Ambos volverán a ser candidatos a ese cargo el próximo lunes para intentar encabezar la Comisión, un cargo que Ping ocupa desde 2008.
"El asunto con mayor interés de esta cumbre será la designación del próximo presidente" de la Comisión de la UA, indicó Alex Vines, director del centro de investigación Chatham House, con sede en Londres.
La UA desplazó esta cumbre a su sede de Adís Abeba después de la decisión de Malaui de renunciar a organizarla para no tener que invitar al presidente sudanés Omar al Bashir, requerido por la Corte Penal Internacional (CPI).
Desde marzo de 2009, Bashir es objeto de una orden de captura emitida por la CPI por crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad en Darfur, región del oeste de Sudán. La CPI añadió en 2010 el cargo de genocidio.
Por su parte, el vicepresidente de la Comisión, el keniano Erastus Mwencha, estimó que la crisis en Mali y la tensión entre Sudán y Sudán del Sur, que se enfrentaron en marzo y abril por regiones en disputa, dominarán la agenda en materia de temas de paz y seguridad.
Alfredo Hengari, del Instituto Sudafricano de Asuntos Internacionales, estimó poco probable que Sudáfrica logre obtener la elección de la ex ministra de Relaciones Exteriores y ex esposa del presidente Jacob Zuma.
Para Hengari, la África francoparlante es un bloque sólido que se opone a la elección de la sudafricana. "Consideran que Sudáfrica ya es un gran país que tiene la posibilidad de influenciar decisiones en la UA sin presidir la Comisión", estimó.
Si bien Sudáfrica trata de presentarla como una candidata regional, a Dlamini-Zuma "se la sigue viendo como sudafricana, lo cual es su principal escollo", afirmó por su parte Jakkie Cilliers, director del Instituto de Estudios para la Seguridad, con sede en Pretoria.
En enero, Ping se impuso levemente en tres votaciones frente a su rival sudafricana.
Dlamini-Zuma se vio entonces obligada por el reglamento a retirar su candidatura, pero Ping, ex hombre de confianza del ex presidente gabonés Omar Bongo y único candidato en liza entonces, no alcanzó la mayoría de los dos tercios necesaria.
Ping obtuvo en la cuarta votación 32 respaldos y 20 boletas en blanco, quedándose a cuatro votos de la mayoría calificada exigida.
Al cierre del encuentro los mandatarios optaron por un compromiso y dejaron a Ping y a su equipo encargados de gestionar los asuntos corrientes hasta la cumbre de junio.