"Como investigadores asociados a universidades británicas, estamos profundamente preocupados por la ocupación ilegal de los territorios palestinos, las violaciones intolerables de los derechos humanos infligidas al conjunto del pueblo palestino y la aparente resistencia [de Israel] a cualquier tipo de solución" del conflicto, escribieron 343 académicos en una carta abierta publicada el martes en el diario The Guardian.
"En respuesta al llamamiento de la sociedad civil palestina, declaramos que no aceptaremos invitaciones de ninguna institución académica israelí (...) ni participaremos en conferencias financiadas, organizadas o patrocinadas por ellas", explicaron.
Los signatarios precisaron no obstante que continuarán trabajando de forma individual con sus colegas israelíes.
Algunos firmantes proceden de las instituciones académicas británicas más prestigiosas, como Oxford, Cambridge, la London School of Economics (LSE) o la University College London.
"Este boicot es una pequeña forma de decir una cosa importante: que la equidad y la justicia deben aplicarse realmente, que el derecho internacional debe respetarse", explicó uno de los firmantes, el catedrático Conor Gearty, de la LSE.
Simon Johnson, director general del Jewish Leadership Council, un consejo que representa a instituciones judías de Gran Bretaña, reaccionó considerando que "estos académicos deberían darse cuenta de que los boicots provocan divisiones, son discriminatorios y no hacen nada por avanzar hacia la paz o mejorar la vida de los palestinos".
La semana pasada, personalidades de la esfera cultural británica, como la autora de la saga Harry Potter, J.K. Rowling, pidieron poner fin al boicot cultural contra Israel.
"En respuesta al llamamiento de la sociedad civil palestina, declaramos que no aceptaremos invitaciones de ninguna institución académica israelí (...) ni participaremos en conferencias financiadas, organizadas o patrocinadas por ellas", explicaron.
Los signatarios precisaron no obstante que continuarán trabajando de forma individual con sus colegas israelíes.
Algunos firmantes proceden de las instituciones académicas británicas más prestigiosas, como Oxford, Cambridge, la London School of Economics (LSE) o la University College London.
"Este boicot es una pequeña forma de decir una cosa importante: que la equidad y la justicia deben aplicarse realmente, que el derecho internacional debe respetarse", explicó uno de los firmantes, el catedrático Conor Gearty, de la LSE.
Simon Johnson, director general del Jewish Leadership Council, un consejo que representa a instituciones judías de Gran Bretaña, reaccionó considerando que "estos académicos deberían darse cuenta de que los boicots provocan divisiones, son discriminatorios y no hacen nada por avanzar hacia la paz o mejorar la vida de los palestinos".
La semana pasada, personalidades de la esfera cultural británica, como la autora de la saga Harry Potter, J.K. Rowling, pidieron poner fin al boicot cultural contra Israel.