Héctor Tizón
El escritor, diplomático y juez falleció la mañana del lunes en su pequeño pueblo natal de Yala (Jujuy), adonde se había instalado definitivamente en los años 1980, tras exiliarse en Madrid durante la dictadura argentina (1976-83).
Tizón también vivió en México, donde publicó su primer libro titulado "A un costado de los rieles" (1960), y en París.
Impulsado por la Fundación Konex como candidato a Premio Nobel de Literatura en 2005, entre sus novelas más emblemáticas figuran "La casa y el viento" (1982), "El hombre que llegó a un pueblo" (1988), "La mujer de Strasser (1997), "La belleza del mundo" (2004), "El resplandor de la hoguera" (2008) y "Memorial de la Puna" (2010), su última obra.
El también exjuez de la Corte Suprema de Jujuy recibió varias distinciones en su país por la actividad literaria y a nivel internacional fue galardonado por Francia como Caballero de la Orden de las Artes y las Letras.
Parte de su obra fue traducida al francés, inglés, ruso, polaco y alemán.
Sus novelas están atravesadas por los relatos de la dura vida rural en la llamada puna de Jujuy, una desértica región montañosa, así como por el exilio, al que definió como "absolutamente insoportable, de las tristezas más grandes" que dijo haber sufrido en su vida.
Tizón también vivió en México, donde publicó su primer libro titulado "A un costado de los rieles" (1960), y en París.
Impulsado por la Fundación Konex como candidato a Premio Nobel de Literatura en 2005, entre sus novelas más emblemáticas figuran "La casa y el viento" (1982), "El hombre que llegó a un pueblo" (1988), "La mujer de Strasser (1997), "La belleza del mundo" (2004), "El resplandor de la hoguera" (2008) y "Memorial de la Puna" (2010), su última obra.
El también exjuez de la Corte Suprema de Jujuy recibió varias distinciones en su país por la actividad literaria y a nivel internacional fue galardonado por Francia como Caballero de la Orden de las Artes y las Letras.
Parte de su obra fue traducida al francés, inglés, ruso, polaco y alemán.
Sus novelas están atravesadas por los relatos de la dura vida rural en la llamada puna de Jujuy, una desértica región montañosa, así como por el exilio, al que definió como "absolutamente insoportable, de las tristezas más grandes" que dijo haber sufrido en su vida.