Sin mencionar ni una vez directamente a Estados Unidos, Patriota criticó la intervención militar en Irak en 2003 e hizo una encendida defensa del multilateralismo defendido por Vieira de Mello y de la necesidad de "no demonizar al otro", por ejemplo en el conflicto entre Israel y los palestinos o en relación a Irán.
"Antes del surgimiento del mundo multipolar (Vieira de Mello) ya era multipolar. Nunca incurrió en la tendencia de ser norte-atlántico-centrista, o de creer más en lo que se lee en la prensa estadounidense, inglesa, europea, siempre cultivó una variedad de fuentes para informarse, para tener la adecuada comprensión de un problema; es un aspecto de su universalismo", dijo el canciller brasileño.
Diez años atrás, el 19 de agosto de 2003, un terrorista suicida detonó un camión cargado de explosivos cerca del Hotel Canal, en Bagdad, que albergaba las oficinas de la ONU, dejando 22 muertos, entre ellos Vieira de Mello, de 55 años, y 200 heridos.
El canciller brasileño dijo que "la primera obligación" de la comunidad internacional "debe ser no empeorar, no desestabilizar más la situación", y recordó que cuando comenzó la intervención militar en Irak en 2003, tras el derrocamiento de Sadam Husein, el país tenía unos 360.000 refugiados y desplazados internos y en 2007 eran 2,3 millones.
"Son números que aterrorizan, sin hablar de las más de 100.000 víctimas civiles directas e indirectas de la intervención militar, según estimaciones modestas", afirmó el ministro ante unas 300 personas reunidas en una sala del Jardín Botánico de Rio de Janeiro para homenajear a Vieira de Mello, incluida la subsecretaria general de la ONU para Asuntos Humanitarios, Valerie Amos.
"La comunidad internacional precisa encontrar formas de ser operacional para evitar grandes tragedias. No es tolerable que surjan nuevas Ruandas, nuevos Srebrenicas, y tampoco es tolerable que surjan nuevos Iraks", sostuvo el ministro.
"Sergio fue un gran defensor de los valores y misiones de la ONU. Su muerte fue una gran pérdida para la Organización, pero su legado ha inspirado a muchas personas a trabajar en asuntos humanitarios", dijo el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, en un mensaje de video pregrabado.
Vieira de Mello "era un líder humanitario carismático, sin miedo. El ataque fue un desperdicio sin sentido de vida humana (...) y de manera indirecta, un ataque a personas que se encuentran entre las más vulnerables del mundo", dijo por su lado Valerie Amos.
Patriota criticó varias "omisiones" de la comunidad internacional, como el uso de aviones no tripulados (drones), "que provocan un número altísimo de muertes civiles, inocentes, sin que haya un debate sistemático sobre eso".
También lamentó la demora en crear un Estado palestino y advirtió que "la situación humanitaria en los territorios ocupados, en Cisjordania, en la franja de Gaza, equivale a un barril de pólvora".
Esto "agrava las tensiones en una región que ya está entre las más volátiles e inestables del mundo", estimó Patriota, que volvió a reclamar un Consejo de Seguridad de la ONU "moderno, en consonancia con la multipolaridad emergente".
Vieira de Mello, exalto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, también trabajó para Naciones Unidas en Bangladesh, Sudán, Chipre, Mozambique, Perú, Camboya, Líbano, Kosovo, Fiji y Timor del Este.
"Sergio construyó una carrera que concilió notable talento en el campo operacional, político y diplomático. Apoyo a refugiados, mediación, desminado, resolución de conflictos y reconstrucción post-conflicto", resumió la ONU en un comunicado.