Un primer balance mencionaba cinco muertos y 16 heridos.
Desde que el ex jefe del ejército y actual presidente de Egipto, Abdel Fatah al Sisi, derrocara a su predecesor, el presidente islamista Mohamed Mursi, en julio de 2013, los grupos yihadistas multiplicaron el número de atentados contra las fuerzas del orden.
Estos grupos afirman actuar en represalia a la sangrienta represión contra los partidarios de Mursi por parte de las actuales autoridades egipcias: 1.400 personas muertas y 15.000 personas, en su mayoría miembros de la cofradía de los Hermanos Musulmanes, encarceladas.