En declaraciones realizadas durante el séptimo día de Ashura, en el complejo de Sayyed al Shuhadaa (el Señor de los Mártires) en el suburbio del sur de Beirut, Sayyed Nasrallah lamentó que el Reino Unido Unido esté dispuesto a cambiar su sistema judicial para servir a Israel y sus intereses.
“Lo mismo se aplica a EEUU,” dijo Sayyed Nasrallah. “Aunque emplea eslóganes como libertad, democracia y libertad de expresión y de palabra en el mundo, el Congreso de EEUU aprobó casi por unanimidad una ley que penaliza a los propietarios de los satélites que son utilizados por algunas cadenas de televisión árabes sólo porque éstas dicen la verdad a los pueblos árabes y difunden los hechos relativos a la ocupación, la agresión y al proyecto de EEUU en la región,” dijo Su Eminencia. “Ellos utilizan las leyes conforme a sus caprichos y bajos intereses,” concluyó Su Eminencia.
El secretario general de Hezbollah dedicó la mayor parte de su discurso a enfatizar la importancia de las leyes y la necesidad de respetarlas. Su Eminencia señaló que, no importa cuál sea la naturaleza del sistema del país, todo el mundo necesita respetar las leyes relativas al orden público.
Sayyed Nasrallah subrayó la importancia de cumplir con las señales de tráfico, señalando que el no cumplimiento de las mismas era un menoscabo del orden público y la seguridad de los ciudadanos. “Hay que respetar las leyes y normas y trabajar en base a ellas siempre que ellas no entren en conflicto con la religión o la Sharia, ya sea en Líbano o en otras partes,” dijo Su Eminencia.
Sayyed Nasrallah también tocó el tema del agua y la electricidad, enfatizando la prohibición de extraer energía eléctrica de forma gratuita de los tendidos eléctricos públicos y la necesidad de adquirir la electricidad y el agua a través de la utilización de los servicios del Estado. Su Eminencia también habló de la prohibición de violar las normas urbanísticas o las normas laborales bajo el pretexto de que “no es necesario el cumplimiento de las regulaciones de un estado no musulmán.”
“Mi discurso es para todas las personas del país, musulmanes y cristianos, ya estén ellos interesados en los temas religiosos o no. Yo dirijo mi discurso a una comunidad humana que vive en una patria bajo la protección del Estado compartiendo una vida en común e intereses comunes, tales como el puerto y el aeropuerto, la economía y la agricultura, la industria y el presupuesto, el déficit y la deuda que nos afectan a todos,” dijo Sayyed Nasrallah.
Su Eminencia indicó que el tema no está vinculado al tema de la mayoría parlamentaria o la oposición, a un sistema islámico u otro no islámico, a un sistema que aprobemos o no, o a un sistema que sea una dictadura o no. “Lo que ocurre en el país nos afecta a todos y el interés de la gente y la sociedad es respetar este tipo de orden público vinculado con la ley sin discusiones porque esto es en interés de la nación,” explicó Su Eminencia.
Sayyed Nasrallah concluyó su discurso recordando que el propósito de los profetas y de los sacrificios, normas y religiones es alcanzar las mejores condiciones de vida posible para las personas dentro de un marco de seguridad, estabilidad, libertad, felicidad, desarrollo, educación y perfección moral y religiosa. “De este modo, existen una serie de normas que preservan la vida y el estilo de vida de las personas, ya se trate de un gobierno musulmán o no, y este tipo de reglas buscan el mismo objetivo que el de los profetas y sus movimientos y el de todos los buenos movimientos a través de la historia, así que deben ser respetadas y tomadas en consideración porque ellas van en beneficio de la gente y esto es islámico.
“Lo mismo se aplica a EEUU,” dijo Sayyed Nasrallah. “Aunque emplea eslóganes como libertad, democracia y libertad de expresión y de palabra en el mundo, el Congreso de EEUU aprobó casi por unanimidad una ley que penaliza a los propietarios de los satélites que son utilizados por algunas cadenas de televisión árabes sólo porque éstas dicen la verdad a los pueblos árabes y difunden los hechos relativos a la ocupación, la agresión y al proyecto de EEUU en la región,” dijo Su Eminencia. “Ellos utilizan las leyes conforme a sus caprichos y bajos intereses,” concluyó Su Eminencia.
El secretario general de Hezbollah dedicó la mayor parte de su discurso a enfatizar la importancia de las leyes y la necesidad de respetarlas. Su Eminencia señaló que, no importa cuál sea la naturaleza del sistema del país, todo el mundo necesita respetar las leyes relativas al orden público.
Sayyed Nasrallah subrayó la importancia de cumplir con las señales de tráfico, señalando que el no cumplimiento de las mismas era un menoscabo del orden público y la seguridad de los ciudadanos. “Hay que respetar las leyes y normas y trabajar en base a ellas siempre que ellas no entren en conflicto con la religión o la Sharia, ya sea en Líbano o en otras partes,” dijo Su Eminencia.
Sayyed Nasrallah también tocó el tema del agua y la electricidad, enfatizando la prohibición de extraer energía eléctrica de forma gratuita de los tendidos eléctricos públicos y la necesidad de adquirir la electricidad y el agua a través de la utilización de los servicios del Estado. Su Eminencia también habló de la prohibición de violar las normas urbanísticas o las normas laborales bajo el pretexto de que “no es necesario el cumplimiento de las regulaciones de un estado no musulmán.”
“Mi discurso es para todas las personas del país, musulmanes y cristianos, ya estén ellos interesados en los temas religiosos o no. Yo dirijo mi discurso a una comunidad humana que vive en una patria bajo la protección del Estado compartiendo una vida en común e intereses comunes, tales como el puerto y el aeropuerto, la economía y la agricultura, la industria y el presupuesto, el déficit y la deuda que nos afectan a todos,” dijo Sayyed Nasrallah.
Su Eminencia indicó que el tema no está vinculado al tema de la mayoría parlamentaria o la oposición, a un sistema islámico u otro no islámico, a un sistema que aprobemos o no, o a un sistema que sea una dictadura o no. “Lo que ocurre en el país nos afecta a todos y el interés de la gente y la sociedad es respetar este tipo de orden público vinculado con la ley sin discusiones porque esto es en interés de la nación,” explicó Su Eminencia.
Sayyed Nasrallah concluyó su discurso recordando que el propósito de los profetas y de los sacrificios, normas y religiones es alcanzar las mejores condiciones de vida posible para las personas dentro de un marco de seguridad, estabilidad, libertad, felicidad, desarrollo, educación y perfección moral y religiosa. “De este modo, existen una serie de normas que preservan la vida y el estilo de vida de las personas, ya se trate de un gobierno musulmán o no, y este tipo de reglas buscan el mismo objetivo que el de los profetas y sus movimientos y el de todos los buenos movimientos a través de la historia, así que deben ser respetadas y tomadas en consideración porque ellas van en beneficio de la gente y esto es islámico.