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El general Husein Isaac murió el domingo como consecuencia de sus heridas en combates contra los rebeldes en Mleiha, que alberga el cuartel general de la defensa antiaérea y constituye uno de los frentes más importantes en los alrededores de Damasco. En tres años de conflicto, se trata de una de las pocas veces en que se anuncia la muerte de un oficial de alto rango
Aunque la defensa antiaérea no tiene un papel protagonista en esta guerra puesto que los rebeldes carecen de aviones, su arsenal, como los de todas las divisiones del ejército de Bashar al Asad, está al servicio del régimen.
"El papel de la defensa antiaérea del régimen es hacer frente a un eventual ataque estadounidense, pero en esta guerra utiliza sus baterías contra los rebeldes", explicó Rami Abdel Rahman, director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
La muerte del general Isaac supone un "duro golpe para la moral de las tropas leales al presidente sirio y sus aliados", afirmó Abdel Rhaman.
Mleiha es un bastión rebelde en el sureste de Damasco, que el ejército y su poderoso aliado libanés, el Hezbolá chiita, tratan de recobrar desde hace semanas.
A pesar de un avance del régimen a principios de mayo que permitió controlar la mitad de la localidad, los rebeldes lograron retomar la ventaja en las últimas 24 horas, según el OSDH.
Este avance de los rebeldes interviene tras una serie de reveses en Homs (centro), donde perdieron la ciudad vieja, y en las localidades en la frontera con Líbano.
- Llamamiento al boicot -
En paralelo a estos combates en Mleiha, y en otros frentes en todo el país, los preparativos seguían en Damasco para las presidenciales del 3 de junio, que no podrá tener lugar más que en las zonas tomadas por el régimen, cubiertas de retratos de Asad.
El jefe del Parlamento, Mohamad al Laham, llamó a votar en masa: "Siria necesita la voz de cada sirio honesto en los comicios", declaró en sesión parlamentaria.
Pero la Corriente de la Edificación del Estado, un partido de oposición tolerado por el régimen, llamó a la población a boicotear estos comicios "por solidaridad con más de la mitad de sirios que no pueden participar".
"Desde hace décadas, las elecciones multipartidos son un sueño y un objetivo para los sirios, (...) pero la situación en el país ha convertido a la mitad de los sirios en desplazados y refugiados", indicó esta formación.
Se trata en teoría de la primera elección presidencial desde hace más de 50 años en Siria. Asad y su padre Hafez, quien dirigió el país con mano dura de 1970 a 2000, fueron elegidos por referéndum.
Estados Unidos y numerosos países occidentales, al igual que la oposición siria en exilio, calificaron los comicios de "farsa".
El jefe de la oposición siria, Ahmad Jarba, quien la semana pasada reclamó en Estados Unidos armas antiaéreas, se reunirá el martes en París con el presidente François Hollande, a quien reiterará su demanda.
El conflicto, desencadenado en marzo de 2011 por la represión del movimiento de protesta pacífica, ha dejado más de 150.000 muertos, 6,5 millones de desplazados y unos 2,6 millones de refugiados.
