Massera: mesiánico jerarca de la dictadura y señor de la muerte


BUENOS AIRES, Liliana Samuel, (AFP) - El ex jerarca dictatorial Emilio Massera, quien murió el lunes a los 85 años en libertad y desprocesado en Argentina por una supuesta insanía mental, invocaba a Dios para justificar los crímenes del régimen, se veía como héroe y se soñaba heredero de Juan Perón.



De izquierda a derecha, Massera, Videla y Agosti
De izquierda a derecha, Massera, Videla y Agosti
"Sin ninguna duda, Massera pasará a ser en la galería de los argentinos el más grande de los asesinos de toda la vida de la República, hasta el presente", escribió el historiador y periodista argentino Osvaldo Bayer en el prólogo al libro "Massera, el genocida", editado en 2000 por Madres de Plaza de Mayo.
El ex almirante, alias 'El Negro', construyó además fuertes lazos con la logia masónica Propaganda Due (P2) y con su líder, Licio Gelli.
Massera, quien fue condenado, indultado y vuelto a ser encausado por delitos de lesa humanidad, pudo en el final de su vida eludir la justicia al ser declarado "insano mental" e "incapaz por demencia" en 2005, dos años después de sufrir un derrame cerebral.
No obstante, un peritaje médico de la justicia italiana determinó en 2008 que el ex militar tenía "plenas facultades" para afrontar un juicio penal en Roma por el crimen del asesinato de tres ciudadanos italianos en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), iniciado el año pasado.
"Uno que ha sido un héroe, que está orgulloso de sí, que fue un salvador de la Patria, que evitó el caos, no entiende cómo desde Italia se lo pretende juzgar", decía nada arrepentido el temible 'Comandante Cero' entrevistado por loa peritos italianos en su lujoso piso en Buenos Aires.
Tras retirarse de la Armada en 1978, fundó un partido político al que bautizó de la Democracia Social, con el deseo confeso de "ser el heredero de (ex presidente) Perón, ir más allá del terrorismo de Estado, ser la máscara de la reconciliación nacional".
Como jefe de la Marina de guerra entre 1976 y septiembre de 1978, Massera fue responsable de la ESMA, el más emblemático centro de torturas y exterminio por el que pasaron unos 5.000 opositores, de los cuales sobrevivieron un centenar.
En la ESMA estuvieron secuestradas y fueron asesinadas las monjas francesas Alice Domon y Léonie Duquet y la joven sueca Dagmar Hagelin, entre otros, crímenes por los que están siendo juzgados 18 marinos en Argentina.
En ese predio, convertidos en Museo de la Memoria en 2004, funcionó también una maternidad clandestina, donde dieron a luz en condiciones infrahumanas decenas de mujeres secuestradas, cuyos hijos fueron robados por represores y desde allí se organizaron los "vuelos de la muerte", en los que prisioneros narcotizados eran arrojados al Río de la Plata o al mar.
"Yo llevo a Dios sentado sobre mi hombro", decía Massera cuando detentaba el poder.
El ex almirante integró junto al ex general Jorge Videla y al brigadier Orlando Agosti la junta militar que dio el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 y que puso en pie la dictadura que dejó 30.000 desaparecidos y 500 bebés robados, según organismos humanitarios.
"Estoy en una posición privilegiada. Mis jueces disponen de la crónica, pero yo dispongo de la Historia. Y es allí donde se escuchará el veredicto final", lanzó a los jueces tras escuchar el fallo de la Cámara Federal civil, que lo condenó a reclusión perpetua y lo destituyó de su grado militar en el histórico Juicio a las Juntas en 1985.
Indultado en 1990 por el ex presidente Carlos Menem (1989/99), volvió a ser encausado en 1998 como responsable de un "plan sistemático" de robo de hijos de desaparecidos y como "jefe de una asociación ilícita" que se apropió de bienes de desaparecidos.


Martes, 9 de Noviembre 2010
AFP (Agence France-Presse)
           


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