Mitt Romney, a la izquierda.
Mientras que los críticos han calificado el Mormonismo como una secta anticristiana, los fieles de esta iglesia dicen que la posibilidad de que un mormón llegue a la Casa Blanca podría ayudar a que sus creencias se entiendan mejor.
"Somos cristianos. Todo está al descubierto, se puede hacer cualquier pregunta", dijo Seth Lucia, un abogado y líder de la comunidad mormona en Arlington, Virginia (este), un suburbio de Washignton DC.
Aaron Sherinian, otro mormón del área metropolitana de la capital estadounidense, dijo a la AFP: "Se supone que debemos abrir nuestras puertas, se supone que debemos abrir nuestros corazones y se supone que debemos abrir nuestras bocas sobre lo que significa ser mormón".
"Así que, si en este momento tenemos la oportunidad de hacerlo un poco más, démosle la bienvenida a esa posibilidad", señaló.
Romney, ex gobernador de Massachusetts (este), no es el único mormón que busca desbancar al actual presidente Barack Obama en las elecciones del próximo año. El ex gobernador de Utah Jon Huntsman, también aspirante republicano, practica asimismo esa fe.
El Mormonismo fue cuestionado hace poco en filas republicanas, cuando el pastor texano Robert Jeffress lo consideró una secta y dijo que Romney "no es un cristiano", al presentar al gobernador de Texas, Rick Perry, rival de Romney y de Huntsman, en un evento en Washington.
Algunos de los estigmas que enfrentan los mormones derivan de las tradiciones aparentemente secretas de su fe -por ejemplo, los no mormones tienen prohibido entrar en los templos, incluso para las bodas-, pero Lucia explicó que para ellos el templo tiene un "estatus único".
"Es un santuario", dijo en referencia al enorme templo de Kensington en el norte de Washington, un edificio fácilmente identificable en la capital.
Los templos mormones son "lugares esencialmente reservados para aquellos comprometidos con seguir a Cristo", agregó.
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, cuyos miembros se conocen como mormones, es famosa en todo el mundo por sus misioneros -tanto Romney como Huntsman en algún momento trabajaron para difundir su fe-, así como por su anterior práctica de la poligamia y su experiencia en genealogía, desarrollada por razones religiosas.
Hay seis millones de mormones en Estados Unidos, país donde nació esta fe, y ocho millones en otras partes del mundo.
En 1820, el fundador Joseph Smith dijo que había tenido una visión de Dios y que Jesucristo le había dado la tarea de restaurar la iglesia a sus orígenes con la ayuda del sagrado Libro de Mormón. Smith organizó la iglesia una década después.
Perseguidos, los mormones se refugiaron en el estado de Utah (oeste). Actualmente, la mayoría de los mormones en Estados Unidos viven en la parte occidental del país.
Los fieles siguen estrictas reglas -no consumen alcohol, tabaco o cafeína- y tienden a defender los valores conservadores, promueven la abstinencia antes del matrimonio y se oponen el aborto y al matrimonio del mismo sexo.
La mayoría de los mormones dan un 10% de sus ingresos a la iglesia.
Hay escándalos cuando algún miembro decide practicar la poligamia, declarada ilegal en 1890, pero, según Sherinian, quienes lo hacen son "disidentes".
¿Respalda el Mormonismo a un candidato sobre otro? En política, Lucia dice que la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días "es muy explícita en el hecho de que no adoptan ninguna posición".
Jill Casillas, mormona, dijo que estaría "muy feliz de saber que el hombre en la Casa Blanca es alguien que reza, que cree en Jesucristo y sigue los principios cristianos".
"Romney probablemente me reconfortaría, pero si me pusiera de pie en la iglesia y dijera: 'Romney es la persona que se supone que debemos votar porque es un mormón', me pedirían que no hiciera eso", añadió.
De acuerdo con un estudio realizado por el Pew Research Center, la primera palabra que viene a la mente en el 60% de los encuestados cuando se les pregunta acerca de Romney es "Mormón".
Sin embargo, otra encuesta de CNN indicó que el 80% de quienes prevén votar no toman en cuenta la religión cuando están frente a las urnas.
"Los mormones no son un problema; Romney lo es", dijo una persona que publica un comentario en un blog de CNN.
"Los estadounidenses votarán con sus billeteras y la comunidad mormona seguirá la tendencia", dijo a la AFP un mormón que pidió no ser identificado.
