Sin duda alguna, hay mucho de la infancia de este coruñés irónico y melancólico en La desaparición de la nieve y él afirma rotundo que "se escribe con las manos llenas de memoria". Esa actitud explica que el poemario sea también un homenaje a seres queridos que han fallecido, como una hermana o unos amigos del escritor. "El título del libro", aclara Rivas, "significa un grito ecológico en contra de la destrucción del planeta, pero quiere reflejar, por otro lado, que debajo de la nieve desaparece la frontera entre los vivos y los muertos".
En un gesto muy infrecuente, Manuel Rivas ha publicado su libro en los cuatro idiomas que se hablan en España. Escrito originalmente en gallego, el propio autor ha traducido los poemas al castellano, mientras Biel Mesquida se ha encargado de verterlos al catalán y Jon Kortazar, al euskera. "El poemario pretende ser un arca de Noé" -manifiesta Rivas con convicción- "y por ello creo que hemos de alegrarnos de la riqueza de idiomas y no asociar las lenguas a una fuente de conflictos".
Escritor intimista y comprometido a un tiempo, Manuel Rivas presenta hoy su libro en Madrid, un 14 de abril, aniversario de la proclamación de la Segunda República en 1931. "Es una bonita fecha", apostilla un escritor que combina así lo privado y lo público, lo erótico y lo político en un poema como Cántiga de amor: "Se moverán los cuerpos / como maquis / por los límites de la noche. Entrarán nadando el uno en el otro, / Ma Senhor / como entraba el hambre en Galicia".