Esta nueva puesta en marcha del Gran Colisionador de Hadrones (LHC, por sus siglas en inglés), situado en la frontera franco-suiza, que incluye un túnel en forma de anillo de 27 kilómetros, va a permitir llevar a cabo una segunda fase de exploración de ignotos territorios de la física.
Este domingo a las 10h41, un haz de protones dio la vuelta al anillo de 27 km de diámetro del LHC en un sentido, y luego, un segundo recorrió el mismo circuito en sentido inverso, indicó el CERN en un comunicado.
"Hoy, el corazón del CERN vuelve a batir al ritmo del LHC", se felicitó Rolf Heuer, su director general, citado en un comunicado.
En los próximos días, los operadores van a verificar todos los sistemas antes de aumentar la energía de los haces, al entrar el LHC en su segunda campaña de exploración.
Durante los dos años de paro técnico, centenares de ingenieros y técnicos trabajaron para reparar y consolidar el acelerador de partículas para que éste pueda funcionar con una mayor energía, y permitir así a los físicos ampliar su campo de investigación y confirmar, o invalidar, algunas teorías.
Ese aumento de potencia permitirá hacer experimentos dignos de la ciencia ficción.
Los investigadores pondrán a prueba la "supersimetría" -un concepto informalmente apodado "Susy"- y explorarán enigmáticas partículas conocidas como materia oscura. Algunos especulan sobre la posibilidad de que las experiencias permitan hacer descubrimientos insospechados.
"El LHC está en gran forma",comentó Frédérick Bordry, director de aceleradores y de tecnología. "Pero la etapa más importante está ante nosotros, cuando llevemos la potencia de los haces a niveles récord", añadió.
El LHC reveló en 2012 el Bosón de Higgs, que ayudó a explicar cómo los objetos tienen masa, y es considerado un elemento clave de la estructura fundamental de la materia.