Más de 40 muertos en un atentado en Irak eleva a 5.800 las víctimas desde enero


BAGDAD. - El balance de la ola de violencia que afecta a Irak se ha cobrado desde enero más de 5.800 vidas, tras nuevos atentados que el jueves mataron a 41 personas, 32 de ellas en un mercado al nordeste de Bagdad.



Los observadores creen incluso que los ataques pueden incrementarse a medida que se acercan las elecciones generales del 30 de abril.

Las autoridades están preocupadas por el creciente papel de Al Qaida en la guerra en la vecina Siria, que temen que se propague a sus tierras.

El jueves, un coche bomba mató al menos a 32 personas y dejó 40 heridos en un mercado de Saadiya, en la provincia de Diyala, al nordeste de Bagdad, informaron un coronel de la policía y un médico.

El vehículo estalló hacia el mediodía (09HOO GMT) en un barrio donde viven muchos kurdos chiitas, en una zona que se disputan el gobierno central y la región autónoma del Kurdistán.

Los insurgentes suelen aprovecharse de las tensiones entre las dos partes para cometer ataques.

Responsables de Diyala informaron además el jueves del hallazgo de doce cuerpos de habitantes secuestrados por un grupo que dijo pertenecer a las fuerzas de seguridad. Los doce fueron ejecutados y arrojados a un río.

Frente a la espiral de violencia que ensangrienta a Irak desde el comienzo del año, el primer ministro chiita Nuri al Maliki pidió en octubre la cooperación de Estados Unidos para luchar contra Al Qaida, que ha reivindicado numerosos atentados.

Los soldados estadounidenses se retiraron de Irak hace casi dos años. Habían invadido el país en 2003, para derrocar al régimen de Sadam Husein, acusado de poseer armas de destrucción masiva que nunca se encontraron.

Según expertos y diplomáticos, la espiral de violencia en Irak está relacionada con la guerra en Siria.

La red Al Qaida en Irak "consiguió reconstruir sus fuerzas en algunas regiones", declaró recientemente a la AFP Safa Husein, viceconsejero nacional para la seguridad.

"Su capacidad para perpetrar ataques aumentó". "Ahora tienen los medios para cruzar la frontera, y poderosos, aliados muy poderosos en Siria", añadió.

La parálisis del aparato político y una corrupción endémica contribuyen a alimentar la inestabilidad. Además el Estado tiene dificultades para suministrar los servicios básicos, como la electricidad o el agua potable.

Desde el comienzo de enero más de 5.800 personas murieron en actos violentos, 964 de ellos en octubre, el mes más sangriento desde abril de 2008, según datos oficiales.

Jueves, 21 de Noviembre 2013
AFP (Agencia France-Presse)
           


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