Rusia, aliada de Damasco, votó a favor del texto -discutido durante meses- tras un acuerdo sobre el asunto entre el secretario de Estado estadounidense John Kerry, y su par ruso Serguei Lavrov.
Los embajadores de Washington y Moscú ante la ONU se congratularon por la unidad demostrada por el Consejo de Seguridad, hasta ahora paralizado por las divisiones entre sus miembros desde el comienzo de la guerra civil en Siria hace 15 años.
La representante estadounidense, Samantha Power, subrayó que es necesario que "esta unidad se manifieste también para encontrar urgentemente una solución política" en Siria.
Asimismo, indicó que la conformación del panel era "un paso necesario" para la atribución de "eventuales responsabilidades" en los ataques químicos.
Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña han acusado reiteradamente a las fuerzas del presidente sirio Bashar al Asad de realizar ataques con barriles explosivos de gas de cloro lanzados desde helicópteros.
Argumentan que solo el régimen sirio cuenta con helicópteros, aunque Rusia ha sostenido que no hay pruebas fehacientes de que Damasco esté detrás de esos ataques.
La resolución otorga al panel un mandato junto a la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) para "identificar con el mayor alcance a los posibles individuos, entidades, grupos o gobiernos que perpetraron, organizaron, patrocinaron o estuvieron de algún modo involucrados en el uso de armas químicas, incluyendo gas de cloro, o cualquier otro químico tóxico" en Siria.
Ahora, el Secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, tiene 20 días para designar al panel que trabaje junto con la OPAQ, que a su vez deberá presentar sus primeras conclusiones días después de iniciada la investigación, que tendrá una duración de un año.
El panel tendrá "acceso completo" a todas las instalaciones en Siria y estará autorizado a entrevistar a testigos y recolectar muestras, de acuerdo con la resolución, por lo que el gobierno sirio deberá "cooperar plenamente".
La presión ha ido en aumento para que el Consejo de Seguridad actúe en Siria, donde la guerra civil ya lleva cinco años y ha cobrado más de 230.000 vidas.
Con poder de veto, Rusia bloqueó una resolución clave que llevaba a Siria a la Corte Penal Internacional por crímenes de guerra, aunque luego apoyó una medida para impulsar la ayuda humanitaria.
Los diplomáticos occidentales consideran que Moscú, que ha protegido a Siria en la ONU, ha limitado su apoyo al régimen de Damasco al respaldar la resolución para investigar los ataques con gas de cloro.
"Hay un cambio de tono", dijo el jueves un diplomático del Consejo de Seguridad, aunque se mostró cauto al indicar que "no quiero exagerar".
Los diplomáticos del Consejo trabajan asimismo en una declaración en respaldo a un nuevo impulso a las conversaciones de paz en Ginebra, que podrían dar paso a un plan de transición en Siria, que los países occidentales insisten que tiene que darse sin la participación de Asad.
También avanzan discusiones para nuevas medidas de la ONU destinadas a prohibir el uso de bombas de barril, en base a resoluciones que ya han condenado esa práctica.
En 2013, Siria se avino a un plan ruso-estadounidense para desmantelar su red de armas químicas y plegarse al tratado internacional que prohíbe su uso, en lo que se consideró el primer indicio de que Moscú estaba dispuesto a aumentar la presión sobre el régimen de Asad.
Pero grupos defensores de los derechos humanos y médicos sirios han presentado desde entonces videos y testimonios de decenas de ataques con gas de cloro, que han afectado en particular a la provincia noroccidental de Idlib.
Más temprano este año, los miembros del Consejo de Seguridad recibieron testimonios de médicos sirios sobre ataques con gas de cloro en marzo en la ciudad de Sarmin, que dejó seis muertos, incluidos tres niños.
Los embajadores de Washington y Moscú ante la ONU se congratularon por la unidad demostrada por el Consejo de Seguridad, hasta ahora paralizado por las divisiones entre sus miembros desde el comienzo de la guerra civil en Siria hace 15 años.
La representante estadounidense, Samantha Power, subrayó que es necesario que "esta unidad se manifieste también para encontrar urgentemente una solución política" en Siria.
Asimismo, indicó que la conformación del panel era "un paso necesario" para la atribución de "eventuales responsabilidades" en los ataques químicos.
Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña han acusado reiteradamente a las fuerzas del presidente sirio Bashar al Asad de realizar ataques con barriles explosivos de gas de cloro lanzados desde helicópteros.
Argumentan que solo el régimen sirio cuenta con helicópteros, aunque Rusia ha sostenido que no hay pruebas fehacientes de que Damasco esté detrás de esos ataques.
La resolución otorga al panel un mandato junto a la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) para "identificar con el mayor alcance a los posibles individuos, entidades, grupos o gobiernos que perpetraron, organizaron, patrocinaron o estuvieron de algún modo involucrados en el uso de armas químicas, incluyendo gas de cloro, o cualquier otro químico tóxico" en Siria.
Ahora, el Secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, tiene 20 días para designar al panel que trabaje junto con la OPAQ, que a su vez deberá presentar sus primeras conclusiones días después de iniciada la investigación, que tendrá una duración de un año.
El panel tendrá "acceso completo" a todas las instalaciones en Siria y estará autorizado a entrevistar a testigos y recolectar muestras, de acuerdo con la resolución, por lo que el gobierno sirio deberá "cooperar plenamente".
- Cambio de tono -
La presión ha ido en aumento para que el Consejo de Seguridad actúe en Siria, donde la guerra civil ya lleva cinco años y ha cobrado más de 230.000 vidas.
Con poder de veto, Rusia bloqueó una resolución clave que llevaba a Siria a la Corte Penal Internacional por crímenes de guerra, aunque luego apoyó una medida para impulsar la ayuda humanitaria.
Los diplomáticos occidentales consideran que Moscú, que ha protegido a Siria en la ONU, ha limitado su apoyo al régimen de Damasco al respaldar la resolución para investigar los ataques con gas de cloro.
"Hay un cambio de tono", dijo el jueves un diplomático del Consejo de Seguridad, aunque se mostró cauto al indicar que "no quiero exagerar".
Los diplomáticos del Consejo trabajan asimismo en una declaración en respaldo a un nuevo impulso a las conversaciones de paz en Ginebra, que podrían dar paso a un plan de transición en Siria, que los países occidentales insisten que tiene que darse sin la participación de Asad.
También avanzan discusiones para nuevas medidas de la ONU destinadas a prohibir el uso de bombas de barril, en base a resoluciones que ya han condenado esa práctica.
En 2013, Siria se avino a un plan ruso-estadounidense para desmantelar su red de armas químicas y plegarse al tratado internacional que prohíbe su uso, en lo que se consideró el primer indicio de que Moscú estaba dispuesto a aumentar la presión sobre el régimen de Asad.
Pero grupos defensores de los derechos humanos y médicos sirios han presentado desde entonces videos y testimonios de decenas de ataques con gas de cloro, que han afectado en particular a la provincia noroccidental de Idlib.
Más temprano este año, los miembros del Consejo de Seguridad recibieron testimonios de médicos sirios sobre ataques con gas de cloro en marzo en la ciudad de Sarmin, que dejó seis muertos, incluidos tres niños.