"No hay más escritores, en todo caso, ya no hay más como él", declaró el autor de "El mundo según Garp" sobre el escenario del teatro de Lübeck, al fondo del cual destacaba un gran retrato de Grass luciendo su espeso bigote en momentos en que encendía su inseparable pipa.
"Sé cómo se siente Óscar. Günter Grass era el rey de los vendedores de juguetes. Ahora nos ha abandonado y se llevó con él todos los juguetes de este mundo", continuó Irving, amigo de larga data del escritor, refiriéndose al niño héroe de su obra emblemática "El Tambor de hojalata" (1959).
Fallecido el pasado 13 de abril a los 87 años de edad en Lübeck, Grass fue inhumado en la intimidad familiar al sur de la ciudad.
Unas 900 personas acudieron a esta ceremonia que en la que hubo discursos, lecturas e interludios musicales. Además de la esposa de Günter Grass y su hija Helene, quien hizo una lectura, el presidente alemán, Joachim Gauck, el vicecanciller Sigmar Gabriel e inclusive el excanciller Gerhard Schroeder figuraban entre los invitados.
Conciencia moral de la Alemania posterior al nazismo, en la que fuera el escritor más conocido, Grass, también reputado por sus polémicas tomas de posición, fue hipercrítico con las omisiones de la clase política de la postguerra sobre el nazismo.
Nacido en 1927 en Dantzig -actualmente Gdansk en Polonia-, ciudad que le sirvió de escenario para "El tambor de hojalata", quien fuera próximo al canciller Willy Brandt y se alineara en 1998 con Gerhard Schroeder, recibió en 1999 el Premio Nobel de literatura por el conjunto de su obra.