"Los fallecidos hasta ahora son 83", señaló el presidente chileno, Sebastián Piñera, al arribar a uno de los servicios de urgencia donde fueron trasladados algunos de los heridos.
Piñera dijo además que "hay otros 14 heridos graves", además de "siete heridos menores por asfixia".
"Esto ha sido una tremenda y dolorosa tragedia", agregó el mandatario, y detalló que "prácticamente la totalidad" de los fallecidos ya están identificados.
"La situación penitenciaria en nuestro país no resiste más", señaló Piñera, quien estaba visiblemente compungido.
Previamente el ministro de Salud, Jaime Mañalich, había indicado que "los 14 heridos están con riesgo vital por quemaduras y fueron trasladados a diferentes centros médicos dispuestos en la región Metropolitana".
Mañalich señaló que tres funcionarios de gendarmería y un bombero resultaron heridos aunque no de consideración y son atendidos en el Hospital de Carabineros.
La cárcel de San Miguel, con capacidad para 900 reos, contaba con 1.900 internos en su totalidad, según datos otorgados por Gendarmería (Policía de Prisiones).
El fuego se originó en los pisos superiores de la torre número 5 de la cárcel de San Miguel, ubicado en el sur de Santiago, en medio de una riña, dijo el director Nacional de Gendarmería, Luis Masferrer, quien precisó que los hechos se iniciaron a las 05H30 locales (08H30 GMT).
"A las 5.30 se producen los hechos, a las 5.37 la primera alerta. Comenzaron los hechos con una riña al interior de los penales", dijo.
"Tenemos asistentes sociales y sicólogos para atender y dar información a los familiares", añadió Masferrer.
"Esta tragedia refleja la precariedad del sistema carcelario chileno que lo hemos venido denunciando desde que asumimos. El porcentaje de sobrepoblación y hacinamiento en esta unidad es un factor a analizar para determinar las causas de este lamentable hecho", dijo Masferrer.
La Defensora Nacional Pública, Paula Vial, dijo tras visitar el recinto penitenciario que la Torre 5, donde ocurrió la tragedia, estaba destinada a reclusos "en general de baja peligrosidad, muchos de ellos primerizos (que habían recibido su primera condena)".
A las afueras del centro penitenciario, los familiares de los internos exigían información sobre sus parientes, en medio de escenas de llanto y desesperación que incluso llevaron a incidentes entre civiles y policías, según comprobó la AFP.
Este miércoles, feriado en Chile, era día de visita, razón por la cual había muchos familiares desde temprano frente al penal.
Los incidentes estallaron luego de que las autoridades entregaran una lista oficial de personas ilesas y heridas, lo que desató la confusión al pensarse que se trataba de los reclusos que resultaron muertos.
Después de que terminó de emitirse el listado, los cientos de familiares reunidos en las afueras del recinto comenzaron a lanzar escupitajos y piedras a la Policía, al tiempo que remecían las vallas metálicas instaladas en el lugar.
"Somos más de 600 familiares que no sabemos dónde están nuestros hijos", gritó desesperado un padre, en las afueras del penal.
"Por favor señor, queremos saber de nuestros niños", imploró también un mujer, en medio de los llantos.
Por su parte, el ministro de Justicia, Felipe Bulnes, anunció que se realizará "una investigación" para determinar las circunstancias de la tragedia.
La anterior peor tragedia data de 2001, cuando 26 reclusos murieron en un incendio en la cárcel de Iquique, a 1.800 km al norte de Santiago.
Piñera dijo además que "hay otros 14 heridos graves", además de "siete heridos menores por asfixia".
"Esto ha sido una tremenda y dolorosa tragedia", agregó el mandatario, y detalló que "prácticamente la totalidad" de los fallecidos ya están identificados.
"La situación penitenciaria en nuestro país no resiste más", señaló Piñera, quien estaba visiblemente compungido.
Previamente el ministro de Salud, Jaime Mañalich, había indicado que "los 14 heridos están con riesgo vital por quemaduras y fueron trasladados a diferentes centros médicos dispuestos en la región Metropolitana".
Mañalich señaló que tres funcionarios de gendarmería y un bombero resultaron heridos aunque no de consideración y son atendidos en el Hospital de Carabineros.
La cárcel de San Miguel, con capacidad para 900 reos, contaba con 1.900 internos en su totalidad, según datos otorgados por Gendarmería (Policía de Prisiones).
El fuego se originó en los pisos superiores de la torre número 5 de la cárcel de San Miguel, ubicado en el sur de Santiago, en medio de una riña, dijo el director Nacional de Gendarmería, Luis Masferrer, quien precisó que los hechos se iniciaron a las 05H30 locales (08H30 GMT).
"A las 5.30 se producen los hechos, a las 5.37 la primera alerta. Comenzaron los hechos con una riña al interior de los penales", dijo.
"Tenemos asistentes sociales y sicólogos para atender y dar información a los familiares", añadió Masferrer.
"Esta tragedia refleja la precariedad del sistema carcelario chileno que lo hemos venido denunciando desde que asumimos. El porcentaje de sobrepoblación y hacinamiento en esta unidad es un factor a analizar para determinar las causas de este lamentable hecho", dijo Masferrer.
La Defensora Nacional Pública, Paula Vial, dijo tras visitar el recinto penitenciario que la Torre 5, donde ocurrió la tragedia, estaba destinada a reclusos "en general de baja peligrosidad, muchos de ellos primerizos (que habían recibido su primera condena)".
A las afueras del centro penitenciario, los familiares de los internos exigían información sobre sus parientes, en medio de escenas de llanto y desesperación que incluso llevaron a incidentes entre civiles y policías, según comprobó la AFP.
Este miércoles, feriado en Chile, era día de visita, razón por la cual había muchos familiares desde temprano frente al penal.
Los incidentes estallaron luego de que las autoridades entregaran una lista oficial de personas ilesas y heridas, lo que desató la confusión al pensarse que se trataba de los reclusos que resultaron muertos.
Después de que terminó de emitirse el listado, los cientos de familiares reunidos en las afueras del recinto comenzaron a lanzar escupitajos y piedras a la Policía, al tiempo que remecían las vallas metálicas instaladas en el lugar.
"Somos más de 600 familiares que no sabemos dónde están nuestros hijos", gritó desesperado un padre, en las afueras del penal.
"Por favor señor, queremos saber de nuestros niños", imploró también un mujer, en medio de los llantos.
Por su parte, el ministro de Justicia, Felipe Bulnes, anunció que se realizará "una investigación" para determinar las circunstancias de la tragedia.
La anterior peor tragedia data de 2001, cuando 26 reclusos murieron en un incendio en la cárcel de Iquique, a 1.800 km al norte de Santiago.