Mubarak y Sarkozy, en la primera reunión de la UPM
Según el gobierno español, la copresidencia franco-egipcia de la UPM y España, "decidieron aplazarla" ante "la evidencia de que el actual bloqueo del proceso de paz en Oriente Próximo haría imposible una participación satisfactoria en la Cumbre", prevista por primera vez para el 7 de junio en Barcelona y también aplazada.
Propuesta en 2008 por iniciativa del presidente francés Nicolas Sarkozy, la UPM agrupa a 43 países: los 27 de la Unión Europea, Turquía, Israel y los países árabes de la cuenca del Mediterráneo.
Pero su funcionamiento no dejó de tropezar con las barreras israelo-palestinas, mientras la UPM insiste en intentar favorecer una solución a pesar de las reticencias de algunos países asociados.
Es en ese contexto que la segunda cumbre de la UPM, prevista para junio, fue aplazada hasta noviembre con la esperanza de que las negociaciones de paz israelo-palestinas progresen.
"Mientras existe el gran conflicto israelo-árabe, es difícil reunir esa cumbre", destacó el domingo el embajador de la Liga Árabe en Francia, Nassif Hitti.
"Hay un bloqueo preventivo de hecho que no permite discutir políticas", añadió, imputando la responsabilidad del aplazamiento de la cumbre a los israelíes.
Los expertos sostienen que este nuevo aplazamiento constituye un duro golpe para la UPM, pero que los esfuerzos deberán seguir para intentar salvar la iniciativa.
Egipto, Francia y España hicieron un llamamiento "para una rápida reanudación de las negociaciones entre israelíes y palestinos" para que "esta cumbre pueda celebrarse en Barcelona en los próximos meses", añadió el comunicado.
Asimismo, invitaron "a las instituciones de la Unión por el Mediterráneo a proseguir su acción" a favor "de una cooperación siempre más estrecha entre las dos orillas del Mediterráneo".
Si bien progresaron algunos proyectos concretos (contaminación, transporte, agua, medioambiente), esta ambiciosa sociedad ha ido dando tumbos desde su nacimiento, relacionados con la crisis israelo-palestina: ofensiva israelí en Gaza, rechazo de los árabes de entrevistarse con el nuevo jefe de la diplomacia israelí, Avigdor Lieberman, asalto de un barco con ayuda humanitaria para Gaza, reactivación de la construcción en territorios ocupados.
Y dos años y medio después de su lanzamiento, la UPM sigue siendo objeto de muchas "reticencias" por parte de diferentes asociados, destacó Denis Bauchard, del Instituto Francés de Relaciones Internacionales (IFRI).
Los Estados del norte de Europa miran hacia el Este y a Rusia, y se mantienen escépticos o poco movilizados ante el proyecto, añadió.
En la vertiente sur, Marruecos, Túnez y Jordania están más interesados en la asociación que Europa les propone, mientras Turquía sospecha que la UPM es una "sustitución" a su adhesión a la UE.
Propuesta en 2008 por iniciativa del presidente francés Nicolas Sarkozy, la UPM agrupa a 43 países: los 27 de la Unión Europea, Turquía, Israel y los países árabes de la cuenca del Mediterráneo.
Pero su funcionamiento no dejó de tropezar con las barreras israelo-palestinas, mientras la UPM insiste en intentar favorecer una solución a pesar de las reticencias de algunos países asociados.
Es en ese contexto que la segunda cumbre de la UPM, prevista para junio, fue aplazada hasta noviembre con la esperanza de que las negociaciones de paz israelo-palestinas progresen.
"Mientras existe el gran conflicto israelo-árabe, es difícil reunir esa cumbre", destacó el domingo el embajador de la Liga Árabe en Francia, Nassif Hitti.
"Hay un bloqueo preventivo de hecho que no permite discutir políticas", añadió, imputando la responsabilidad del aplazamiento de la cumbre a los israelíes.
Los expertos sostienen que este nuevo aplazamiento constituye un duro golpe para la UPM, pero que los esfuerzos deberán seguir para intentar salvar la iniciativa.
Egipto, Francia y España hicieron un llamamiento "para una rápida reanudación de las negociaciones entre israelíes y palestinos" para que "esta cumbre pueda celebrarse en Barcelona en los próximos meses", añadió el comunicado.
Asimismo, invitaron "a las instituciones de la Unión por el Mediterráneo a proseguir su acción" a favor "de una cooperación siempre más estrecha entre las dos orillas del Mediterráneo".
Si bien progresaron algunos proyectos concretos (contaminación, transporte, agua, medioambiente), esta ambiciosa sociedad ha ido dando tumbos desde su nacimiento, relacionados con la crisis israelo-palestina: ofensiva israelí en Gaza, rechazo de los árabes de entrevistarse con el nuevo jefe de la diplomacia israelí, Avigdor Lieberman, asalto de un barco con ayuda humanitaria para Gaza, reactivación de la construcción en territorios ocupados.
Y dos años y medio después de su lanzamiento, la UPM sigue siendo objeto de muchas "reticencias" por parte de diferentes asociados, destacó Denis Bauchard, del Instituto Francés de Relaciones Internacionales (IFRI).
Los Estados del norte de Europa miran hacia el Este y a Rusia, y se mantienen escépticos o poco movilizados ante el proyecto, añadió.
En la vertiente sur, Marruecos, Túnez y Jordania están más interesados en la asociación que Europa les propone, mientras Turquía sospecha que la UPM es una "sustitución" a su adhesión a la UE.