Muere Chiquito de la Calzada, el mito entrañable del humor español


Madrid. - España perdió hoy a uno de sus humoristas más influyentes y queridos con el fallecimiento de Gregorio Esteban Sánchez Fernández, mejor conocido como Chiquito de la Calzada, en un hospital de la ciudad de Málaga, confirmaron fuentes sanitarias.



Chiquito
Chiquito
El artista de 85 años había ingresado la semana pasada en el Hospital Regional de Málaga por segunda vez en un mes, esta vez con una angina de pecho. Su estado empeoró el lunes y tuvo que ser trasladado a la unidad de cuidados intensivos, donde murió de madrugada.
La pérdida de uno los personajes más queridos y emblemáticos del espectáculo generó una ola de reacciones.
"Recordaremos a Chiquito de la Calzada como un hombre entrañable, querido y respetado que a todos nos sacó más de una sonrisa. Descanse en paz. MR", escribió el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en su cuenta de Twitter.
También la Casa Real despidió al humorista en la misma red social: "Se nos ha ido el gran Chiquito. Hombre bueno, entrañable, genial, artista de todos. Gracias Chiquito, nos harás sonreír siempre".
Sánchez Fernández nació en 1932 en Málaga, sur de España, donde comenzó una temprana carrera como cantante de flamenco. A pesar de actuar con grandes figuras del género y trabajar incluso algunos años en Japón, vivió décadas de lucha y privaciones.
"Yo he pasado mucha hambre, cantaba que quitaba el sentido, pero comía muy malamente", recordó en su última entrevista concedida hace un año en el programa "Mi casa es la tuya".
La fama le llegó a los 62 años, pero no con la música, sino con el humor: Chiquito de la Calzada se convirtió en 1994 en la gran estrella del programa "Genio y figura" y comenzó desde entonces una carrera de éxitos en televisión con algunas apariciones en cine.
Más que un contador de chistes con gracia, Chiquito revolucionó por completo la forma de hacer humor en España y se convirtió en todo un género en sí mismo.
Con sus movimientos nerviosos y sus historias surrealistas, en las que el desenlace era lo de menos, inventó un lenguaje nuevo y a veces incomprensible que no solo revolvió de risa a los espectadores, sino que también impregnó la lengua cotidiana de los españoles.
Frases y expresiones como "¡pecador!", "¡fistro!", "¡no puedor!", "¡jarl!" y "¡candemor!" quedaron como un sello de identidad del humorista, igual que la clásica despedida con la que cerraba sus actuaciones: "¡Hasta luego Lucas!".
Su perfil solidario y la ternura del lenguaje y las historias de Chiquito lo convirtieron en uno de los personajes más queridos del mundo del espectáculo. Su capilla ardiente se instaló hoy a mediodía en Málaga para darle un último adiós.
Sábado, 11 de Noviembre 2017
DPA (Deutsche Press Agency-Agencia de Prensa Alemana)
           


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