La zona de Silwan, en Jerusalén, que será destruida
La comisión de planificación y de construcción de la municipalidad validó el proyecto llamado "Jardín del Rey" en hebreo (en alusión a los jardines del rey Salomón) que debe construirse en el barrio árabe de Silwan en Jerusalén Este, donde colonos judíos se instalaron con sus familias en medio de 12.000 palestinos.
El plan municipal prevé la destrucción de 22 viviendas palestinas construídas sin autorización israelí, mientras que otras 66 viviendas construídas también sin permiso israelí, serán legalizadas retroactivamente.
El tema es tanto más sensible cuanto que la comunidad internacional no reconoce la ocupación israelí del sector oriental de Jerusalén anexada por la fuerza por Israel en junio de 1967, tras la llamada "Guerra de los Seis Días" entre árabes e israelíes.
Estados Unidos, que trata por todos los medios de reactivar las negociaciones israelo-palestinas, se declaró "preocupado" por el proyecto municipal, conocido desde hace varios meses.
"Es precisamente este tipo de medidas que, en nuestra opinión, erosiona la confianza que es fundamental en el diálogo indirecto" entre Israel y los palestinos, criticó el portavoz del departamento de Estado Philip Crowley.
Por el lado israelí, tres ministros tomaron distancias con el proyecto.
"La municipalidad de Jerusalén no ha dado prueba de buen sentido, ni de sensibilidad en cuanto al momento elegido" para anunciar esta decisión, estimó Barak en un comunicado publicado en Israel, mientras efectúa una visita a Estados Unidos.
Incluso entre los partidarios de la colonización, el ministro de la Vivienda, Ariel Attias, del partido ultraortodoxo Shass, estimó que "habría sido mejor esperar un momento más oportuno".
Reaccionando a la críticas de Washington, Netanyahu se apresuró a publicar un comunicado explicando que "el Primer ministro no tiene el poder de intervenir en la gestión de la municipalidad" de Jerusalén.
Según los comentaristas, Netanyahu quiso evitar nuevas fricciones con Estados Unidos, a dos semanas de un encuentro en la Casa Blanca con el presidente Barack Obama.
En marzo pasado, el explosivo tema de la colonización en Jerusalén Este había provocado una grave crisis diplomática con Washington, después del anuncio de la construcción de 1.600 viviendas en un barrio judío del sector oriental, en momentos en que el vice-presidente estadounidense Joe Biden efectuaba una visita a Israel.
Desde entonces, Netanyahu ha tratado de evitar nuevos enfrentamientos con los estadounidenses.
Un comunicado publicado por su gabinete asegura que él había pedido al alcalde nacionalista de Jerusalén Nir Barkat que congelara el proyecto de parque arqueológico para permitir avanzar en las negociaciones indirectas con los palestinos.
El Primer ministro también insistió en el hecho que la decisión sólo era una primera etapa de un largo proceso.
"Se trata de los preliminares de un proyecto, que debe ser discutido tanto a nivel de la comisión de urbanización de la municipalidad como de la comisión del distrito del ministerio del Interior", insistió el gabinete de Netanyahu.
Israel proclamó Jerusalén como su capital "eterna y unificada", mientras que los palestinos quieren que la parte oriental de la ciudad sea la capital de su futuro Estado.
El plan municipal prevé la destrucción de 22 viviendas palestinas construídas sin autorización israelí, mientras que otras 66 viviendas construídas también sin permiso israelí, serán legalizadas retroactivamente.
El tema es tanto más sensible cuanto que la comunidad internacional no reconoce la ocupación israelí del sector oriental de Jerusalén anexada por la fuerza por Israel en junio de 1967, tras la llamada "Guerra de los Seis Días" entre árabes e israelíes.
Estados Unidos, que trata por todos los medios de reactivar las negociaciones israelo-palestinas, se declaró "preocupado" por el proyecto municipal, conocido desde hace varios meses.
"Es precisamente este tipo de medidas que, en nuestra opinión, erosiona la confianza que es fundamental en el diálogo indirecto" entre Israel y los palestinos, criticó el portavoz del departamento de Estado Philip Crowley.
Por el lado israelí, tres ministros tomaron distancias con el proyecto.
"La municipalidad de Jerusalén no ha dado prueba de buen sentido, ni de sensibilidad en cuanto al momento elegido" para anunciar esta decisión, estimó Barak en un comunicado publicado en Israel, mientras efectúa una visita a Estados Unidos.
Incluso entre los partidarios de la colonización, el ministro de la Vivienda, Ariel Attias, del partido ultraortodoxo Shass, estimó que "habría sido mejor esperar un momento más oportuno".
Reaccionando a la críticas de Washington, Netanyahu se apresuró a publicar un comunicado explicando que "el Primer ministro no tiene el poder de intervenir en la gestión de la municipalidad" de Jerusalén.
Según los comentaristas, Netanyahu quiso evitar nuevas fricciones con Estados Unidos, a dos semanas de un encuentro en la Casa Blanca con el presidente Barack Obama.
En marzo pasado, el explosivo tema de la colonización en Jerusalén Este había provocado una grave crisis diplomática con Washington, después del anuncio de la construcción de 1.600 viviendas en un barrio judío del sector oriental, en momentos en que el vice-presidente estadounidense Joe Biden efectuaba una visita a Israel.
Desde entonces, Netanyahu ha tratado de evitar nuevos enfrentamientos con los estadounidenses.
Un comunicado publicado por su gabinete asegura que él había pedido al alcalde nacionalista de Jerusalén Nir Barkat que congelara el proyecto de parque arqueológico para permitir avanzar en las negociaciones indirectas con los palestinos.
El Primer ministro también insistió en el hecho que la decisión sólo era una primera etapa de un largo proceso.
"Se trata de los preliminares de un proyecto, que debe ser discutido tanto a nivel de la comisión de urbanización de la municipalidad como de la comisión del distrito del ministerio del Interior", insistió el gabinete de Netanyahu.
Israel proclamó Jerusalén como su capital "eterna y unificada", mientras que los palestinos quieren que la parte oriental de la ciudad sea la capital de su futuro Estado.