En un comunicado, la ISAF había informado horas antes de un ataque insurgente contra uno de sus puestos de control en el distrito, lo que llevó a sus tropas a solicitar apoyo aéreo. «Un proyectil insurgente se quedó corto y acabó supuestamente con la vida de un civil afgano en un maizal (...) Cuatro insurgentes murieron por municiones de precisión usadas en una línea montañosa», afirmó. También dijo estar al tanto de «acusaciones de bajas civiles» como consecuencia del bombardeo, y anunció que ha abierto una investigación.
Las bajas entre civiles en las operaciones de la ISAF han sido objeto de críticas por parte del presidente afgano, Hamid Karzai, que las ha calificado varias veces de «inaceptables». Y a principios de agosto, el nuevo jefe de las tropas internacionales en Afganistán, David Petraeus, exigió a sus fuerzas que confirmaran la ausencia de civiles en las áreas de combate antes de ordenar abrir fuego.
Las bajas entre civiles en las operaciones de la ISAF han sido objeto de críticas por parte del presidente afgano, Hamid Karzai, que las ha calificado varias veces de «inaceptables». Y a principios de agosto, el nuevo jefe de las tropas internacionales en Afganistán, David Petraeus, exigió a sus fuerzas que confirmaran la ausencia de civiles en las áreas de combate antes de ordenar abrir fuego.