"Nuestra prioridad es salvar vidas y evitar una mayor pérdida de vidas en el mar", dijo Mogherini al presentar ante los 15 miembros del Consejo el plan de la Unión Europea para hacer frente a la crisis de migrantes en el Mediterráneo.
Pero la jefa de la diplomacia europea advirtió que la crisis de los migrantes "no es sólo una emergencia humanitaria sino también una crisis de seguridad, puesto que las redes de traficantes están vinculadas a actividades terroristas y las financian".
Con más de 1.800 decesos desde enero, este año se perfila como el más mortífero en la historia de los refugiados que intentan llegar a Europa por el Mediterráneo.
Al describir el flujo de migrantes como una "situación sin precedentes", Mogherini advirtió que se necesita "una respuesta excepcional".
El proyecto de la Unión Europea prevé una acción militar que incluiría la destrucción de barcos usados por traficantes que aprovecharon el caos en Libia para llevar a cabo sus operaciones.
En el Consejo, Francia, Lituania, el Reino Unido y España están trabajando con Italia sobre un proyecto de resolución que respaldaría el plan de la UE para hacer frente a la crisis de los migrantes.
Un boceto preliminar autoriza "el uso de todos los medios necesarios para capturar y disponer de los buques", incluida su destrucción o volverlos inoperables, informaron diplomáticos.
No obstante, Rusia se opone a la posibilidad de destruir los navíos, argumentando que los traficantes suelen robar las embarcaciones a sus propietarios cuando éstos no suelen estar al tanto de la finalidad con que son usadas.
"Esto está yendo demasiado lejos", opinó el embajador ruso Vitaly Churkin la semana pasada.
La resolución sería redactada contemplando el capítulo 7 de la Carta de la ONU, que permite el uso de la fuerza y brindaría a la UE el derecho de actuar en aguas territoriales libias, si sus autoridades dan su consentimiento.
"Nuestro mensaje a los libios es el siguiente: Europa está dispuesta a ayudarlos de todas las formas posibles, Europa estará a su lado", dijo Mogherini, quien añadió que "no actuaremos contra nadie, debemos actuar juntos".
Varias organizaciones de derechos humanos y de ayuda internacional también se oponen a una acción militar aduciendo que la atención dejaría de centrarse en mejorar la situación legal de los migrantes que buscan alcanzar Europa.