"Esta elección es mucho menos sobre la religión y mucho más sobre la economía de lo que el mundo piensa", añadió.
"Somos cristianos. Todo está al descubierto, se puede hacer cualquier pregunta", dijo Seth Lucia, un abogado y líder de la comunidad mormona en Arlington, Virginia (este), un suburbio de Washignton DC.
Aaron Sherinian, otro mormón del área metropolitana de la capital estadounidense, dijo a la AFP: "Se supone que debemos abrir nuestras puertas, se supone que debemos abrir nuestros corazones y se supone que debemos abrir nuestras bocas sobre lo que significa ser mormón".
"Así que, si en este momento tenemos la oportunidad de hacerlo un poco más, démosle la bienvenida a esa posibilidad", señaló.
Romney, ex gobernador de Massachusetts (este), no es el único mormón que busca desbancar al actual presidente Barack Obama en las elecciones del próximo año. El ex gobernador de Utah Jon Huntsman, también aspirante republicano, practica asimismo esa fe.
El Mormonismo fue cuestionado hace poco en filas republicanas, cuando el pastor texano Robert Jeffress lo consideró una secta y dijo que Romney "no es un cristiano", al presentar al gobernador de Texas, Rick Perry, rival de Romney y de Huntsman, en un evento en Washington.
Algunos de los estigmas que enfrentan los mormones derivan de las tradiciones aparentemente secretas de su fe -por ejemplo, los no mormones tienen prohibido entrar en los templos, incluso para las bodas-, pero Lucia explicó que para ellos el templo tiene un "estatus único".
"Es un santuario", dijo en referencia al enorme templo de Kensington en el norte de Washington, un edificio fácilmente identificable en la capital.
Los templos mormones son "lugares esencialmente reservados para aquellos comprometidos con seguir a Cristo", agregó.
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, cuyos miembros se conocen como mormones, es famosa en todo el mundo por sus misioneros -tanto Romney como Huntsman en algún momento trabajaron para difundir su fe-, así como por su anterior práctica de la poligamia y su experiencia en genealogía, desarrollada por razones religiosas.
Hay seis millones de mormones en Estados Unidos, país donde nació esta fe, y ocho millones en otras partes del mundo.
En 1820, el fundador Joseph Smith dijo que había tenido una visión de Dios y que Jesucristo le había dado la tarea de restaurar la iglesia a sus orígenes con la ayuda del sagrado Libro de Mormón. Smith organizó la iglesia una década después.
Perseguidos, los mormones se refugiaron en el estado de Utah (oeste). Actualmente, la mayoría de los mormones en Estados Unidos viven en la parte occidental del país.
Los fieles siguen estrictas reglas -no consumen alcohol, tabaco o cafeína- y tienden a defender los valores conservadores, promueven la abstinencia antes del matrimonio y se oponen el aborto y al matrimonio del mismo sexo.
La mayoría de los mormones dan un 10% de sus ingresos a la iglesia.
Hay escándalos cuando algún miembro decide practicar la poligamia, declarada ilegal en 1890, pero, según Sherinian, quienes lo hacen son "disidentes".
¿Respalda el Mormonismo a un candidato sobre otro? En política, Lucia dice que la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días "es muy explícita en el hecho de que no adoptan ninguna posición".
Jill Casillas, mormona, dijo que estaría "muy feliz de saber que el hombre en la Casa Blanca es alguien que reza, que cree en Jesucristo y sigue los principios cristianos".
"Romney probablemente me reconfortaría, pero si me pusiera de pie en la iglesia y dijera: 'Romney es la persona que se supone que debemos votar porque es un mormón', me pedirían que no hiciera eso", añadió.
De acuerdo con un estudio realizado por el Pew Research Center, la primera palabra que viene a la mente en el 60% de los encuestados cuando se les pregunta acerca de Romney es "Mormón".
Sin embargo, otra encuesta de CNN indicó que el 80% de quienes prevén votar no toman en cuenta la religión cuando están frente a las urnas.
"Los mormones no son un problema; Romney lo es", dijo una persona que publica un comentario en un blog de CNN.
"Los estadounidenses votarán con sus billeteras y la comunidad mormona seguirá la tendencia", dijo a la AFP un mormón que pidió no ser identificado.
"Esta elección es mucho menos sobre la religión y mucho más sobre la economía de lo que el mundo piensa", añadió.