Esta declaración del sospechoso en el tribunal londinense de Westminster confirma al parecer las revelaciones y testimonios publicados por la prensa desde el asesinato de Jo Cox el jueves pasado.
Mair, de 52 años, pronunció esas palabras cuando fue invitado a declinar su identidad, según la agencia británica Press Association. Esposado y vestido de ropa deportiva de color gris, no dijo nada más y se mantuvo callado cuando la la magistrada le preguntó su dirección y fecha de nacimiento.
Al final de la audiencia, la jueza ordenó un análisis psiquiátrico del acusado y su detención en la cárcel de alta seguridad de Belmarsh, al sudeste de Londres.
Mair debe comparecer por segunda vez ante la justicia, esta vez en el tribunal londinense de Old Bailey, el próximo lunes.
El viernes había sido imputado por homicidio voluntario de la diputada laborista de 41 años, disparada y apuñalada el jueves en su circunscripción de Birstall, en el norte de Inglaterra.
También fue acusado de lesiones corporales graves, de posesión de un arma de fuego con la intención de cometer un acto criminal y de posesión de un arma ofensiva.
Un hombre de 77 años permanece hospitalizado tras haber sido herido por Mair al intentar defender a Cox durante el ataque.
El asesinato conmocionó al país y obligó a suspender por unos días la campaña del referéndum sobre la permanecía del Reino Unido en la Unión Europea.
Como establece la ley, desde el momento de la imputación, la prensa ya no podrá publicar información y testimonios conocidos desde la muerte de Cox, en particular sobre sus posibles motivaciones.
Cox, madre de dos hijos, fue agredida en la calle cuando salía de la biblioteca de la ciudad. En decenas de ciudades británicas se organizaron ceremonias de duelo y homenaje.
En Birstall, que recibió la visita del primer ministro David Cameron, los habitantes se reunieron en el centro de la ciudad para recordar a la diputada.
En Londres, centenas de personas depositaron flores el viernes en la puerta del parlamento y observaron un minuto de silencio. "Atravesamos un período inquietante en el Reino Unido, como si se hubiera liberado el odio", declaró a la AFP Alice Poole.
Cox "combatió siempre esas fuerzas oscuras", agregó esa mujer de 40 años, que al igual que muchos de los presentes elogiaba su compromiso con los refugiados y su intensa campaña para que el Reino Unido permanezca en la UE.
"Hay que tomar distancia y preguntarse si queremos votar en ese clima de cólera y de odio", decía por su parte Sunny Sharma, de 31 años, que considera que hay que aplazar la consulta, prevista el próximo jueves.
Los dos meses de campaña estuvieron llenos de agresividad.
El jueves, Nigel Farage, el líder del partido de extrema derecha UKIP, causó polémica con un cartel electoral donde aparece una columna de inmigrantes.
Los analistas consultados por la AFP consideran que ahora habrá que cambiar el tono de la campaña pero ninguno se aventuró a predecir las consecuencias del asesinato en el resultado.
Las últimas encuestas publicadas antes de la muerte de la diputada daban una ventaja al Brexit. El sábado, los dos campos ratificaron que sus respectivas campañas seguían suspendidas.
El exalcalde de Londres, Boris Johnson, líder de los conservadores favorables al Brexit suspendió un acto en Birmingham. Por su parte, el movimiento "Britain Stronger In" ("Más fuertes dentro de la UE") anuló decenas de actos y reuniones en todo el país.
Sin embargo, varias figuras políticas, entre ellas el líder laborista Jeremy Corbyn, el ministro de Finanzas George Osborne y Nigel Farage, mantuvieron su presencia en los programas políticos del domingo.
David Cameron por su parte será entrevistado por la BBC durante la noche del domingo.
La campaña se reactivará el martes, dos días antes del referéndum, con un debate organizado en la Wembley Arena ante 6.000 personas.
El lunes, el parlamento, convocado en forma extraordinaria, rendirá un homenaje a Jo Cox, elegida en la cámara de los comunes en 2015 y que era, según Cameron, "uno de sus miembros más brillantes y apasionados".
El sábado, el diario The Times, de centroderecha, se pronunció a favor de mantener al Reino Unido en la UE, como ya lo había hecho antes el diario económico Financial Times y la revista The Economist.
