México se ahoga en violencia y rompe récord histórico de homicidios


Ciudad de México. - México acaba de romper un récord histórico, aunque esto no significa nada bueno: en octubre alcanzó un pico máximo de casi 3.000 homicidios y 2017 cerrará como el año con más muertos en dos décadas, cifras que juntan a ciudadanos comunes, alcaldes, activistas y periodistas por igual.



Casi como para reflejar esta situación, horas antes de que se revelaran los datos oficiales de octubre, un alcalde recién electo era asesinado a balazos en el estado de Veracruz (este) y un jefe defensor de derechos humanos era tiroteado junto a su familia en Baja California Sur (noroeste).
Las alertas ya se habían disparado a mitad de año, cuando el Secretariado Nacional de Seguridad Pública indicó que en los primeros cinco meses de este año hubo 9.916 asesinatos, un 4,7 más que entre enero y mayo de 2011, que hasta ese momento era el año más violento desde que comenzaron a elaborarse las estadísticas en 1997.
Sin embargo, los datos de ahora son estremecedores. Octubre registró un total de 2.764 homicidios dolosos y los primeros diez meses de 2017 suman 23.968, un aumento de un 22 por ciento desde enero. 
En 2011, el total fue de 22.852 muertos. Esa fue la época en la que el entonces presidente Felipe Calderón (2006-2012) desplegó a miles de militares y policías para combatir a los cárteles y se desató una ola violenta.
"Estamos hablando de casi 24.000 personas que han perdido la vida desde inicio del año en homicidios dolosos y de las que tenemos, por lo menos, evidencia. Esto si no consideramos la gran cantidad de personas que desaparecen y de las que nunca se vuelve a saber", dijo el director general del Observatorio Nacional Ciudadano, Francisco Rivas.
Y tiene razón. Las cifras del Secretariado Nacional no consideran a las víctimas de desapariciones en México, que, según diversos colectivos, superan los 30.000. Tampoco toma en cuenta las decenas de restos humanos que cada cierto tiempo se encuentran en fosas clandestinas en distintos puntos del país.
El repunte de la violencia se da luego de tres años de una reducción en los índices de criminalidad, que duró hasta 2015, cuando la tendencia empezó a cambiar y a principios de mayo, cuando los números de muertos se disparaban, Enrique Peña Nieto expresó su preocupación.
"Empezaron a regresar a escenarios del pasado que no queremos que vuelvan", dijo en ese momento, pero para Rivas poco se ha hecho para revertir la situación.
"Los policías están mal pagados, maltratados, mal capacitados y lo mismo pasa con peritos y Ministerios Públicos", señaló como algunos de los factores que impiden que las fuerzas de seguridad cumplan con su trabajo. Para él, las cifras seguirán aumentando y estima que 2017 cierre con más de 27.000 muertos.
Otro detonante para este considerable incremento de la violencia es la pugna entre grupos del crimen organizado por el control de territorios en México, así como la lucha contra las fuerzas federales.
Varios cárteles importantes se fragmentaron por la detención de sus líderes, entre ellos el capo del cártel de Sinaloa Joaquín "El Chapo" Guzmán. Esto ocasionó que las facciones luchen entre ellas y ha propiciado la formación de nuevas bandas criminales que ya no sólo pelean por el control de la droga, sino por robar combustibles o dedicarse a la extorsión y al secuestro.
El problema, además, ha alcanzado a lugares que antes no aparecían en el mapa de violencia del país y que incluso son paraísos turísticos.
Baja California Sur, estado con playas paradisíacas y uno de los favoritos de turistas extranjeros, pasó de 55 asesinatos en enero a registrar 135 en octubre. Quintana Roo, estado del sureste mexicano en el que se encuentra Cancún, también tuvo un aumento en homicidios de 13 en enero y 48 en octubre.
De hecho, el exclusivo balneario de Los Cabos, en Baja California Sur, fue escenario de una balacera a plena luz del día que dejó tres muertos en agosto y en junio se hallaron fosas clandestinas con una veintena de restos humanos. En Cancún, por su parte, también hubo tiroteos y persecuciones policiales.
"Hay una pérdida de rumbo por parte de las autoridades", comentó Rivas en Televisa, donde añadió que tampoco existe un "liderazgo" entre los aspirantes a la presidencia del próximo año o entre los gobernadores para abordar el tema. 
Miércoles, 22 de Noviembre 2017
DPA (Deutsche Press Agency-Agencia de Prensa Alemana)
           


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