Una impresionante operación militar, que involucra buques de la armada italiana, maltesa y estadounidense, está en curso para vigilar la navegación de un número tan elevado de barcos que se dirigen hacia las costas de Italia y Malta.
Debido a las condiciones climáticas favorables, con la llegada de verano, miles de inmigrantes, la mayoría provenientes de Siria y Eritrea, --países que viven graves conflictos internos--, intentaban entrar ilegalmente por los puertos sicilianos, desbordados por la presencia de un número elevado de indocumentados.
Según las autoridades italianas, más de 50.000 inmigrantes desembarcaron en Italia desde el inicio del año, la misma cifra que el año pasado, por lo que se teme un nuevo éxodo.
Según la marina italiana, una de las embarcaciones transporta tres cadáveres de personas que murieron durante la travesía.
El alcalde del pequeño puerto siciliano de Pozzallo, Luigi Ammatuna, calificó de "inmanejable" la situación tras recibir en sólo 24 horas a 500 indocumentados.
Para Gil Arias Fernández, director adjunto de Frontex, agencia europea encargada de la vigilancia de las fronteras exteriores de Unión Europea, será muy difícil frenar la ola de inmigrantes debido a que huyen de situaciones de violencia e inseguridad.
Según cifras del ministro del Interior italiano, Angelino Alfano, entre 400.000 a 600.000 inmigrantes están listos para partir desde Libia.
- La insensibilidad de Europa -
El primer ministro de Malta, Joseph Muscat, denunció la "total ausencia" de Europa frente al fenómeno, mientras el alcalde de Palermo, en Sicilia, Leoluca Orlando, acusó a las autoridades de la Unión Europea de "insensibilidad" ante el drama de miles de inmigrantes y refugiados que buscan huir de la guerra y el hambre.
El alcalde de Catania, Enzo Bianco, pidió al gobierno de izquierda de Matteo Renzi que decrete el "estado de emergencia".
Para el alcalde de Porto Empedocle, Lillo Firetto, la cifra de los "sin papeles" es demasiado alta para poblaciones tan pequeñas, que viven de pocos recursos y cuentan con pocas infraestructuras para alojarlos.
Un portavoz de la comisaria europea para los Asuntos Internos, Cecilia Malmström, garantizó este domingo el "pleno apoyo" de la entidad.
"Estamos listos a discutir nuevas medidas de apoyo", afirmó el vocero, quien reconoció que los países con menos presión podrían contribuir a encarar el fenómeno, el cual se ha agudizado con las tensiones en varios países de África y Oriente Medio.
En mayo pasado, el primer ministro italiano Matteo Renzi había acusado a la Unión Europea de "dejarlos solos" y apoyó la idea del ministro Alfano, quien a su vez había amenazado a Europa con permitir la fácil salida por sus fronteras de los inmigrantes que llegan a Italia soñando con dirigirse a Francia, Alemania u otros países del Norte.
"Italia no puede convertirse en la prisión de los refugiados políticos. Todos los inmigrantes llegados a Italia a los que se les reconoce el derecho de asilo podrán salir a Europa, donde quieran y cuando lo deseen. Los dejaremos libres para que alcancen sus destinos. A buen entendedor...", amenazó Alfano, quien acusó a la Unión Europea de lavarse las manos ante el drama de la inmigración en masa.