Más tarde, miembros de tribus armadas llegaron a la ciudad, en un convoy de 10 vehículos, para intentar evacuar a los responsables yemeníes asediados por combatientes de la milicia Ansarualá desde hace días, según fuentes tribales y del ministerio de Defensa.
Los recién llegados entablaron negociaciones con los milicianos chiitas, también conocidos como hutíes, para conseguir su objetivo de forma pacífica.
Desde el jueves, Yemen no tiene ni presidente ni gobierno tras la dimisión de los dos jefes del ejecutivo, presionados por los hutíes que tomaron el palacio presidencial y asedian otros edificios del gobierno en Saná.
Estos milicianos entraron el 21 de septiembre en Saná y desde entonces se han extendido hacia el centro y el oeste del país, donde tomaron la estratégica ciudad portuaria de Hodeida, en el mar Rojo.
"¡Abajo los hutíes!", gritaban los manifestantes, convocados por el llamado Movimiento de Rechazo, un grupo formado recientemente en varias provincias del país para desafiar a las milicias chiitas.
Decenas de partidarios de los hutíes intentaron evitar la manifestación y provocaron algunos enfrentamientos.
Los manifestantes se reunieron en la Plaza del Cambio, cerca de la Universidad de Saná, e iban a dirigirse al palacio republicano, la residencia de Jaled Bahah, el primer ministro que dimitió. Pero luego decidieron cambiar de itinerario y fueron a la residencia del presidente Abd Rabo Mansur Hadi para protestar contra su dimisión.
Hadi dimitió el jueves después de la renuncia del gobierno. Pocos días antes el jefe del gabinete del presidente, Ahmed Awad ben Mubarak, fue secuestrado y sigue en manos de las milicias.
También hubo protestas en las ciudades de Taez (suroeste), Ibb (centro) y Hodeida.
La policía detuvo a decenas de jóvenes manifestantes en Saná e Ibb, según testigos.
El domingo el parlamento se pronunciará sobre la dimisión del presidente Hadi en una sesión extraordinaria que podría ser perturbada por los hutíes.
Hadi fue elegido en 2012 tras la caída de Ali Abdalá Saleh, expulsado del poder por una revolución popular en la estela de la Primavera Árabe.
Según sus adversarios, Saleh estaría apoyando a las milicias chiitas, también llamadas Ansarualá, que piden más presencia en las instituciones de Yemen y se oponen al proyecto de Constitución para convertir el país en un estado federal formado por seis regiones.
Si obtienen sus reivindicaciones, los hutíes han prometido abandonar el palacio presidencial, liberar al jefe de gabinete del presidente y abandonar las barricadas en la capital.
Por otra parte, en el sur del país, miembros del Movimiento Sudista, que quieren que la región vuelva a ser un país independiente como lo fue hasta 1990, tomaron el control de todas las comisarías de la ciudad de Ataq.