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Vinaròs ha registrado este año 2.005 matriculados catalanes para obtener ese certificado equivalente al de nivel C en Catalunya. En el conjunto de pruebas lingüísticas, son este año 5.081 los catalanes matriculados en la Comunidad Valenciana.
Vinaròs (28.000 habitantes) es, tras Valencia, la localidad valenciana con más matriculados en números totales debido precisamente a su cercanía con Catalunya. Un dato resulta elocuente: de los 5.217 inscritos para las pruebas de los diferentes niveles en esa localidad castellonense, 4.438 proceden de Catalunya. La prueba que hoy se celebra en el instituto de enseñanza secundaria Leopold Querol es la más concurrida porque el nivel C es el más perseguido, seguido por el D. Prácticamente la mitad de los inscritos se presentaron ya a la primera convocatoria, en junio, y hoy tiene lugar la segunda y última evaluación del 2009 de ese grado en el País Valenciano.
La verdadera magnitud del desplazamiento de los vecinos del norte en busca de un «apto» en las diferentes pruebas de catalán realizadas en la Comunidad Valenciana la da el hecho de que en Catalunya se han inscrito este año 12.162 personas a los exámenes para todos los certificados, 6.134 para el de nivel C. Entre los aspirantes abundan mossos d’esquadra, enfermeras y funcionarios de la Generalitat, o aspirantes a serlo.
¿Por qué se produce esta migración? En un foro en internet, precisamente de mossos, se encuentra una idea muy extendida en Catalunya. «Los exámenes en el País Valenciano son mas fáciles», comenta un aspirante a policía autonómico.
La presunta facilidad de las pruebas que alegan algunos de los examinados es una idea generalizada que viene de lejos. «Me presenté hace unos años e íbamos ahí en masa porque ya se comentaba que era más fácil aprobar», explica Xavi, un mosso que superó la prueba de nivel C. Lucía y Ana, dos enfermeras de Tortosa, abundan en la misma tesis. «No me preparé y aprobé», señala Lucía. «Yo me presenté al nivel D hace unos 10 años porque allí no había prueba de fonética ni de historia y aquí los exámenes tenían fama de muy difíciles», comenta Ana.
LA ESTADÍSTICA / Sin embargo, la estadística parece negar que aprobar en el País Valenciano sea más fácil. De los aspirantes del año pasado en Catalunya aprobaron el 48% (el 41% en el nivel C y el 40% en el D), mientras que en Valencia los catalanes que salieron airosos fueron el 35,6% de los examinados (el 41% en el equivalente al nivel C y el 23% en el D).
Xavi, el agente de los Mossos, introduce una posible explicación para el periódico éxodo lingüístico: «La dificultad me pareció similar en los dos sitios, porque me examiné en ambos, pero la exigencia en la corrección era diferente. Aprobé en el País Valenciano con los mismos conocimientos con los que suspendí en Catalunya».
Según la Conselleria d’Educació valenciana, las causas del desplazamiento masivo de catalanes estarían en que así tienen dos oportunidades más de obtener la certificación y en que, además, en la Comunidad Valenciana el sistema es más simple: no hay preinscripción por lo que se admite a examen a todos los que se presentan, señalan. Añaden también el hecho de que las tasas son más bajas que en Catalunya: 10, 69 euros por cada nivel y el pago de los derechos de examen para el primer periodo, en junio, da derecho a repetir la prueba en noviembre.
Vinaròs (28.000 habitantes) es, tras Valencia, la localidad valenciana con más matriculados en números totales debido precisamente a su cercanía con Catalunya. Un dato resulta elocuente: de los 5.217 inscritos para las pruebas de los diferentes niveles en esa localidad castellonense, 4.438 proceden de Catalunya. La prueba que hoy se celebra en el instituto de enseñanza secundaria Leopold Querol es la más concurrida porque el nivel C es el más perseguido, seguido por el D. Prácticamente la mitad de los inscritos se presentaron ya a la primera convocatoria, en junio, y hoy tiene lugar la segunda y última evaluación del 2009 de ese grado en el País Valenciano.
La verdadera magnitud del desplazamiento de los vecinos del norte en busca de un «apto» en las diferentes pruebas de catalán realizadas en la Comunidad Valenciana la da el hecho de que en Catalunya se han inscrito este año 12.162 personas a los exámenes para todos los certificados, 6.134 para el de nivel C. Entre los aspirantes abundan mossos d’esquadra, enfermeras y funcionarios de la Generalitat, o aspirantes a serlo.
¿Por qué se produce esta migración? En un foro en internet, precisamente de mossos, se encuentra una idea muy extendida en Catalunya. «Los exámenes en el País Valenciano son mas fáciles», comenta un aspirante a policía autonómico.
La presunta facilidad de las pruebas que alegan algunos de los examinados es una idea generalizada que viene de lejos. «Me presenté hace unos años e íbamos ahí en masa porque ya se comentaba que era más fácil aprobar», explica Xavi, un mosso que superó la prueba de nivel C. Lucía y Ana, dos enfermeras de Tortosa, abundan en la misma tesis. «No me preparé y aprobé», señala Lucía. «Yo me presenté al nivel D hace unos 10 años porque allí no había prueba de fonética ni de historia y aquí los exámenes tenían fama de muy difíciles», comenta Ana.
LA ESTADÍSTICA / Sin embargo, la estadística parece negar que aprobar en el País Valenciano sea más fácil. De los aspirantes del año pasado en Catalunya aprobaron el 48% (el 41% en el nivel C y el 40% en el D), mientras que en Valencia los catalanes que salieron airosos fueron el 35,6% de los examinados (el 41% en el equivalente al nivel C y el 23% en el D).
Xavi, el agente de los Mossos, introduce una posible explicación para el periódico éxodo lingüístico: «La dificultad me pareció similar en los dos sitios, porque me examiné en ambos, pero la exigencia en la corrección era diferente. Aprobé en el País Valenciano con los mismos conocimientos con los que suspendí en Catalunya».
Según la Conselleria d’Educació valenciana, las causas del desplazamiento masivo de catalanes estarían en que así tienen dos oportunidades más de obtener la certificación y en que, además, en la Comunidad Valenciana el sistema es más simple: no hay preinscripción por lo que se admite a examen a todos los que se presentan, señalan. Añaden también el hecho de que las tasas son más bajas que en Catalunya: 10, 69 euros por cada nivel y el pago de los derechos de examen para el primer periodo, en junio, da derecho a repetir la prueba en noviembre.
