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Política
Merkel plantó un árbol en el monumento Tsitsernakaberd memorial en la capital armenia, Ereván, "en espíritu de la resolución de 2016 del Bundestag (Parlamento alemán)".
El Bundestag aprobó entonces casi por unanimidad una resolución que consideraba como "genocidio" la masacre perpetrada en 1915 por el Imperio Otomano (actual Turquía) contra 1,5 millones de armenios y otros miembros de minorías cristianas.
La resolución del Gobierno alemán causó grandes protestas en Turquía, que rechaza fuertemente que se hable de genocidio para referirse a esa matanza de armenios durante la Primera Guerra Mundial.
Merkel estuvo en Armenia este viernes como parte de una gira de tres días a la región que comenzó el jueves en Georgia y finaliza en Azerbaiyán.
Durante su visita a Ereván, Merkel también reafirmó su apoyo a una cooperación más estrecha en temas migratorios con Armenia diciendo que Berlín debería considerar flexibilizar los requisitos para la visa dependiendo de cómo hace progresos el país en temas de asilo y temas migratorios. "La posibilidad está, pero aún hay un camino por recorrer", dijo.
El nuevo primer ministro de Armenia, Nikol Pashinyan, dijo en una conferencia de prensa conjunta con Merkel que la emigración podría ser frenada si el país se vuelve más democrático, y que los armenios regresarían así a su hogar, lo que ayudaría a controlar el problema.
El tema de los solicitantes de asilo también marcó el viaje de Merkel a Georgia esta semana: después de la flexibilización de las visas de la Unión Europea (UE), llegó a Alemania una gran cantidad de solicitantes de asilo de Georgia, aunque pocos tienen éxito con sus solicitudes.
Previamente, Merkel afirmó hoy en Tbilisi, la capital de Georgia, que aún es pronto para que la república caucasiana pueda incorporarse a la UE.
Hablando ante estudiantes georgianos, Merkel dejó claro que la perspectiva de una rápida adhesión de Georgia a la UE está lastrada por el conflicto entre este país y Rusia por las regiones separatistas de Abjazia y Osetia del Sur.
La canciller alemana recordó que con su presencia militar en Abjazia y Osetia del Sur, Rusia mantiene ocupado casi el 20 por ciento del territorio georgiano. Esta situación, agregó, es un obstáculo fundamental para la integración de Georgia tanto en la UE como en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
"No podemos conformarnos con esta situación", subrayó Merkel. Sin embargo, matizó que se necesita más tiempo para encontrar una solución a este problema.
La jefa del Gobierno alemán visitó hoy la "línea fronteriza administrativa" cerca de Odzisi, que separa el territorio administrado por el Gobierno georgiano en Tbilisi de las regiones separatistas de Abjazia y Osetia del Sur, respaldadas por Rusia.
Moscú reconoció la independencia de las dos regiones, empobrecidas, hace diez años, tras una breve guerra con Georgia. Desde entonces, Rusia viene apoyando las dos regiones aisladas con fuertes ayudas financieras.
Pese a un acuerdo de paz pactado con la mediación de la UE, Rusia mantiene desplegadas tropas en Abjazia y Osetia del Sur. Según el derecho internacional, las dos regiones siguen formando parte de Georgia.
El sábado, Merkel llegará a Azerbaiyán, donde planea discutir la construcción de un gasoducto adicional en el sur para evitar la dependencia del gas ruso. Además, indicó que otra alternativa -gas provisto por Estados Unidos- es muy costosa en este momento.
