Santuario de Yasukuni
Por primera vez en un cuarto de siglo, ningún ministro asistió a la ceremonia en el santuario de Yasukuni con motivo del 65º aniversario de la derrota japonesa.
El primer ministro Naoto Kan y el emperador Akihito, cuyo padre se rindió a los Aliados en 1945, participaron en una ceremonia en Tokio, reafirmando que Japón jamás se lanzará a una guerra.
"Durante la guerra, Japón infligió daños y dolores significativos a muchos países, especialmente a los pueblos de los países de Asia", declaró Kan en la ceremonia.
"Lo lamento profundamente y expreso mis sinceras condolencias a las víctimas y a sus familias", agregó.
"Aquí recuerdo nuestra historia y espero ardientemente que las calamidades de la guerra no volverán jamás", dijo por su parte el emperador.
Dirigentes políticos europeos de ultraderecha, entre ellos Jean-Marie Le Pen, visitaron el sábado el santuario de Yasukuni.
Interrogado al respecto, Le Pen declaró el jueves pasado que no tenía "complejo alguno".
"No me molesta honrar a los antiguos combatientes de un país adversario o ex enemigo. El criminal de guerra no es una especialidad de los vencidos. También los hay entre los vencedores", añadió, haciendo referencia a las bombas atómicas lanzadas por los estadounidenses sobre Hiroshima y Nagasaki en agosto de 1945.
El primer ministro Naoto Kan y el emperador Akihito, cuyo padre se rindió a los Aliados en 1945, participaron en una ceremonia en Tokio, reafirmando que Japón jamás se lanzará a una guerra.
"Durante la guerra, Japón infligió daños y dolores significativos a muchos países, especialmente a los pueblos de los países de Asia", declaró Kan en la ceremonia.
"Lo lamento profundamente y expreso mis sinceras condolencias a las víctimas y a sus familias", agregó.
"Aquí recuerdo nuestra historia y espero ardientemente que las calamidades de la guerra no volverán jamás", dijo por su parte el emperador.
Dirigentes políticos europeos de ultraderecha, entre ellos Jean-Marie Le Pen, visitaron el sábado el santuario de Yasukuni.
Interrogado al respecto, Le Pen declaró el jueves pasado que no tenía "complejo alguno".
"No me molesta honrar a los antiguos combatientes de un país adversario o ex enemigo. El criminal de guerra no es una especialidad de los vencidos. También los hay entre los vencedores", añadió, haciendo referencia a las bombas atómicas lanzadas por los estadounidenses sobre Hiroshima y Nagasaki en agosto de 1945.