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Política
El ejército lleva a cabo desde hace dos años operaciones a gran escala en el norte del Sinaí en un intento por erradicar los ataques yihadistas contra las fuerzas del orden, que se han multiplicado desde el derrocamiento militar del presidente islamista Mohamed Mursi en julio 2013.
El sábado, soldados apoyados por la aviación atacaron "varias posiciones terroristas" en 14 sectores del norte de la península del Sinaí, "matando a 59 terroristas", indicó el portavoz del ejército en un comunicado publicado el domingo. Cuatro yihadistas fueron arrestados, añade el texto.
"Al final de la jornada de combates [del sábado] el número de mártires de las fuerzas armadas se elevaba a siete", según la misma fuente.
El sábado por la noche, el ejército había anunciado ya la muerte de tres soldados, en un ataque con cohete, contra un puesto de control militar en el norte del Sinaí.
Este atentado fue reivindicado por el brazo egipcio del grupo Estado Islámico (EI), que ha convertido al norte del Sinaí en su bastión.
Este grupo yihadista ha reivindicado los ataques más mortíferos y atroces que se han perpetrado en Egipto desde la caída de Mursi. Cientos de policías y soldados han muerto en estos ataques.
Los yihadistas afirman actuar en represalia a la sangrienta represión contra los partidarios de Mursi, en la que más de 1.400 personas perecieron, en su mayoría manifestantes islamistas.
Asimismo, miles de personas fueron encarceladas y cientos condenadas a muerte en juicios masivos y expeditivos.
El sábado, soldados apoyados por la aviación atacaron "varias posiciones terroristas" en 14 sectores del norte de la península del Sinaí, "matando a 59 terroristas", indicó el portavoz del ejército en un comunicado publicado el domingo. Cuatro yihadistas fueron arrestados, añade el texto.
"Al final de la jornada de combates [del sábado] el número de mártires de las fuerzas armadas se elevaba a siete", según la misma fuente.
El sábado por la noche, el ejército había anunciado ya la muerte de tres soldados, en un ataque con cohete, contra un puesto de control militar en el norte del Sinaí.
Este atentado fue reivindicado por el brazo egipcio del grupo Estado Islámico (EI), que ha convertido al norte del Sinaí en su bastión.
Este grupo yihadista ha reivindicado los ataques más mortíferos y atroces que se han perpetrado en Egipto desde la caída de Mursi. Cientos de policías y soldados han muerto en estos ataques.
Los yihadistas afirman actuar en represalia a la sangrienta represión contra los partidarios de Mursi, en la que más de 1.400 personas perecieron, en su mayoría manifestantes islamistas.
Asimismo, miles de personas fueron encarceladas y cientos condenadas a muerte en juicios masivos y expeditivos.
