NUEVA YORK, 23 septiembre 2009 (AFP) -
En un esperado discurso a ocho meses de asumir la presidencia estadounidense, Obama expuso ante los 120 mandatarios reunidos en la sede de la ONU en Nueva York la nueva política de Washington de trabajar activamente junto a la comunidad internacional para afrontar los retos mundiales.
"Es tiempo de que el mundo tome una nueva dirección. Debemos asumir una nueva era de cooperación basada en intereses comunes y respeto mutuo, y nuestro trabajo debe empezar ya", dijo.
Pero advirtió: "Los que solían reprender a Estados Unidos por actuar en solitario en el mundo no pueden ahora quedarse al margen y esperar que Estados Unidos resuelva solo los problemas mundiales".
"Es tiempo de que cada uno de nosotros asuma su responsabilidad en la respuesta global a los desafíos mundiales", enfatizó.
El mandatario estadounidense intervino ante la asamblea después del brasileño Luiz Inacio Lula da Silva que, como es tradicional, fue el primer orador.
Lula abogó por "refundar el orden económico mundial" tras la crisis financiera mundial, un día antes de que comience el jueves en Pittsburgh la cumbre del G20 de países industrializados y emergentes.
"Defiendo la regulación de los mercados financieros, la adopción de políticas anticíclicas, el fin del proteccionismo y la lucha contra los paraísos fiscales", declaró Lula.
El mandatario también se refirió a Honduras, donde el mandatario Manuel Zelaya permanece refugiado en la embajada de Brasil, luego de entrar de forma clandestina al país a poco menos de tres meses de haber sido derrocado y exiliado por un golpe de Estado.
"La comunidad internacional pide que Zelaya regrese inmediatamente a la presidencia de su país", dijo Lula, al tocar el tema que de seguro concentrará los discursos de los mandatarios latinoamericanos.
Otro esperado discurso fue el del presidente libio, Muamar Kadafi, quien por primera vez en sus 40 años de mandato se dirigió a la asamblea desde el podio.
En un largo discurso, Kadafi lanzó críticas al Consejo de Seguridad de la ONU y el poder de veto que tienen sus cinco miembros permanentes: China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Rusia.
El discurso del iraní Mahmud Ahmadinejad de este miércoles es igualmente esperado, en momentos en que la ONU trata de detener el controvertido programa nuclear adelantado por Teherán.
En sus palabras, Obama advirtió que Irán y Corea del Norte "amenazan con llevarnos hacia una pendiente peligrosa", por su insistencia en procurarse armas nucleares.
"Si ignoran los peligros de una escalada de la carrera armamentista tanto en Asia como en Medio Oriente, entonces deberán responder por ello", dijo con firmeza Obama.
Israel llamó a una protesta simbólica contra Ahmadinejad cuando tome el podio por sus llamados a la destrucción del Estado hebreo, pero se desconoce si otros países se le unirán.
Además de Lula, los latinoamericanos que hablarán este miércoles son Alvaro Uribe de Colombia, Cristina Kirchner de Argentina, Michelle Bachelet de Chile, Daniel Ortega de Nicaragua, Tabaré Vásquez de Uruguay, Mauricio Funes de El Salvador y Leonel Fernández de República Dominicana.
du/dk
© 1994-2009 Agence France-Presse
En un esperado discurso a ocho meses de asumir la presidencia estadounidense, Obama expuso ante los 120 mandatarios reunidos en la sede de la ONU en Nueva York la nueva política de Washington de trabajar activamente junto a la comunidad internacional para afrontar los retos mundiales.
"Es tiempo de que el mundo tome una nueva dirección. Debemos asumir una nueva era de cooperación basada en intereses comunes y respeto mutuo, y nuestro trabajo debe empezar ya", dijo.
Pero advirtió: "Los que solían reprender a Estados Unidos por actuar en solitario en el mundo no pueden ahora quedarse al margen y esperar que Estados Unidos resuelva solo los problemas mundiales".
"Es tiempo de que cada uno de nosotros asuma su responsabilidad en la respuesta global a los desafíos mundiales", enfatizó.
El mandatario estadounidense intervino ante la asamblea después del brasileño Luiz Inacio Lula da Silva que, como es tradicional, fue el primer orador.
Lula abogó por "refundar el orden económico mundial" tras la crisis financiera mundial, un día antes de que comience el jueves en Pittsburgh la cumbre del G20 de países industrializados y emergentes.
"Defiendo la regulación de los mercados financieros, la adopción de políticas anticíclicas, el fin del proteccionismo y la lucha contra los paraísos fiscales", declaró Lula.
El mandatario también se refirió a Honduras, donde el mandatario Manuel Zelaya permanece refugiado en la embajada de Brasil, luego de entrar de forma clandestina al país a poco menos de tres meses de haber sido derrocado y exiliado por un golpe de Estado.
"La comunidad internacional pide que Zelaya regrese inmediatamente a la presidencia de su país", dijo Lula, al tocar el tema que de seguro concentrará los discursos de los mandatarios latinoamericanos.
Otro esperado discurso fue el del presidente libio, Muamar Kadafi, quien por primera vez en sus 40 años de mandato se dirigió a la asamblea desde el podio.
En un largo discurso, Kadafi lanzó críticas al Consejo de Seguridad de la ONU y el poder de veto que tienen sus cinco miembros permanentes: China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Rusia.
El discurso del iraní Mahmud Ahmadinejad de este miércoles es igualmente esperado, en momentos en que la ONU trata de detener el controvertido programa nuclear adelantado por Teherán.
En sus palabras, Obama advirtió que Irán y Corea del Norte "amenazan con llevarnos hacia una pendiente peligrosa", por su insistencia en procurarse armas nucleares.
"Si ignoran los peligros de una escalada de la carrera armamentista tanto en Asia como en Medio Oriente, entonces deberán responder por ello", dijo con firmeza Obama.
Israel llamó a una protesta simbólica contra Ahmadinejad cuando tome el podio por sus llamados a la destrucción del Estado hebreo, pero se desconoce si otros países se le unirán.
Además de Lula, los latinoamericanos que hablarán este miércoles son Alvaro Uribe de Colombia, Cristina Kirchner de Argentina, Michelle Bachelet de Chile, Daniel Ortega de Nicaragua, Tabaré Vásquez de Uruguay, Mauricio Funes de El Salvador y Leonel Fernández de República Dominicana.
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