Mair, de 52 años, pronunció esas palabras cuando fue invitado a declinar su identidad, según la agencia británica Press Association. Esposado y vestido de ropa deportiva de color gris, no dijo nada más y se mantuvo callado cuando la la magistrada le preguntó su dirección y fecha de nacimiento.
Al final de la audiencia, la jueza ordenó un análisis psiquiátrico del acusado y su detención en la cárcel de alta seguridad de Belmarsh, al sudeste de Londres.
Mair debe comparecer por segunda vez ante la justicia, esta vez en el tribunal londinense de Old Bailey, el próximo lunes.
El viernes había sido imputado por homicidio voluntario de la diputada laborista de 41 años, disparada y apuñalada el jueves en su circunscripción de Birstall, en el norte de Inglaterra.
También fue acusado de lesiones corporales graves, de posesión de un arma de fuego con la intención de cometer un acto criminal y de posesión de un arma ofensiva.
Un hombre de 77 años permanece hospitalizado tras haber sido herido por Mair al intentar defender a Cox durante el ataque.
El asesinato conmocionó al país y obligó a suspender por unos días la campaña del referéndum sobre la permanecía del Reino Unido en la Unión Europea.
Como establece la ley, desde el momento de la imputación, la prensa ya no podrá publicar información y testimonios conocidos desde la muerte de Cox, en particular sobre sus posibles motivaciones.
Cox, madre de dos hijos, fue agredida en la calle cuando salía de la biblioteca de la ciudad. En decenas de ciudades británicas se organizaron ceremonias de duelo y homenaje.
- "Se ha liberado el odio" -
En Birstall, que recibió la visita del primer ministro David Cameron, los habitantes se reunieron en el centro de la ciudad para recordar a la diputada.
En Londres, centenas de personas depositaron flores el viernes en la puerta del parlamento y observaron un minuto de silencio. "Atravesamos un período inquietante en el Reino Unido, como si se hubiera liberado el odio", declaró a la AFP Alice Poole.
Cox "combatió siempre esas fuerzas oscuras", agregó esa mujer de 40 años, que al igual que muchos de los presentes elogiaba su compromiso con los refugiados y su intensa campaña para que el Reino Unido permanezca en la UE.
"Hay que tomar distancia y preguntarse si queremos votar en ese clima de cólera y de odio", decía por su parte Sunny Sharma, de 31 años, que considera que hay que aplazar la consulta, prevista el próximo jueves.
Los dos meses de campaña estuvieron llenos de agresividad.
El jueves, Nigel Farage, el líder del partido de extrema derecha UKIP, causó polémica con un cartel electoral donde aparece una columna de inmigrantes.
Los analistas consultados por la AFP consideran que ahora habrá que cambiar el tono de la campaña pero ninguno se aventuró a predecir las consecuencias del asesinato en el resultado.
Las últimas encuestas publicadas antes de la muerte de la diputada daban una ventaja al Brexit. El sábado, los dos campos ratificaron que sus respectivas campañas seguían suspendidas.
El exalcalde de Londres, Boris Johnson, líder de los conservadores favorables al Brexit suspendió un acto en Birmingham. Por su parte, el movimiento "Britain Stronger In" ("Más fuertes dentro de la UE") anuló decenas de actos y reuniones en todo el país.
Sin embargo, varias figuras políticas, entre ellas el líder laborista Jeremy Corbyn, el ministro de Finanzas George Osborne y Nigel Farage, mantuvieron su presencia en los programas políticos del domingo.
David Cameron por su parte será entrevistado por la BBC durante la noche del domingo.
La campaña se reactivará el martes, dos días antes del referéndum, con un debate organizado en la Wembley Arena ante 6.000 personas.
El lunes, el parlamento, convocado en forma extraordinaria, rendirá un homenaje a Jo Cox, elegida en la cámara de los comunes en 2015 y que era, según Cameron, "uno de sus miembros más brillantes y apasionados".
El sábado, el diario The Times, de centroderecha, se pronunció a favor de mantener al Reino Unido en la UE, como ya lo había hecho antes el diario económico Financial Times y la revista The Economist.