"Ratificamos toda nuestra solidaridad militante con la República Argentina, con la lucha que está dando la presidenta (Cristina Fernández) contra el intento a través de los llamados fondos buitres de causarle un daño por la vía de la especulación financiera a Argentina", anunció el presidente venezolano, Nicolás Maduro, en la sesión plenaria de una cumbre que duró cinco horas.
"Y no es un daño a Argentina, es un daño a todos los países del sur", agregó Maduro, que instó a sus colegas del bloque -formado por Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay, Venezuela y Bolivia (en proceso de adhesión) - a ir en ese asunto "más allá de las declaraciones".
El gobierno argentino tiene plazo hasta este miércoles 30 de julio a última hora para llegar a un acuerdo con los fondos a los que califica de "buitres" y que obtuvieron una sentencia en la justicia estadounidense para cobrar 1.330 millones de dólares por bonos impagos de 2001 al mismo tiempo que lo hacen los tenedores de deuda de los canjes de 2005 y 2010.
Kirchner, que en esta cumbre recibió de Venezuela la presidencia rotativa del Mercosur, agradeció la solidaridad, ratificó que su gobierno pagará todas sus deudas y coincidió en que los fondos especulativos "afectan no solamente a Argentina, sino a todo el sistema financiero internacional".
Una delegación de Argentina está reunida el martes en Nueva York con el mediador judicial para tratar de hallar una solución al litigio. En el encuentro participa el ministro de Economía, Axel Kicillof, quien por la mañana se encontraba en Caracas.
Tras recibir de Maduro la presidencia protempore del Mercosur, Kirchner lanzó un llamado a reforzar los mercados de los países miembros pero siempre bajo la dirección del gobierno.
"Debemos integrar nuestros mercados (...) pero no lo van a hacer los empresarios, es una decisión que se toma desde la política, articulando, acompañando los esfuerzos de los empresarios porque si dejamos esto en manos del sector privado, no vamos a tener buenos resultados", dijo.
- Nuevos horizontes -
En esta cumbre se avanzó en la integración de Bolivia como miembro pleno del Mercosur y se espera que bajo la presidencia de Argentina se consiga el visto bueno de los parlamentos nacionales, señaló Maduro.
Bolivia "está empinándose en el camino de su incorporación plena como miembro del Mercosur, que seguramente se dará en la cumbre de Buenos Aires", dijo el presidente venezolano.
Su par boliviano, Evo Morales, que participó en la plenaria, dijo a la prensa que esperará "pacientemente" el proceso para su integración plena y resaltó la necesidad de que el Mercosur sea un espacio "no para competir, sino para complementarnos como mercados".
Esta nueva cumbre, celebrada con siete meses de retraso, sentó también los cimientos de la creación de "una gran zona económica" entre el Mercosur y los países del ALBA y Petrocaribe.
"Son 24 países de nuestro continente que suman Sudamérica y buena parte de Centroamérica. Es una formación económica que se plantea ir mucho más allá de lo que se ha llamado el libre comercio", dijo Maduro.
En su declaración conjunta al término del encuentro, Mercosur precisó la necesidad de una reunión en un plazo no mayor de 60 días entre los bloques para formalizar la constitución de la zona, evaluar acuerdos comerciales, así como definir programas y proyectos de cooperación conjunta, entre otros temas.
El ALBA está integrado por Venezuela, Antigua y Barbuda, Bolivia, Cuba, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Nicaragua, Santa Lucía y San Vicente y las Granadinas.
Petrocaribe, creado a iniciativa de Venezuela, está integrado por naciones caribeñas y centroamericanas que adquieren petróleo a precios preferenciales.
El Mercosur discutió también la situación en Gaza, se declaró "horrorizado por la violencia" que deja más de 1.170 palestinos muertos y exigió a Israel un "cese al fuego y que se retomen los caminos para la paz y el respeto al derecho del pueblo palestino a existir", explicó Maduro.
Por otra parte, Maduro y su par paraguayo, Horacio Cartes, acordaron en una reunión bilateral posterior a la cumbre que reanudarán "con mucha fuerza" las relaciones económicas y comerciales, y que sus diferencias tras la suspensión de Paraguay del bloque habían quedado subsanadas.
Antes de la cumbre, el opositor venezolano Henrique Capriles, el líder político latinoamericano con más seguidores en Twitter -4,57 millones-, usó esa red social para dirigirse a los presidentes del bloque, denunciando la delicada situación económica y los altos niveles de inseguridad en Venezuela.
"¿Qué dicen los líderes de Latinoamérica sobre la injusticia en Venezuela, donde 9 de cada 10 homicidios son impunes?", escribió en uno de los mensajes.