Barak Obama
En su primer discurso en el Salón Oval desde que comenzó su gobierno, Obama también declaró que hará todo lo necesario para ayudar a los pobladores de la costa sur de Estados Unidos a recuperarse del desastre.
Obama, flaqueado por una bandera de Estados Unidos y otra bandera con el sello presidencial, dio su discurso tras un recorrido por tres estados que integran la zona de desastre, y en momentos en que su administración se ve enfrentada a renovadas críticas por su respuesta a la catástrofe.
"Esta contaminación es ya la peor catástrofe ambiental que jamás haya visto Estados Unidos. Y a diferencia de un terremoto o un huracán, no es un acontecimiento puntual que causa daños en cuestión de minutos o en pocos días", declaró el mandatario.
La cantidad de petróleo que fluye "al Golfo de México se parece más a una epidemia, que nosotros combatiremos durante meses e incluso años", agregó.
"Lucharemos contra el derrame con todo lo que tenemos y por el tiempo que sea necesario", prometió durante el discurso transmitido en las principales cadenas de televisión del país.
"Haremos pagar a BP por los daños que esta empresa ha provocado", afirmó, señalando que obligará a la empresa con base en Londres a aceptar la creación de una cuenta para compensar a las víctimas del derrame.
"Mañana (miércoles) me reuniré con el presidente de BP y le informaré que deberá separar los recursos necesarios para compensar a los trabajadores y dueños de negocios que han sido perjudicados como resultado de la falta de escrúpulos de esta compañía", dijo.
"Y este fondo no será controlado por BP. Para garantizar que se paguen todas las demandas legítimas de manera justa y a tiempo, la cuenta debe ser y será administrada por un tercero independiente", agregó.
Obama afirmó además que el desastre del Golfo revelaba la necesidad de una nueva política de energía basada en fuentes renovables.
"Al mirar al Golfo, vemos toda una forma de vida amenazada por una nube de crudo negro", dijo el mandatario. "La tragedia que se desenvuelve en nuestra costa es el recordatorio más fuerte y doloroso de que éste es el momento de emprender un futuro de energías limpias. Este es el momento para esta generación de emprender una misión nacional para desencadenar la innovación norteamericana y tomar control de nuestro destino".
Obama anunció haber autorizado la movilización de 17.000 miembros de la Guardia Nacional para luchar contra la marea negra y llamó a los gobernadores de los estados afectados a ponerlos a trabajar de inmediato.
También anunció la nominación de un responsable a cargo del restablecimiento a largo plazo las zonas siniestradas por la marea negra.
"Le pedí a Ray Mabus, secretario de la Marina, un ex gobernador de Mississippi, un hijo del Golfo, elaborar lo antes posible un plan de restablecimiento a largo plazo", afirmó.
"Más allá de la indemnización a corto plazo de los habitantes del Golfo, está claro que necesitamos un plan a largo plazo para restablecer el esplendor único y la exuberancia de esta región", agregó.
"La marea negra constituye el último golpe a un territorio que ha sufrido múltiples desastres económicos y décadas de degradación ambiental", dijo el mandatario, y explicó que la región "no se ha recuperado" del paso devastador de los huracanes Katrina y Rita en 2005.
"Por eso debemos asumir un compromiso hacia el Golfo que se prolongue más allá de los esfuerzos inmediatos contra la crisis", aseguró antes de añadir: "Yo asumo ese compromiso esta noche".
El plan sería concebido a nivel de los estados, de las comunidades locales, de los pescadores, de las empresas e incluso de los habitantes del Golfo.
BP ha logrado contener en la última semana cerca de la mitad del vertido mientras perfora dos nuevos pozos para derivar la fuga en forma permanente, aunque recién estarán listos para agosto.
Mientras, se calcula que la fuga de petróleo podría liberar de 35.000 a 60.000 barriles por día, unos 9,5 millones de litros, según una estimación revisada al alza por la administración estadounidense.
Obama, flaqueado por una bandera de Estados Unidos y otra bandera con el sello presidencial, dio su discurso tras un recorrido por tres estados que integran la zona de desastre, y en momentos en que su administración se ve enfrentada a renovadas críticas por su respuesta a la catástrofe.
"Esta contaminación es ya la peor catástrofe ambiental que jamás haya visto Estados Unidos. Y a diferencia de un terremoto o un huracán, no es un acontecimiento puntual que causa daños en cuestión de minutos o en pocos días", declaró el mandatario.
La cantidad de petróleo que fluye "al Golfo de México se parece más a una epidemia, que nosotros combatiremos durante meses e incluso años", agregó.
"Lucharemos contra el derrame con todo lo que tenemos y por el tiempo que sea necesario", prometió durante el discurso transmitido en las principales cadenas de televisión del país.
"Haremos pagar a BP por los daños que esta empresa ha provocado", afirmó, señalando que obligará a la empresa con base en Londres a aceptar la creación de una cuenta para compensar a las víctimas del derrame.
"Mañana (miércoles) me reuniré con el presidente de BP y le informaré que deberá separar los recursos necesarios para compensar a los trabajadores y dueños de negocios que han sido perjudicados como resultado de la falta de escrúpulos de esta compañía", dijo.
"Y este fondo no será controlado por BP. Para garantizar que se paguen todas las demandas legítimas de manera justa y a tiempo, la cuenta debe ser y será administrada por un tercero independiente", agregó.
Obama afirmó además que el desastre del Golfo revelaba la necesidad de una nueva política de energía basada en fuentes renovables.
"Al mirar al Golfo, vemos toda una forma de vida amenazada por una nube de crudo negro", dijo el mandatario. "La tragedia que se desenvuelve en nuestra costa es el recordatorio más fuerte y doloroso de que éste es el momento de emprender un futuro de energías limpias. Este es el momento para esta generación de emprender una misión nacional para desencadenar la innovación norteamericana y tomar control de nuestro destino".
Obama anunció haber autorizado la movilización de 17.000 miembros de la Guardia Nacional para luchar contra la marea negra y llamó a los gobernadores de los estados afectados a ponerlos a trabajar de inmediato.
También anunció la nominación de un responsable a cargo del restablecimiento a largo plazo las zonas siniestradas por la marea negra.
"Le pedí a Ray Mabus, secretario de la Marina, un ex gobernador de Mississippi, un hijo del Golfo, elaborar lo antes posible un plan de restablecimiento a largo plazo", afirmó.
"Más allá de la indemnización a corto plazo de los habitantes del Golfo, está claro que necesitamos un plan a largo plazo para restablecer el esplendor único y la exuberancia de esta región", agregó.
"La marea negra constituye el último golpe a un territorio que ha sufrido múltiples desastres económicos y décadas de degradación ambiental", dijo el mandatario, y explicó que la región "no se ha recuperado" del paso devastador de los huracanes Katrina y Rita en 2005.
"Por eso debemos asumir un compromiso hacia el Golfo que se prolongue más allá de los esfuerzos inmediatos contra la crisis", aseguró antes de añadir: "Yo asumo ese compromiso esta noche".
El plan sería concebido a nivel de los estados, de las comunidades locales, de los pescadores, de las empresas e incluso de los habitantes del Golfo.
BP ha logrado contener en la última semana cerca de la mitad del vertido mientras perfora dos nuevos pozos para derivar la fuga en forma permanente, aunque recién estarán listos para agosto.
Mientras, se calcula que la fuga de petróleo podría liberar de 35.000 a 60.000 barriles por día, unos 9,5 millones de litros, según una estimación revisada al alza por la administración estadounidense.