Monti, próximo jefe de gobierno, convencido de que Italia superará la crisis


ROMA. - El ex comisario europeo Mario Monti dijo estar "convencido" este martes, tras reunirse con los principales partidos y actores sociales, que Italia, país que dirigirá a partir del miércoles, es capaz de superar esta etapa difícil.



Mario Monti
Mario Monti
En una corta declaración a la prensa, Monti confirmó que el miércoles por la mañana irá a la Presidencia para "entregarle las conclusiones", es decir presentar su programa. Está previsto que en esta ocasión acepte formalmente el cargo de presidente del Consejo de Ministros en reemplazo de Silvio Berlusconi.
Luego de reunirse con las principales fuerzas políticas, los sindicatos, el empresariado, los jóvenes y las mujeres, Monti afirmó que había constatado que todos "tenían plena conciencia de la actual situación de urgencia" y expresó su "fe en la solidez de las instituciones y de la sociedad civil" italianas.
El futuro jefe de gobierno destacó que habían aceptado la idea de "posibles sacrificios en vista de un resultado positivo en su conjunto".
Tanto el Partido Demócrata (PD), principal movimiento de izquierda italiana, como el Pueblo de la Libertad (PDL) de Silvio Berlusconi confirmaron que apoyarán al gobierno, sin poner condiciones.
El presidente Giorgio Napolitano espera a Mario Monti a las 10H00 GMT en la presidencia para que acepte el cargo de presidente del Consejo de Ministros, indicaron fuentes de la presidencia citadas por la prensa.
Es muy probable que el economista presente al mismo tiempo la lista de sus ministros, que serán en su gran mayoría tecnócratas.
Una vez que el presidente dé su acuerdo sobre la lista, el nuevo gobierno jurará. Luego de la ceremonia habrá un traspaso de consignas solemne entre Berlusconi y Monti.
A partir del jueves el gobierno podrá presentarse ante el Parlamento, en el Senado y en la Cámara de Diputados para un voto de confianza.
Tras un acuerdo "con las principales fuerzas políticas", el gobierno de Monti tendrá "un apoyo parlamentario consistente", declaró el líder sindical Raffaele Bonanni.
El PD anunció "un total y convencido apoyo a un gobierno prestigioso y de tipo tecnocrático", mientras que el PDL pidió un programa cuya prioridad deben ser las reformas reclamadas por la Unión Europea.
Las dos grandes formaciones se resisten en cambio a enviar a sus representantes para participar en el gobierno, algo que Monti les pidió para disponer de una mayor base en el parlamento.
Según el periódico La Reppublica la calidad del apoyo tanto del PD como del PDL "es más bien frágil, y ello es un riesgo del que el profesor (Monti) es consciente".
Varios diarios aludieron al peligro de una "vietnamización" del parlamento donde el nuevo gobierno podría hallarse carente de base e incapaz de hacer adoptar las reformas económicas necesarias, en particular las más impopulares.
Para el diario de referencia, Corriere della Sera, la única fuerza del gobierno Monti es que representa a "un amplio movimiento de opinión pública que, por primera vez, agrupa a quienes jamás votaron por Berlusconi, y a numerosos de sus partidarios que ahora piden que otra persona nos saque de la crisis, ya que su líder fue incapaz de hacerlo".
Consciente de esta situación, Monti dijo querer reforzar su 'base popular' al añadir a las consultas políticas tradicionales entrevistas con sindicatos, patronal, jóvenes y mujeres.
Pero Monti ya advirtió que los italianos deberán asumir "sacrificios".
Entre otras cosas, deberá ocuparse de temas tan sensibles política y socialmente como las jubilaciones según el tiempo trabajado (tras 40 años) o de la flexibilidad del mercado de trabajo.
Respecto a la hipótesis de nuevas medidas de rigor, tras dos planes de austeridad desde julio por un valor de 60.000 millones de euros, Monti dijo que "aún es prematuro responder ahora".
Sin embargo, La Repubblica cifró en 29.000 millones de euros el importe de los ahorros suplementarios necesarios en 2012 y 2013 para respetar los compromisos ante la UE.
La tregua que los mercados otorgaron a Italia tras la designación de Monti fue breve. El martes, la bolsa de Milán cayó 1,08% y la deuda italiana a 10 años volvía a superar el peligroso umbral del 7%.
En efecto, Italia sigue inquietando a los mercados, debido a su colosal deuda de 1,9 billones de euros, equivalentes al 120% del PIB.
 
Martes, 15 de Noviembre 2011
AFP (Agencia France-Presse)
           


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