Tres semanas después que el jefe de policía de Passau, Alois Mannichl, fuera atacado a cuchilladas en la puerta de su casa presuntamente por un extremista neonazi, cerca de mil personas se manifestaron en esa ciudad bávara pacíficamente contra la extrema derecha.
La manifestación tuvo por objeto protestar contra la marcha que los neonazis planearon para hoy a la tarde frente a la dirección de policía de la ciudad.
Los extremistas, en su mayoría miembros del partido nacionalista NPD, quieren protestar porque tras el ataque a Mannichl se busca a los atacantes entre sus filas.
La corte administrativa de Baviera permitió la manifestación neonazi sólo bajo estrictas condiciones. El municipio de Passau, la organización "Mesa redonda contra la derecha", los miembros del consejo de ciudad y diversas organizaciones llamaron a la contra-manifestación.
Los aproximadamente 1.000 manifestantes marcharon por el casco histórico hasta el monumento al Holocausto. "Fuera nazis" y "Passau es de colores - el marrón no es un color" (en referencia al color con que se identifica a los neonazis) eran algunas de las leyendas de sus pancartas.
Hubo diversos oradores, entre ellos el alcalde de Passau, Jürgen Dupper, quien se pronunció contra la extrema derecha.
Otra iniciativa había anunciado la intención de bloquear la marcha neonazi ante la dirección de policía. La policía desplegó en la ciudad, según informó, unos 1.000 efectivos de todo Bavaria para impedir desórdenes. Hasta el momento no se registraron problemas ante el edificio policial.
La manifestación tuvo por objeto protestar contra la marcha que los neonazis planearon para hoy a la tarde frente a la dirección de policía de la ciudad.
Los extremistas, en su mayoría miembros del partido nacionalista NPD, quieren protestar porque tras el ataque a Mannichl se busca a los atacantes entre sus filas.
La corte administrativa de Baviera permitió la manifestación neonazi sólo bajo estrictas condiciones. El municipio de Passau, la organización "Mesa redonda contra la derecha", los miembros del consejo de ciudad y diversas organizaciones llamaron a la contra-manifestación.
Los aproximadamente 1.000 manifestantes marcharon por el casco histórico hasta el monumento al Holocausto. "Fuera nazis" y "Passau es de colores - el marrón no es un color" (en referencia al color con que se identifica a los neonazis) eran algunas de las leyendas de sus pancartas.
Hubo diversos oradores, entre ellos el alcalde de Passau, Jürgen Dupper, quien se pronunció contra la extrema derecha.
Otra iniciativa había anunciado la intención de bloquear la marcha neonazi ante la dirección de policía. La policía desplegó en la ciudad, según informó, unos 1.000 efectivos de todo Bavaria para impedir desórdenes. Hasta el momento no se registraron problemas ante el edificio policial.