Manifestantes y policías volvieron a intercambiar durante la jornada piedras, objetos contundentes, perdigones y gases lacrimógenos, lo que produjo la segunda víctima mortal desde el estallido de la crisis el jueves pasado, reconocieron las autoridades.
Los trabajadores rechazan un conjunto de leyes laborales, incluida una norma que quita la obligación a las empresas de pagar la cuota sindical y permite a los empresarios sustituir a los trabajadores en caso de huelga.
"Hasta ahora hay dos muertos", dijo a la AFP Alfredo Prieto, Secretario de Comunicación del Estado. La prensa local asegura que la nueva víctima murió en el quirófano del hospital de Changuinola (provincia atlántica), a donde llegó con heridas de perdigón. Una versión que fue confirmada por el ministro de la Presidencia, Jimmy Papadimitriu. "Murió por impacto de los perdigones", dijo en RPC radio.
Sin embargo, otras organizaciones aseguran que el número de fallecidos es superior. "Según nuestras fuentes de absoluta confianza en Changuinola hay tres muertos confirmados con nombres y apellidos", dijo a la AFP, Paco Gómez, representante de la organización defensora de los derechos humanos Human Rights Everywhere.
El número de detenidos y heridos supera la centena, muchos de los cuales fueron trasladados a la capital panameña para ser atendidos por lesiones oftalmológicas producto de perdigones.
En Changuinola, provincia atlántica de Bocas del Toro (fronteriza con Costa Rica) la situación se presentaba tensa, luego de que la Policía despejó un puente que los trabajadores bloqueaban para impedir el acceso a la localidad, que permanece aislada y donde los comercios están mayoritariamente cerrados.
Los pocos que hay abiertos, tienen escasez de productos de primera necesidad, constató un fotógrafo de la AFP.
Los disturbios estallaron el jueves en Changuinola, cuando los manifestantes incendiaron entidades bancarias, oficinas gubernamentales, vehículos particulares y aún mantienen cortadas distintas vías de la localidad.
A pesar de esta situación, los trabajadores decidieron liberar a los tres policías que mantenían retenidos desde el jueves, lo que ha propiciado un "mejor clima" para continuar negociando una solución para finalizar el conflicto que mantienen los trabajadores desde hace 9 días, según Prieto.
En la zona se encuentran varios ministros, entre ellos el vicepresidente Juan Carlos Varela, reunidos con los sindicatos y con la mediación de un sacerdote. "Esperamos que podamos llegar a un diálogo y acabar de una vez por todas con esta situación que se está dando", dijo Papadimitriu.
El sector empresarial aseguró que las pérdidas económicas ascienden a 20 millones de dólares, mientras que la pérdida para la importación de banano alcanza los 5 millones, según el ministro de comercio e industrias, Roberto Henríquez.
Sin embargo, el principal sindicato del país ha hecho un llamado a la huelga general para el martes para pedir la derogación de la ley que favorece a las empresas, lo que fue criticado por el gobierno y sectores empresariales. "La huelga es un hecho", dijo a la AFP Genaro López, dirigente del Sindicato Unico de Trabajadores de la Construcción y Similares, quien también anunció una marcha a la Presidencia para el próximo lunes.
"Vemos tan desafortunadas estas acciones porque no están pensando en el país, en la patria o en el bienestar de sus ciudadanos. Solamente están pensando en la desestabilización", afirmó la ministra de trabajo y desarrollo laboral, Alma Cortés.
El gobierno volvió a reiterar que en las protestas hay infiltrados con la intención de "prolongar" la crisis para que "empalme con el llamado a huelga", dijo el ministro de seguridad, José Raúl Mulino, para quien en las próximas horas podría darse una solución al conflicto en una población bajo toque de queda.
Los trabajadores rechazan un conjunto de leyes laborales, incluida una norma que quita la obligación a las empresas de pagar la cuota sindical y permite a los empresarios sustituir a los trabajadores en caso de huelga.
"Hasta ahora hay dos muertos", dijo a la AFP Alfredo Prieto, Secretario de Comunicación del Estado. La prensa local asegura que la nueva víctima murió en el quirófano del hospital de Changuinola (provincia atlántica), a donde llegó con heridas de perdigón. Una versión que fue confirmada por el ministro de la Presidencia, Jimmy Papadimitriu. "Murió por impacto de los perdigones", dijo en RPC radio.
Sin embargo, otras organizaciones aseguran que el número de fallecidos es superior. "Según nuestras fuentes de absoluta confianza en Changuinola hay tres muertos confirmados con nombres y apellidos", dijo a la AFP, Paco Gómez, representante de la organización defensora de los derechos humanos Human Rights Everywhere.
El número de detenidos y heridos supera la centena, muchos de los cuales fueron trasladados a la capital panameña para ser atendidos por lesiones oftalmológicas producto de perdigones.
En Changuinola, provincia atlántica de Bocas del Toro (fronteriza con Costa Rica) la situación se presentaba tensa, luego de que la Policía despejó un puente que los trabajadores bloqueaban para impedir el acceso a la localidad, que permanece aislada y donde los comercios están mayoritariamente cerrados.
Los pocos que hay abiertos, tienen escasez de productos de primera necesidad, constató un fotógrafo de la AFP.
Los disturbios estallaron el jueves en Changuinola, cuando los manifestantes incendiaron entidades bancarias, oficinas gubernamentales, vehículos particulares y aún mantienen cortadas distintas vías de la localidad.
A pesar de esta situación, los trabajadores decidieron liberar a los tres policías que mantenían retenidos desde el jueves, lo que ha propiciado un "mejor clima" para continuar negociando una solución para finalizar el conflicto que mantienen los trabajadores desde hace 9 días, según Prieto.
En la zona se encuentran varios ministros, entre ellos el vicepresidente Juan Carlos Varela, reunidos con los sindicatos y con la mediación de un sacerdote. "Esperamos que podamos llegar a un diálogo y acabar de una vez por todas con esta situación que se está dando", dijo Papadimitriu.
El sector empresarial aseguró que las pérdidas económicas ascienden a 20 millones de dólares, mientras que la pérdida para la importación de banano alcanza los 5 millones, según el ministro de comercio e industrias, Roberto Henríquez.
Sin embargo, el principal sindicato del país ha hecho un llamado a la huelga general para el martes para pedir la derogación de la ley que favorece a las empresas, lo que fue criticado por el gobierno y sectores empresariales. "La huelga es un hecho", dijo a la AFP Genaro López, dirigente del Sindicato Unico de Trabajadores de la Construcción y Similares, quien también anunció una marcha a la Presidencia para el próximo lunes.
"Vemos tan desafortunadas estas acciones porque no están pensando en el país, en la patria o en el bienestar de sus ciudadanos. Solamente están pensando en la desestabilización", afirmó la ministra de trabajo y desarrollo laboral, Alma Cortés.
El gobierno volvió a reiterar que en las protestas hay infiltrados con la intención de "prolongar" la crisis para que "empalme con el llamado a huelga", dijo el ministro de seguridad, José Raúl Mulino, para quien en las próximas horas podría darse una solución al conflicto en una población bajo toque de queda.