Recientemente, el presidente ha utilizado en repetidas ocasiones el formato tipo ayuntamiento para argumentar en favor de la modernización del sistema de atención a la salud, incluyendo una actividad realizada la semana pasada en la Casa Blanca y televisada en horario estelar.
El presidente hizo énfasis en la necesidad de un programa de atención a la salud manejado por el gobierno que brinde servicios en un sólo sitio a los consumidores para que puedan comparar los precios y los beneficios de los diferentes programas. En relación con el costo potencial de modernizar el sistema de salud, Obama habló de reubicar dinero gastado actualmente en "subsidios no justificados" para aseguradoras médicas y de reforzar los ingresos, lo que, afirmó, generaría cerca de 950.000 millones de dólares en los próximos 10 años.
Durante todo el evento, el presidente mencionó en repetidas ocasiones la importancia de realizar un cambio significativo pronto, en comparación con "el costo de no hacer nada".
En su visión, Obama busca reducir los costos de la atención a la salud y brindar seguro médico a muchos de los más de 45 millones de estadounidenses que actualmente carecen de cobertura.
Un programa de seguros de salud manejado por el gobierno es uno de los temas más disputados de las propuestas para la reforma de salud de Obama. Los republicanos señalan que dicho plan podría llevar a los proveedores de servicios médicos a salirse del negocio y obligaría a los estadounidenses a cambiar de médicos.
El plan de Obama es el primer intento de reforma en salud desde los fallidos intentos del ex presidente Bill Clinton en 1993 y 1994.
En una encuesta de CNN dada a conocer con anterioridad se encontró que el plan del presidente cuenta con el apoyo de una ligera mayoría.
También encontró que aunque el 55 por ciento de los entrevistados considera que este es el momento para que el país reforme su sistema de atención a la salud, el 54 por ciento teme que sus costos en salud suban con el plan de Obama.
Sólo uno de cada cinco considera que su familia estará mejor con el plan del presidente.
El presidente hizo énfasis en la necesidad de un programa de atención a la salud manejado por el gobierno que brinde servicios en un sólo sitio a los consumidores para que puedan comparar los precios y los beneficios de los diferentes programas. En relación con el costo potencial de modernizar el sistema de salud, Obama habló de reubicar dinero gastado actualmente en "subsidios no justificados" para aseguradoras médicas y de reforzar los ingresos, lo que, afirmó, generaría cerca de 950.000 millones de dólares en los próximos 10 años.
Durante todo el evento, el presidente mencionó en repetidas ocasiones la importancia de realizar un cambio significativo pronto, en comparación con "el costo de no hacer nada".
En su visión, Obama busca reducir los costos de la atención a la salud y brindar seguro médico a muchos de los más de 45 millones de estadounidenses que actualmente carecen de cobertura.
Un programa de seguros de salud manejado por el gobierno es uno de los temas más disputados de las propuestas para la reforma de salud de Obama. Los republicanos señalan que dicho plan podría llevar a los proveedores de servicios médicos a salirse del negocio y obligaría a los estadounidenses a cambiar de médicos.
El plan de Obama es el primer intento de reforma en salud desde los fallidos intentos del ex presidente Bill Clinton en 1993 y 1994.
En una encuesta de CNN dada a conocer con anterioridad se encontró que el plan del presidente cuenta con el apoyo de una ligera mayoría.
También encontró que aunque el 55 por ciento de los entrevistados considera que este es el momento para que el país reforme su sistema de atención a la salud, el 54 por ciento teme que sus costos en salud suban con el plan de Obama.
Sólo uno de cada cinco considera que su familia estará mejor con el plan del presidente.