La nueva ley, que modifica la legislación que regía el matrimonio en este país desde 1955, fue aprobada por la Cámara de Diputados este miércoles, un poco más de un cuarto de siglo después de la despenalización de la homosexualidad, en 1986.
Nueva Zelanda autorizaba ya las uniones civiles desde 2005.
Esta reforma de ley, defendida por el primer ministro de centro derecha, John Key, fue presentada por Louisa Wall, diputada homosexual del Partido Laborista, principal partido de oposición.
Según esta última, la decisión neozelandesa podría abrir el paso a reformas similares en otros países de la región.
"La ley (precedente) consideraba a los neozelandeses homosexuales como seres inferiores a los seres humanos, a los demás ciudadanos. Este texto permite asegurarse de que el Estado no discrimine a ninguna categoría de la población", en función de su orientación sexual, dijo la diputada a la AFP.
El texto tuvo que hacer frente a una fuerte oposición, principalmente del grupo Family First, que acusa a los dirigentes políticos de debilitar la institución tradicional del matrimonio bajo la presión de los activistas a favor del matrimonio entre homosexuales.
En la capital, Wellington, principalmente en la calle de Cuba llena de bares frecuentados por homosexuales, varias pantallas gigantes retransmitían en directo el debate sobre la ley en el parlamento antes del voto.
Sin embargo, las personas entrevistadas en esta frecuentada calle no comparten todas la misma opinión. "Si unas personas están autorizadas a casarse, entonces todas deberían estar autorizadas a hacerlo", opinó Christina Hroch.
Por su parte, Suzy Prime se declaró "totalmente en contra" a esta ley y expresó su preocupación por los niños criados por personas del mismo sexo.
"La ley ya autoriza las uniones civiles, no tengo ningún problema con ello, pero no creo que sea necesario ir más allá y autorizar el matrimonio", dijo.
Actualmente, 13 países autorizan el matrimonio entre personas del mismo sexo en todo el mundo, según la ONG Human Right Watch (HRW).
Dinamarca fue el primer país en autorizar las uniones civiles entre personas del mismo sexo en 1989.
Australia, país vecino de Nueva Zelanda, rechazó el matrimonio entre homosexuales el pasado septiembre.
Uruguay se convirtió a principios de mes en el segundo país latinoamericano, después de Argentina, en legalizar el matrimonio homosexual, luego que la cámara de Diputados diera sanción definitiva a un proyecto de ley de "matrimonio igualitario".
Actualmente, los diputados franceses debaten un proyecto de ley que legalizará el matrimonio entre personas del mismo sexo, así como la adopción, en un contexto de fuerte oposición por una parte de la población.
Nueva Zelanda autorizaba ya las uniones civiles desde 2005.
Esta reforma de ley, defendida por el primer ministro de centro derecha, John Key, fue presentada por Louisa Wall, diputada homosexual del Partido Laborista, principal partido de oposición.
Según esta última, la decisión neozelandesa podría abrir el paso a reformas similares en otros países de la región.
"La ley (precedente) consideraba a los neozelandeses homosexuales como seres inferiores a los seres humanos, a los demás ciudadanos. Este texto permite asegurarse de que el Estado no discrimine a ninguna categoría de la población", en función de su orientación sexual, dijo la diputada a la AFP.
El texto tuvo que hacer frente a una fuerte oposición, principalmente del grupo Family First, que acusa a los dirigentes políticos de debilitar la institución tradicional del matrimonio bajo la presión de los activistas a favor del matrimonio entre homosexuales.
En la capital, Wellington, principalmente en la calle de Cuba llena de bares frecuentados por homosexuales, varias pantallas gigantes retransmitían en directo el debate sobre la ley en el parlamento antes del voto.
Sin embargo, las personas entrevistadas en esta frecuentada calle no comparten todas la misma opinión. "Si unas personas están autorizadas a casarse, entonces todas deberían estar autorizadas a hacerlo", opinó Christina Hroch.
Por su parte, Suzy Prime se declaró "totalmente en contra" a esta ley y expresó su preocupación por los niños criados por personas del mismo sexo.
"La ley ya autoriza las uniones civiles, no tengo ningún problema con ello, pero no creo que sea necesario ir más allá y autorizar el matrimonio", dijo.
Actualmente, 13 países autorizan el matrimonio entre personas del mismo sexo en todo el mundo, según la ONG Human Right Watch (HRW).
Dinamarca fue el primer país en autorizar las uniones civiles entre personas del mismo sexo en 1989.
Australia, país vecino de Nueva Zelanda, rechazó el matrimonio entre homosexuales el pasado septiembre.
Uruguay se convirtió a principios de mes en el segundo país latinoamericano, después de Argentina, en legalizar el matrimonio homosexual, luego que la cámara de Diputados diera sanción definitiva a un proyecto de ley de "matrimonio igualitario".
Actualmente, los diputados franceses debaten un proyecto de ley que legalizará el matrimonio entre personas del mismo sexo, así como la adopción, en un contexto de fuerte oposición por una parte de la población.